Una manera de vivir: Una manera de morir - CARVAJAL

>>> sigue texto de Jorge Carvajal



   Alguna vez, un estudiante de Oxford se fue a recibir Física Cuántica, era una clase con David Bohn que le habló del orden implícito en el Universo y de la conciencia universal, y él salió muy emocionado al barcito de la esquina, pidió un whiskhy con soda y después de tomarse el whiskhy con soda, como no había desayunado, entró en un estado que el juzgó era un estado trascendental de conciencia; al otro día se fue y David Bohn le habló del Chi y el ........ y del orden implícito nuevamente, y de la conciencia del Universo que se va desenrollando en cada quien; sale aún más emocionado, y pidió una ginebra con soda, como no había desayunado, nuevamente entró en un estado aún más trascendental de conciencia; al día siguiente ya ni siquiera se fue a oír a David Bohn sino que se dijo: "yo estoy a punto de hacer un descubrimiento trascendental sobre los estados de conciencia", entonces pidió un ron o un pisco con soda, cualquier cosa de esas, y nuevamente entró en ese estado trascendental porque no había desayunado; sacó su libreta de apuntes y puso la hipótesis de su gran descubrimiento: "la soda produce estados trascendentales de conciencia". Frecuentemente eso nos ocurre en la vida, nosotros somos ilusos, sacamos conclusiones más o menos absurdas, ingenuas e infantiles. De pronto vemos a alguien que cierra los ojos, y por su fe, por su esperanza o porque ya el virus se cura, entonces decimos: tal técnica de sanación espiritual es infalible para las virosis; ese es el tipo de conclusiones. Despertar tiene que ver con dejar el mundo de la superstición, con descubrir ese tiempo interior que vive en el fondo de nuestro corazón, tiene que ver con reconocer que hemos sido programados, tiene que ver con reconocer que buena parte de nuestras enfermedades son aprendidas, tiene que ver con reconocer que cuando a mí se me tapa la nariz y me da un espasmo cuando me descalzo y me quito las medias y camino sobre la baldosa fría, no es la baldosa fría, sino que mi mamá me enseñó cuando tenía dos años que, cuidado, que si me quitaba los zapatos, que me podía torcer o me podía asfixiar. Tiene que ver que, cuando a mí, a los cuarenta años no me gusta la sopa y sigo vomitando la sopa, me enojo cuando me sirven el plato de sopa, es que tal vez a los cuatro o cinco años mi mamá me cerró la nariz, me abrió la boca y me echó las cucharadas a las malas a la boca, y me quedé con lo contextual. Nosotros somos: nosotros y las circunstancias, un hecho no es "en sí", es su contexto. El Universo tiene un "texto" y un "contexto" y nosotros estamos saturados de ese contexto. Yo descubrí un día que en las tardes grises y lluviosas de mi ciudad yo tenía jaqueca, yo no me explicaba ese tipo de fenómeno, debía ser al contrario porque lo que produce cefalea vascular y dilatación es más el calor que el frío; haciendo memoria recordé que un día, uno de los familiares más queridos, de mis amigos más queridos, murió de leucemia en una tarde lluviosa y gris, de tal manera que la tristeza que no se hacía consciente en mí por la muerte de ese familiar querido, se revivía cada vez que el invierno, lluvia, frío y gris llevaban a mi conciencia la imagen subliminal de la muerte de mi amigo. O sea que las cosas no son lo que nosotros creemos que son, pero nosotros vivimos el mundo y vivimos la realidad según la programación.

    Vamos a ver la imagen de nuestro cuerpo, la imagen que nosotros tenemos de nuestro cuerpo, esa es una imagen que también aprendimos: nosotros creemos que somos una escultura congelada, y de hecho es una escultura congelada cuando vivimos de los condicionamientos de los que no nos hemos podido liberar y que vienen de nuestro pasado, pero esa es la noción. Tenemos la noción de un cuerpo estático, de un cuerpo que termina con la piel, de un cuerpo que se puede quedar quieto o inmóvil, pero ese cuerpo es un infinito vacío, son vibraciones, son campos de energía, entre un núcleo y un electrón hay tanto espacio vacío como lo hay entre la Tierra y el último de los .......... De tal manera que nosotros somos un campo de conciencia, somos un campo de energía, simplemente, la ilusión de nuestros sentidos nos lo hace percibir como un campo sólido que termina con nuestra piel, que termina en nuestros ojos que nos hacen percibir un falso sentido de la separación y la individualidad. Si yo creyera en mis sentidos, tendría que decir que esa cortina es sólida, que no tiene electrones, que no tiene campo magnético, tendría que decir que la Tierra está quieta, podría argumentar que la Tierra es inmóvil y que es plana: eso es lo que me dicen los sentidos; sin embargo, yo sé que la Tierra está girando a velocidades fantásticas alrededor de sí misma, alrededor del sol, que está siendo impulsada por todo el Sistema Solar hacia adelante, es decir, que nosotros hemos fabricado un mundo tal como nos lo muestran las ventanas estrechas de los sentidos, pero ese mundo es un mundo inmenso, es un mundo mucho más rico, es un mundo mucho más vibratorio -llamémoslo así-, yo estoy en intercambio permanente con ese mundo. Tú no estás allá, tú estás aquí en mi corazón, cuando yo te miro te toco y tú me tocas e intercambiamos energía, y yo estoy sintiendo lo que tú piensas, y lo que tú piensas de mí me duele en el corazón, y tu crítica me llega directo a mi corazón y daña mi sistema inmune. Somos un tejido de relaciones, un tejido absolutamente inter-dependiente: en el Universo no hay absolutamente nada separado, en el Universo no rige sólo la ley de la causalidad ni del sentido del pasado al futuro, en el Universo rige la ley de la simultáneidad, la ley de la simultáneidad es la de la sincronicidad: cuando yo pienso algo, eso está pasando simultáneamente e inmediatamente en mi cuerpo, cuando yo estoy triste, no estoy triste con mi cabeza, estoy triste con mis ojos, con mi cuerpo, con mis moléculas, con mi riñón, con mi sistema inmune; cuando yo tengo un cáncer, en ese cáncer hay desolación, hay agresividad, hay frustración, hay silencio, hay soledad, hay depresión, hay sentimientos condensados que se han vuelto materia y eso no sólo es un asunto de moléculas y de átomos y de reacciones químicas y de sistema inmunitario, eso es que "yo soy cáncer", no es que tengo cáncer: "yo soy cáncer"; en esta sociedad hay cáncer porque hay una sociedad que invade, que explota, que permite el hambre y la miseria, que separa, que segrega, que niega la unidad, que niega la vitalidad y la inseparabilidad del conjunto. Cuando estudiamos el universo de la Física, podemos comprender fácilmente con el teorema que dos partículas que parten de la misma fuente nunca están separadas, independientemente del espacio y del tiempo, cuando el espín de una partícula cambia, automáticamente, independientemente de que esté en el confín del Universo, el espín de la otra partícula cambia.

   Nosotros tenemos a través de los órganos de los sentidos y la percepción que tenemos del Universo, solamente la punta del iceberg, pero la parte más importante es implícita, está enrollada, está dentro de nosotros, está articulada en nuestra conciencia pero es una conciencia que no termina en nosotros sino que se expande mucho más allá de nosotros. Lo que pasa es que la conciencia ordinaria, la conciencia habitual, no está en la conciencia de dormir, es una conciencia semi-consciente, nosotros creemos que estamos despiertos porque tenemos los ojos abiertos: nada más lejos de la realidad!, a veces cuando dormimos, estamos más despiertos porque estamos más cerca a nuestro corazón y a nuestra conciencia. Y esas creencias de estar despiertos, de tener la razón, de buscar la razón, de analizar y de separarnos del mundo, han sido mortales para nuestra civilización, para nuestra vida, para nosotros mismos porque han saturado nuestra vida de dolor. El dolor no es inherente a la vida, el dolor no es esencial en la vida, el sufrimiento no es esencial a la vida, no es cierto que "mientras más tristes y más jodidos, más cerca del Reino de los Cielos", eso no tiene nada que ver con la realidad: nuestra esencia es paz, nuestra esencia es espiritual, es amor, es alegría, es perfección; en nuestra misma esencia hay algo ya perfecto, no tenemos que conquistar esa perfección, esa perfección vive en nosotros, lo que tenemos es que quitar todas aquellas capas, todo el hielo, fundir todo el hielo que ha hecho que nuestro núcleo, nuestro corazón amoroso no se manifieste. En nuestro ser está ocurriendo todo lo que en este momento está ocurriendo en el Cosmos: nosotros tenemos super-novas, agujeros blancos, agujeros negros, sitios donde la muerte y la vida, la muerte y el nacimiento mantienen la continuidad de la vida; cada vez que nosotros espiramos estamos muriendo un poco, cada vez que yo elijo algo en la vida estoy muriendo al resto de las cosas: cuando yo elijo una dirección estoy muriendo al resto de las direcciones. La única manera de nacer es entonces morir, la única manera de inspirar es entonces espirar; para ganar la vida hay que perder la vida, ése es el riesgo de vivir: solamente quien pierde la vida gana la vida, y esa es la necesidad que tenemos de renunciar, ¿de renunciar a qué?, a lo que no somos, a lo que no nos pertenece; renunciar a lo que no somos y a lo a lo que no nos pertenece nos lleva a fluir en el presente, a ser en el presente, renunciar a nuestro lastre nos lleva a levantar nuestras alas, a levantar el vuelo a nuestra mente, a nuestra alma, a nuestro ser permanente, a descubrir nuestra conciencia inherente que es divinidad: nosotros somos sustancia divina, lo que pasa es que la hemos opacado por ignorancia, porque no sabemos quiénes somos; eso no hay que buscarlo, eso está aquí dentro, ahora, en los ojos de tu hermano, aún en el del asesino. Y solamente hay un lente para mirar ese Dios, es el lente del amor: es con el único que lo podemos reconocer, pero ese amor que es impersonal, ese amor que se entrega sin negocio, sin pedir nada a cambio, ese amor que no es una transacción, no es el amor en el que yo te doy porque me das o en el que yo te doy si me das, ése es el amor con condicionamiento; el amor incondicional es aquel en que yo te puedo decir: yo te quiero por lo que tú eres, yo te acepto como tú eres no como yo quiero que seas, no a mi imagen y semejanza, no con la máscara que te quiero poner, sino que yo te acepto como tú eres; pero, cuando yo te acepto porque eres bueno o porque te comes la sopita o porque me das besitos o porque me quieres mucho o porque llegas temprano esta noche porque te has manejado mal, todos esos condicionamientos: eso es un amor condicionado, eso no es el amor, así es muy fácil; qué gracia ésa: querer a quien nos quiere, en eso no hay ninguna gracia. Realmente cuando aprendemos a querer al que no nos quiere, al que no tiene la belleza que nosotros quisiéramos que tuviera; cuando queremos al que está elegante, al que tiene corbata, al político, al que nos hace bien, pero también al niño de las "favelas", al niño de la calle, al drogadicto cuando entendemos que está en la prisión de su crecimiento y que ese trastorno es simplemente la revelación de que tiene una aflicción en su alma, en su personalidad y que tiene un "sparring" más grande que nosotros: las dificultades en la vida son un "sparring" que la vida nos mandó. Yo digo que cuando mando al niño a la guardería, él aprende las primeras letras pero él también aprende los primeros virus, los virus no son una catástrofe, sin los virus el sistema inmunológico no se podría fortalecer, sin la enfermedad no podríamos crecer: la enfermedad nos hace humildes, nos hace dependientes de otros, nos hace confiar en otros, nos hace cuestionar los valores en la vida, nos hace replantearnos el sentido de vivir: la proximidad de la muerte intensifica la vivencia de la vida, la vida se manifiesta por pares de opuestos, por la ley de los espejos y los reflejos: tú no eres tú, eres el espejo en que yo me miro; cuando yo rechazo algo en ti, no es cierto que te esté rechazando a ti, es que tú me estás reflejando aquello que yo no he podido resolver en mí, lo que me hiere a mí no es el puñal, ni tu agresividad, es la resistencia que yo le opongo a eso.

   Cuando yo despierto, soy fluido, adaptativo como el agua que bordea la roca y acaricia la tierra, soy fluido como el bambú que se ve de una pieza pero que no es de una pieza; yo tengo muchas piezas: una pieza que es el cuerpo físico, otra pieza que es el cuerpo emocional, otra que es mi nivel mental, miles de millones de vidas asociadas correlativamente para que yo llegue a un objetivo, pero cuando yo armo esas piezas, soy como el bambú que pasa la tormenta y se agacha y luego se levanta erguido: esa es la ley de la fluidez, la ley de la adaptabilidad y del mínimo gasto de energía y de la flexibilidad. Cuando yo soy flexible no opongo resistencia, aquello que a nosotros nos enferma, aquello que nos hace daño no es aquello que nos hacen: es la resistencia que oponemos a lo que nos están haciendo, es porque sentimos, porque encajamos el golpe; si yo entro en resonancia con un golpe o con una agresión es porque yo soy esa misma agresión, es porque esa agresión estaba en mí, contenida, reprimida, disfrazada de sonrisa pero, de todas maneras, no resuelta, ahí está. Para despertar entonces, tenemos que utilizar el espejo de las relaciones, las relaciones son un espejo que nos señalan exactamente dónde estamos, dónde vivimos, cómo nos reflejamos, quiénes somos. Cuando yo tengo un conflicto con mi mujer, no es con ella, es con mi propio femenino, es con la imagen de la mujer que hay en mí, porque en el momento en que yo comprenda mi femenino, comprendo a la mujer. Y cuando yo comprendo no juzgo, cuando no juzgo perdono: yo no puedo ser el juez de nadie porque todos están en mí, la gente es una prolongación de mí mismo, es mi contraparte, es mi cara oculta, es mi sombra que se empieza a revelar. Así que el espejo de las relaciones es la gran oportunidad que yo tengo para aprender a conocerme. Alguien pregunta: "y bueno, ¿cómo conocerme?", no necesitas sino mirarte en el espejo de todos los otros, leer en el libro de la naturaleza, leer en los parques, en los ríos, en los animales, ver ahí un símbolo de la creación, de una proyección de ti mismo. Así vas a aprender a ver, y a ver que el Universo no es nada exterior, el Universo es una proyección de tu propia conciencia, y cuando el Universo cambia es que algo cambia en tu conciencia.

   Un día, cuando estaba haciendo el servicio rural en el Chocó, en la Selva, me encontré con una señora muy simpática -ahora la veo muy simpática pero en ese momento la odiaba porque era mi competidora-; es una vieja, se los voy a decir cómo la veía: es una vieja, gorda, sucia, fea, desorganizada, no de mi gusto estético, en todo caso, pero eso no era el delito, no era su delito el ser gorda y fea, vieja y sucia y todas esas cosas, pero, lo que para mí no tenía derecho, es a que estuviera compitiendo con el médico recién egresado de la Universidad; yo supe que hubo un niño que se fracturó y que se fue para el hospital de doña Aura, y en el hospital me daban ganas de reír porque era una cocina fea y sucia, con la leña metida adentro y con un "humero" espantoso, en una pieza oscura de polvillo, donde se entraban los zancudos, es decir, para un médico, peligroso, pero la gente lo llamaba "el hospital"; entonces, el niño que yo creía que debía ser enyesado y que había que hacerle todos los procedimientos médicos clásicos, se fue y allá doña Aura le puso emplastos de yuca, y lo hizo con sus manos sucias, rezos y todo eso, obviamente, desbordó mi orgullo de médico y yo sentí pues que había que atacar a doña Aura; lo retuve sin embargo, lo dejé guardado, ni siquiera en mi corazón sino en mi plexo solar; estaba ya al borde de una úlcera cuando supe de una epidemia de malaria y a muchos niños se los llevaron allá, obviamente yo salí como campeón, en defensa de la ciencia y de la salud y de la medicina y de todo eso, a promover una manifestación en el pueblo para exigir a doña Aura que respetara, que respetara la vida de los demás; bueno, y yo salgo a convencer a la gente y encuentro una sonrisa socarrona en todo el mundo, y me miraban como diciendo: "y éste qué piensa, pobrecito, no sabe lo que está haciendo", y nadie me respaldó; de todas maneras, aún todavía lleno de esa "santa ira" me fui para la casa de doña Aura, y me encontré a una señora que cocinaba, que le preparaba la comida a los pacientes, que le daba la comida a los pacientes, que permitía la compañía del papá, de la mamá, de los hermanos, que les echaba chistes y cuentos, que les hacía brebajes y oraciones y, de pronto, a mí se me olvidó lo que le iba a decir, y terminé ese día reunido con todos: con padres, madres, hermanos, con doña Aura, viendo la magia amorosa de esas manos prodigiosas; ya no vi a la señora regordeta sino que vi la luz amorosa que había en su corazón que se desbordaba a través de sus manos. Ese día yo empecé a aprender lo que se llama la lectura espiritual: la lectura espiritual no es ir a leer la Biblia, la lectura espiritual es leer en la vida porque la vida es espíritu, la etimología de vida es espíritu, el espíritu habita la vida, es leyendo la vida como se lee la historia de la evolución, la historia del Plan de la Creación, es leer en los ojos de la gente, en las manos de la gente, en su bondad y en su infinito amor es en donde nosotros aprendemos a leer espiritualmente el mundo, yendo más allá de las apariencias.
  
   A nosotros nos enseñaron a mirar las formas, entonces la gente vale lo que vale su carro, su chequera, su poder, y nosotros los medimos por eso y terminamos confundiéndonos con el vestido que tenemos o con la imagen que nos refleja el espejo, y si amanecemos menos atractivos en el espejo, ya ese día no nos queremos, y si de pronto conseguimos un vestido nuevo que está a la moda, nos sentimos bien importantes. Esas son ilusiones pues estamos dependiendo realmente de máscaras, de cosas externas, porque no somos transparentes, porque no miramos más allá de las apariencias. Cuando tú miras a alguien, ............. porque sólo estás viendo la máscara, y la máscara sólo se ve desde tu propia máscara, lo que estás viendo entonces es el reflejo de tu propia máscara, y nos enseña mucho. A mí me pasa todos los días: que hay personas que no me gustan, lo tenemos que confesar, hay personas con las que no quisiéramos estar, pero yo me demando: por qué no quiero estar con ella, si ella es una célula de esta humanidad, si es parte de mi mismo organismo, de mi mismo grupo. Ustedes se imaginan que el día en que las células de su estómago hicieran huelga contra ................................... : paralizarían el organismo!, pero es lo que hacemos todos los días en relación a otras células humanas: los estamos rechazando.

   Crecer entonces, significa aceptar que lo más importante en el Universo es la relación, que somos un Universo de relaciones ......... del Universo, al interior y al exterior somos un ser de relaciones, de comunicaciones, de información interior. Si yo no tuviera una relación conmigo mismo me perdería, no sabría quién soy, esa relación significa que yo estructure la información de mi cuerpo; en todo momento, inconscientemente, y no sólo a nivel de la conciencia, mi cuerpo tiene que saber dónde está mi pie derecho, mi pie izquierdo, ustedes se imaginan donde yo perdiera conciencia de dónde está mi pie izquierdo: me caería!, tiene que estar codificando miles de millones de informaciones que me relacionan con el mundo. En este momento hay informaciones de campos electromagnéticos, informaciones de mi voz, informaciones de mi sonido, informaciones de funcionamiento cardíaco, vascular, digestivo, informaciones que llegan de todas las Galaxias, que yo estoy procesando, y esas informaciones están simultáneamente en mí, y yo no me tengo que estar corriendo para un lado para procesar una información independientemente de la otra: todas están procesándose simultáneamente porque la inteligencia que vive en nuestro cuerpo, es una inteligencia relacional y la relación es la principal estrategia de la evolución, y la relación es el agente de la conciencia; para adquirir conciencia hay que ser consciente de la relación. Así como en la Física .............. y las cargas eléctricas, lo importante es el campo vacío que existe en las partículas ..........., es ahí donde se da la inteligencia de su interrelación, en esas líneas de campos se dan los canales de comunicación. Lo importante entre tú y yo no somos ni tú ni yo: es ese campo infinito de vacío y de múltiples posibilidades que permite el diálogo y el intercambio de información entre nosotros dos, que permite la comunicación. Cuando se da la comunicación se recrea la unidad de la dualidad, se recrea la síntesis; estoy haciendo yoga, estoy haciendo la ciencia de la unión: el "hata-yoga", el " ....-yoga" y el " .....-yoga" y el " .....-yoga" lo estoy haciendo en cada minuto de la vida si tengo conciencia. Cuando miro tus ojos y en tus ojos veo la luz y esa luz me produce devoción, estoy viendo también la danza de Shiva, estoy viendo la danza del Creador que se reproduce a través de ti y a través de tu luz. Cuando me conmuevo con una flor, con una planta, y en una flor y en una planta me conmuevo, estoy viendo una manifestación de esa infinita energía que me liga al Creador, estoy haciendo "....-yoga". Cuando me alineo, respiro profundo y dispongo mis ojos para escuchar y resonar desde mi cuerpo con toda tu voz, y dejar que tu música me atrape y haga resonar en mí tu propia sinfonía, estoy haciendo "hata-yoga", estoy alineando, estoy preparando mi violín, alineando mi instrumento, estoy siendo un resonador del Universo. Cuando te miro a los ojos y te comunico amor, estoy sanando tu sexto centro, tu sexto chakra, tu personalidad, y estoy haciendo la ciencia de la unión a través de la ciencia soberana de los centros y de la ciencia del "....-yoga". Cuando yo tengo un pensamiento amoroso hacia ti y busco la unión contigo a través de un escrito, a través de una carta, a través de pensamientos, estoy haciendo el "....-yoga", me estoy uniendo con mi alma a través de tu alma, porque mi alma y tu alma hacen parte de una sola unidad de conciencia, de la "Súper-Alma"; desde ese nivel de la conciencia nosotros somos uno solo. Cuando yo canto en la ducha, por la mañana, y expreso la alegría de mi corazón, estoy haciendo también el "mantra-yoga"; el "mantra-yoga" es la resonancia con el presente, con la vida, es la expresión de la alegría que viene del corazón.

   Lo sagrado no es lo que está ahí dentro, lo sagrado es lo que yo puedo vivir conscientemente dentro de la vida cotidiana, lo sagrado es despertar, porque cuando yo abro los ojos no puedo ver sino la luz y esa luz que yo veo afuera es el reflejo de mi propia luz; cuando yo veo el sol estoy viendo una proyección de mi sol interior, lo que pasa es que casi siempre voy ciego. Pero cuando yo estoy viendo mis sombras, me estoy conociendo: tengo que reconocer que solamente reconozco sombras cuando proyecto luz, mis sombras son mi propia luz la que las produce, por eso yo tengo que aceptar mi lado oscuro; si yo sigo huyendo de mi lado oscuro, si niego mi cara obscura, si niego mi ego, si niego mis impulsos, si niego mi inconsciente, estoy creando, estoy iniciando, lo que estoy produciendo es una esquizofrenia: si yo hipertrofio mi mente para negar mis emociones, si yo soy un gran científico pero le pego a mi mujer, lo que estoy haciendo es una esquizofrenia. El desarrollo tiene que ser armónico: yo me tengo que desarrollar con mi cuerpo, con mis emociones, con mis sentimientos, con mi mente, con mi alma, armónicamente, en todas las direcciones. Ustedes se imaginan una orquesta donde el director mueva la batuta y solamente suene un tambor y un violín y todos entren en tiempos diferentes, eso no es una orquesta ni se produce una sinfonía. El desarrollo tiene que ser armónico y sino es un desarrollo disociativo, esquizofrénico; en lugar de buscar la unión lo que hacemos es separarnos. Cuando yo creo que la evolución espiritual es sentarme en un cuarto, apagar la luz, meditar o soñar o ver pajaritos de oro, y luego, al cabo de los años sentirme mucho más importante que todos los otros, y tener lástima de los otros y separarme de los otros y desarrollar mi camino espiritual. Ese no es un sendero de crecimiento, ese es un sendero de disociación, ese es un sendero de crecimiento anómalo, eso es un cáncer, eso es una hipertrofia anormal de una parte de mi organismo. Tenemos que desarrollarnos armónicamente, absolutamente con todos los niveles de nuestro ser, entendiendo que en este "templo", hasta la última de las células está llamada a espiritualizarse: la espiritualidad habita en el átomo, habita en la molécula, habita en el fondo de la columna, habita en la base de la columna vertebral, en el primer chakra, en la sede del "kundalini": allí está el fuego de la vida, está el fuego latente del espíritu esperando que yo me despierte, esperando mi despertar. Todo ese potencial interior existe en nosotros pero solamente lo podemos reconocer desde el vacío, desde el ruido no lo podemos reconocer.

   Cuando yo abro los ojos y miro de frente al sol, me quedo ciego, es frecuentemente lo que nos ocurre frente a la vida espiritual: somos ciegos a la vida espiritual, porque si yo no reconozco el sol en mi interior no puedo ver el sol exterior, si yo no reconozco la luz en mi interior no puedo ver la luz exterior. Todo el tiempo que yo esté buscando el maestro, el maestro no va a llegar; cuando yo deje de buscar, deje el afán, el maestro va a venir a mí. La mejor manera de conseguir una cosa es renunciando a ella. La mejor manera de sanar es renunciar a los resultados de la sanación. La mejor manera de ser íntegramente, es renunciando a aquella recompensa que el ser nos puede ofrecer o nos pueda brindar. Quien no renuncia a la recompensa, no obtiene la verdadera recompensa que es la vida plena. La plenitud de vida es algo que proviene de una fuente interna, de un potencial infinito. Todo está en nosotros: lo masculino, lo femenino, lo vegetal, lo mineral, la memoria de la evolución, el camino del alma, todo está ahí, está al interior para que nosotros lo podamos descubrir, pero vivimos desde nuestra periferia; somos como -yo no sé si ustedes conocen esos juegos que de pronto yo una vez llevé a mi hijo, eso es bien simpático- una rueda que va girando y los niños se montan en la periferia y se caen, y vuelven y se suben, bueno, es la fuerza centrífuga, ellos juegan y descubren la fuerza centrífuga pero de pronto eso tiene unos radios y un niñito descubre que si se va para el centro, no se cae tan fácil y que se puede pegar del tubito central, pero todos los niñitos de la periferia se están cayendo. Nosotros podemos escoger vivir desde la periferia de nosotros mismos, pero eso es una vida muy peligrosa: apenas nos sostenemos y nos estamos cayendo en todo momento, o podemos escoger vivir en el ojo del huracán, vivir en el centro: en toda tormenta existe un centro de infinita paz, y en ese centro de infinita paz, por ejemplo en un huracán, se puede coger un avión y decir: "ah, el huracán, el ojo del huracán, para qué, las tormentas se dan en la periferia del huracán". Ese centro de infinita paz vive en nosotros, y esa paz, esa paz, es la condición esencial para que todas nuestras acciones tengan significado. Sin paz interior, sin contactar el ojo del huracán, ninguna de nuestras acciones es significativa. Alguien decía que la paz, que las acciones en la vida son como una gran cifra, con todos los significados que nuestra vida tiene, pueden ser simbolizados con una cifra; todas las acciones son los ceros de la cifra y el dígito es la paz; es decir, las acciones pierden su sentido, su penetración, su profundidad, si no tenemos paz interior. Todo aquello que yo hago con paz lo hago desde el centro, y desde mi centro yo transporto y transmito la vida; todo lo que hago sin paz lo hago desde la periferia, y desde la periferia son relaciones tangenciales.

   Despertar es conquistar el arte de relaciones centro a centro, núcleo a núcleo: yo no me relaciono ni por tus ojos ni por tu piel sino que me relaciono de corazón a corazón, de fuego a fuego, de núcleo a núcleo, y cuando una relación es céntrica y en un grupo la relación es concéntrica, yo alcanzo la verdadera comunión, la unidad, y estoy realizando el ritual de síntesis que es el ritual de la creación. Uno no procrea un hijo desde la piel o desde la periferia, debe haber penetración, la relación debe ser intensa, rítmica, céntrica, para que la alquimia y la explosión del Ying y el Yang que se unen, realicen el milagro de la fusión que es el milagro de la vida. La vida es un proceso creciente de fusión, de comunión, de integración en la que en los pares de opuestos se genera el hijo, se genera la conciencia, es una ciencia del interior de los seres, es la conciencia; la conciencia es la ciencia de los signos, de ese centro armónico desde el cual uno es total, del cual uno no está disociado, desde el cual uno se da con la vida, comparte la vida. Realmente esa es la manifestación del despertar, uno despierta, entonces, el corazón. Pero eso no ocurre solamente en la relación y en el hombre: la vida en la Tierra ocurre por el milagro de la fusión. Cuando ustedes ven, por ejemplo, la exploración de la energía atómica, hay dos métodos para liberar la energía de los átomos, uno es la fisión, rompiendo el átomo; ese ha sido hasta ahora el método oficial de ......... : yo me separo, yo me arrimo, yo formo un país, yo formo fronteras, yo cierro las fronteras económicas, yo hago el Pacto Andino para cuidarme de estos y de los otros y de los de más allá, yo hago la guerra en la frontera con el Ecuador, en la frontera con el Perú, yo no me dejo invadir. Todo ese tipo de cosas están ocurriendo. Luego, la guerra de las Iglesias: surge todos los días una nueva parroquia para demostrar que mi Dios es mejor que todos los otros, que los otros están equivocados, tratan de redimir a los que no tienen fe y a los que no creen y tratan de meter en una camisa de fuerza a un Dios pre-fabricado a imagen y semejanza de mis creencias; pero no ese Dios que perdona, amoroso y universal, sino ese Dios guerrero que castiga, que separa, que permite la injusticia, y es más, patrocina la injusticia. Entonces vamos creando fundamentalismos y pequeños capítulos, pequeños cubículos donde nos encerramos a adorar una imagen de Dios simplemente pre-fabricada a imagen de nuestras conveniencias. Sin embargo, ese es el método de la fisión, el método de la fisión produce ruido y contaminación, es la energía atómica tal como la entendemos en este momento: rompemos el átomo, sacamos el núcleo, liberamos su energía, lo destruimos y nos beneficiamos de esa energía destruyendo la naturaleza. Rompemos el hombre, lo separamos entre Norte y Sur, entre Oriente y Occidente, entre los ricos y los pobres, entre los de arriba y los de abajo, en castas; y cuando nosotros hacemos eso estamos liberando energía, es cierto, es energía pero es una energía tóxica, es una energía que deja huellas y que genera agresividad. Lo que está pasando en Yugoeslavia y en muchos sitios del mundo, las antiguas guerras raciales son las antiguas heridas abiertas en la gran memoria de la humanidad ahora que han tenido la oportunidad de manifestarse, otra vez se manifiestan como separatismos. Pero el método de la fusión es el método solar, es el método de la evolución: en el sol dos núcleos de hidrógeno se unen, se juntan para generar el núcleo de helio y el helio genera el hidrógeno, y el hidrógeno y el helio generan "forclusión" que es el proceso de creación de todos los otros elementos de la tabla atómica; todo partió de una sola implosión desde el comienzo. Nosotros somos hijos de la vía de evolución emprendida un día por el átomo de hidrógeno espiritualizado, es eso, es el elán contenido en el núcleo y los electrones del hidrógeno que en este momento hace posible el milagro de la química orgánica en nosotros: del carbono, del hidrógeno, el oxígeno, el nitrógeno, los neuro-péptidos que transmiten en los iones las moléculas, la enzima, la hormona del crecimiento; están permitiendo en nosotros el crecimiento de la creación a través del método de la fusión: la fusión genera la luz y el calor del que se alimenta la Tierra, el Sistema Solar. Esa fusión genera la luz y el calor del que se alimenta ese centro que conocemos, ese tejido que conocemos como la humanidad. Nuestra esencia es la unión, nuestra esencia es la fusión, nuestro destino es la unión. Realmente es a eso a lo que se refieren todas las tradiciones, todas las religiones del mundo, la verdadera ciencia en el mundo, la verdadera medicina, lo que proponen es una unión.

   Despertar es ser consciente de la necesidad de unirse y no sólo para sobrevivir sino para que la vida tenga un sentido de vivirse, para que haya calidad de la vida. Absolutamente nada tiene sentido en sí mismo, una partícula no es, desde el punto de vista de la física reciente: una partícula es un patrón de relaciones, esta mano es esta mano porque está aquí, si estuviera acá sería una antena y yo sería un marciano, dejaría de ser una mano. Eso suena absurdo, ¿no?, es chistoso, pero las cosas son lo que son por la posición que ocupan en un orden relacional, no son otra cosa. Nosotros no somos mecanismos, no somos sistemas cerrados, por eso no estamos regidos por la ley de ............., las leyes de la física. Frecuentemente, cuando hablamos de medicina, pretendemos resumir al hombre en leyes de la física, y nos confundimos: el hombre es mucho más que ciencia y más que física, es conciencia, él está sometido a las leyes del alma, a las leyes del espíritu que trascienden con mucho las leyes de la física, no podemos meter todo en la camisa de fuerza de la ciencia. En ese sentido, el hombre y la vida son sistemas abiertos, los sistemas abiertos son sistemas indivisibles, no los podemos dividir: ustedes agarran un reloj y lo vuelven a armar, pero si a mi me sacan el corazón y el hígado y el riñón, aunque me vuelvan a armar ya no soy el mismo, porque han matado lo más importante que hay en mí que es el patrón de relaciones, y ese patrón de relaciones es nutrido por la fuerza de la vida que se da en mí; en mi hígado para que esté yo, habita mi alma, lo que dirige la fuerza que circula a través de la red relacional del organismo dándole totalidad, unidad, integridad, indivisibilidad, es el alma, eso es realmente lo que me vitaliza: el alma es el agente de la conciencia, es lo que ve por mis ojos, lo que oye por mis oídos, es lo que ama en mí, lo que vive en mí, lo que es permanente, es mi memoria permanente, es mi futuro, es mi pasado, pero eso es una alegoría: en el alma todo es presente total.

   Hay historias muy simpáticas, a mi me gusta contar la del ciego -ciego de nacimiento- que se murió, fue declarado clínicamente muerto pero logró regresar, hicieron unas maniobras de resucitación, y cuando él regresó describió el color de la corbata del que le había hecho la maniobra de resucitación, exactamente describió todo el ambiente en el que había estado. Lo que en uno ve es el alma, el ojo es la cámara realmente, pero el agente de impresión en uno es el alma, y el alma no está allá arriba en la estratosfera; a veces por comodidad la vemos tan lejos que la dejamos allá que se ocupe de sus asuntos y nosotros acá con nuestras maravillas; el alma está en cada célula, en cada átomo, nos interpenetra, nos inunda con su vida amorosa; el lío es que muchas veces no la sentimos y esa es la mensajera de la relación y de la unión en nosotros. Así tenemos entonces que todo en la evolución va hacia la unión, va hacia la síntesis, que despertar es adquirir conciencia de esa síntesis, que la única energía que existe en el mundo es la de la des-separación: no es un mundo separado, es un mundo de inter-dependencias; conquistar la libertad no es aislar, es juntar; el hombre alcanza su verdadero sentido y su verdadero propósito cuando se une al otro, cuando es uno con el otro, ahí es cuando adquiere verdadero sentido nuestra individualidad: el ideal del individuo es darle su papel en el seno del grupo humano, esa es nuestra vía clave, por eso alcanzamos la libertad cuando empezamos a servir, y cuando empezamos a servir impersonalmente, amorosamente, y cuando conquistamos el amor impersonal, realmente le estamos dando la plena dimensión a nuestra individualidad. La paradoja de la vida es que liberarse no es individualizarse, liberarse es unirse desde el centro del fuego amoroso de la relación, -nos redime- eso es liberarse. Liberarse no es separarse, no es hacer límites, no es hacer una nueva frontera, no es irse como un anacoreta y aislarse de la humanidad y vivir allá afuera en la montaña, no. Liberarse es liberarse desde el centro del corazón del hombre, liberarse es salirse de la propia prisión que nosotros hemos elaborado. Una diferencia entre un prisionero convencional y el hombre que despierta, es que el hombre que despierta sabe que él es el prisionero y el carcelero, sabe que él tiene las llaves, esas llaves se llaman: la relación, la síntesis, la unión; yo tengo las llaves para salir de la cárcel porque yo mismo elaboré esa cárcel, esa cárcel es vivir de la programación del pasado, es vivir de creencias y condicionamientos y de quejas, esa cárcel es la de los roles, ah!, todos los días nos metemos en la cárcel de los roles: yo soy un médico y me pongo la blusa blanca, y me meto detrás de un escritorio y me disfrazo de médico, pero se me olvida quitarme esa blusa del alma cuando me voy pa' la casa, y en vez de ser el padre tierno y amoroso, sigo siendo el médico y a mi esposa no le veo sentimientos sino trastornos hormonales, y sigo disfrazado: eso no tiene sentido! Yo tengo que ser el papá amoroso a la estatura de mi hijo cuando estoy con él, yo tengo que ser el médico amoroso cuando estoy con mi paciente, pero yo tengo que ser el artista, el músico, el poeta, el loco, el que merca, el que fluye con la vida, el que es cascada y cae cuando hay un precipicio, el que es remanso y barre, el que deja reflejar el sol y la luna, el paisaje, el que nutre las semillas, el que nutre la tierra, el que se admira del milagro de la florecencia de la vida. Pero eso tiene que hacerse desde mis des-condicionamientos, si yo no me des-condiciono, si sigo anclado al pasado, soy una estatua de sal. La historia de Lot es muy linda, de la Biblia es de las que a mí más me gusta pero nosotros nos reímos de la Biblia porque: cómo así que es el que miró para atrás a Sodoma y Gomorra y se convirtió en una estatua de sal; eso es quedarse anclado al complejo de culpa, es no perdonarse; quien no se perdona se vuelve una estatua de sal porque se queda congelado en su pasado: el hombre tiene que aceptar su pasado y conocerlo pero no para quedarse en él, tiene que tener la humildad de reconocer que "metió las patas" y que cayó pero no para quedarse ahí y luego lamentándose y llorando -ahí está la estatua de sal-, sino para reconocer humildemente sus errores, aprender de sus errores y verlos como un "sparring" en la vida.

   El éxito y el fracaso son dos farsantes, los dos son dos farsantes: ni el uno ni el otro tienen mayor importancia que la lección que nos dan en la vida, ambos son una ilusión. Cuando yo me quedo en el éxito realmente estoy tan congelado como cuando me quedo en el fracaso. Ni el éxito ni el fracaso: yo soy lo que soy. Un día soy semilla, otro día soy simiente y silencio, otro día soy florescencia y soy fruto, pero si la flor se quedara en la flor se congelaría y se acabaría la creación, y se acabarían las estaciones, las cosechas y las siembras. Uno no se puede quedar adorando la flor que hay en uno: si la flor no se vuelve semilla y no se vuelve fruto y no se sacrifica a otros, y no crece en el vientre oscuro de la tierra y no multiplica su cosecha, pierde su sentido. El sentido de una flor es volverse miles y millones de infinitas flores en el curso de la evolución, a través de la renuncia a ser flor, perfume y color, y admitiendo  la lección humilde del sembrador o de la semilla. Realmente eso es despertar: admitir que nosotros no somos uno, somos una síntesis, somos un organismo, pero es la diversidad la que garantiza nuestra integridad. Si no admitimos nuestra diversidad: nuestra diversidad económica, política, cultural, como hombres, no podemos ser íntegros. La integridad y la verdadera armonía interior parten del reconocimiento de mi diversidad. La integridad del hombre -culturalmente hablando- parte del reconocimiento de la diversidad, es la diversidad nuestra gran riqueza. Nosotros lo hemos confundido: hemos vuelto a la diversidad un motivo de pelea y es nuestro gran orgullo, nuestro motivo de unión: si no hay dos huellas digitales que se asemejen,  si no hay dos moléculas de ADN que se asemejen entre un hombre y otro. Si tenemos una individualidad física, también tenemos un genoma, un ADN, una "huella digital" en nuestra personalidad que nos hace únicos e irrepetibles, cada cara es única e irrepetible, aún en gemelos idénticos podemos reconocer eso. Los campos de conciencia que emitimos son únicos e irrepetibles, es esa originalidad lo que le da fuerza a nuestra vida, lo que le da sentido a nuestra vida; nosotros somos absolutamente necesarios, cada uno de nosotros donde estamos y como estamos, en el Plan de la Creación. Y mientras pretendamos ser como el otro, mientras tengamos modelos externos que nos impidan ser aquello que realmente somos, no vamos a poder crecer. Integrarse es reconocerse en la diversidad, es reconocer mi lado oscuro y mi lado claro, es reconocer -en cierta forma- el ángel y el demonio que se mueven simultáneamente en mí, es reconocer que en mí hay negro pero también hay blanco simultáneamente, que en mí se mueven los pares de opuestos, que en mí hay un hombre fiel y también hay un don Juan, que yo tengo que liberarlo; tengo que aceptarlo y reconocerlo si los quiero hacer crecer. Es reconocer que yo soy un producto de la interacción entre eros y logos, cuyo teatro de lucha es el ego, es lo que yo llamo el "yo"; en ese teatro lucha el alma con el discípulo, con la personalidad, y de esa lucha que es realmente la lucha mítica, descrita por todas las religiones del mundo, sale esa síntesis permanente, única, irrepetible, que solamente se puede ubicar en el ahora y el aquí, que es lo que llamamos el yo. El yo es un vector de síntesis: yo no soy hoy lo que soy mañana, si yo fuera hoy igual, mañana no podría estar creciendo, me hubiera quedado congelado. Estoy avanzando, estoy creciendo, pero para crecer, entonces tenemos que reconocer al eros, a nuestro inconsciente, nuestro pasado, nuestros impulsos; esa es nuestra fuerza, sin esa fuerza no valdría la pena vivir: lo que me da el ánimo, el impulso, el entusiasmo, la carga magnética para realizar una cosa, es precisamente esa fuerza profunda que nace desde mi inconsciente y que yo no puedo olvidar; si yo rechazo esa fuerza soy un "medio-hombre", entonces esa fuerza debe transformarse en logos: logos es el plan, es la belleza en mí, es la creación, es el arte, es la ciencia, es la religión, es la filosofía; y eros es la bestia, es el impulso animal; pero la ciencia, el arte, la filosofía y la religión tienen que tener la fuerza y el impulso transmutado y transformado, de eso que en mí vive y que es reprimido de eros. Así es como construimos el ego, el ego se construye a partir de la unión entre el alma y la personalidad, entre el inconsciente y el súper-consciente, de esa síntesis permanente entre el ser y el deber ser, entre mi pasado y mi futuro, surge el eterno presente, ese eterno ahora; es el único momento en que el amor se puede manifestar. El amor solamente tiene un tiempo: el amor no tiene pasado, el amor no tiene futuro, el amor tiene un tiempo universal: su único tiempo es el tiempo presente, es el "ya", el que persiste, ni antes ni después, porque el amor no puede poseer, el amor libera, porque poseer se ancla al pasado, lo que se añora se ancla al futuro; el amor libera porque vive en presente, es lo que llamamos el presente universal. El arte de amar es el arte de liberar, el arte de liberarse es el arte de unirse por el centro, el arte de unirse por el centro es la ciencia de la unión, es el yoga; el yoga no es otra cosa, lo que pasa es que tenemos que hacerlo cotidiano, hacer nuestra vida al cotidiano.                                       
   Bueno, vamos a hacer un pequeño ejercicio en el arte de la unión. Vamos a ponernos de pie, se desplazan un poquito hacia adelante todos, vamos a ocupar ese espacio. Bueno, todos así, hacia adelante, ...que la ciencia de la vida es la ciencia de la relación, de la comunicación y para eso hay que relacionarse. La relación es un asunto de ritmos: cuando yo hablo, según el canon de frecuencia, es ritmos, cuando respiro son ritmos, el corazón se mueve según ritmos, toda la vida son armonización de ritmos. Cuando yo quiero comunicarme con alguien debo activar los ritmos, es decir, debo estar en un estado de excitación, si no hay excitación, si no existe, uno no libera electrones y no se comunica. Entonces, vamos a entrar en un estado de activación y de excitación. Nadie va a mirar a nadie, nadie se va a sentir observado, todo el mundo va a estar centrado en su conciencia. Esto no es para juzgar, vamos a ser profundamente respetuosos. En estos ejercicios, si alguien nos parece ridículo, si alguien nos parece que no lo está haciendo bien: somos nosotros, nosotros mismos los que nos estamos reflejando ahí. Entonces, no tengan un sentimiento de absurdo, que es uno de nuestros grandes temores que tenemos y que nos impide ser. Permítanse fluir, ser como niños, hacer el movimiento como quieran hacerlo, con un profundo respeto y tolerancia respecto del otro: si el otro se ríe o grita o llora, no importa, es porque lo está haciendo bien. Entonces, vamos primero a vibrar, esa vibración se hace con el resorte de las rodillas, ustedes doblan ligeramente las rodillas y empiezan a vibrar, dejen que su cuerpo vibre durante unos cinco minutos. Ojos cerrados, si cierran los ojos se van a concentrar mucho mejor, y sientan las vibraciones de su cuerpo, activen el cuerpo, así ustedes van a homogenizar, a quitar mucho de las tensiones, de los complejos.  Y brinquen, simplemente que sus rodillas sean resortes y que ustedes puedan rebotar libremente sobre las rodillas. Liberen las manos, las manos están libres, los ojos caen, las manos se mueven mientras rebotan, puede ser una vibración más lenta, más rápida. Eso, todos bien concentrados.

   El rey Luis XIV tenía un aparato para hacer esto que se llama el "Trebouchoir", que era el "Temblador", entonces cuando él estaba muy tenso, su médico lo ponía en ese aparato de resortes y él se ponía a temblar todo el cuerpo, movilizaba todo su cuerpo y entonces ya podía tomar sus decisiones; ya saben qué tipo de decisiones tomaba Luis XIV! no son ni buenas ni malas, son decisiones. El descubrió eso porque él se mejoraba cuando iba a caballo por el pavimento en París, en las calles de París empedradas, él se despertaba, y cuando el caballo saltaba, la carroza se movía y a él se le quitaba el dolor en la columna que le daba cada vez que tenía que tomar una decisión: tenía miedo de tomar la decisión y metía el rabo entre las "patas", como los perros -eso es según nosotros-. Para no tener miedo y no tener el rabo entre las "patas", es que nos sacudimos y permitimos que la energía vibre como debe y circule. Muy bien. Ahora vamos a parar un momentito, vamos a seguir la vibración. Vamos a tomar conciencia de nuestro cuerpo y vamos a sentir cómo el cuerpo sigue vibrando, cómo se está moviendo: sientan esa vibración en sus rodillas, en sus pies, en sus muslos, asciende por su columna, más allá de la piel -los que logren sentirla-, experimenten la sensación de la unidad que la vibración les otorga. Bien, ahora abrimos los ojos. Me van a mirar. Ya ustedes están un poquito excitados. Si yo pudiera describir su campo de energía: ha aumentado 30 o 40 centímetros; el grupo es mucho más homogéneo, simplemente porque han brincado, no han hecho nada... esto es espiritual también: pulsa, brinca, el corazón brinca, los planetas brincan, todo brinca. Hay que revisar la capacidad de brincar por los niños: ustedes ven el placer que los niños obtienen al brincar.

  Eso es un ritual de la vida el brincar: el que no brinca no crece, yo por eso..., yo no brinqué mucho. Brincar es saltar de orbital, cuando yo cambio de orbital, cuando yo cambio de órbita libero un fotón, libero luz, esa es la clave de la relación: para hacer el amor tengo que estar excitado, sin excitación no se puede hacer el amor, no se puede hacer el ritual de la unión, pero esa excitación es igual con la pareja o con Dios: para yo aproximarme a la unidad en mí tengo que estar excitado, la excitación se llama "la ardiente devoción", si yo no tengo una ardiente devoción por mi mujer no me puedo unir con ella; pero así como nos apasionamos por la mujer, nos podemos apasionar por el alma: al alma la debemos querer con pasión, esa pasión para el alma ya no es pasión sino aspiración y es lo que los Yoguis conocen como la "ardiente aspiración", la ardiente aspiración es el ardiente deseo de conocer al maestro interior y eso solamente lo podemos hacer desde un estado de conciencia excitado como el de los místicos cristianos: ustedes recuerdan como San Juan hablaba al amado o a la amada, refiriéndose a Cristo, a la conciencia Crística, a la luz del alma; cómo eso ha sido fuente de inspiración poética, eso es un estado de excitación.

   Bien, así como lo podemos obtener con el cuerpo -los niños son maestros-, lo podemos obtener con la respiración; la mejor manera de liberar tensiones, esas tensiones las acumulamos debajo del plexo solar: por eso nos arde el estómago, por eso tenemos gases, por eso tenemos dificultades digestivas, úlceras, problemas de hígado, de vesícula, todo ese tipo de cosas, pero no por lo que comemos, sino por las tensiones que retenemos. Cuando uno necesita liberar, empieza a hacer esto: empieza a suspirar, y de pronto se atraca y empieza a bregar al aspirar; ustedes ven cuando un niño empieza a botar el "taco" que tiene, a reconocer su error o a estar triste por el castigo, él empieza a suspirar: ese suspiro es un energético muy ancestral, es muy ancestral pero es el mejor acto para liberar el diafragma; cuando se está muriendo ............, es cuando el diafragma pierde su movilidad, nosotros perdemos nuestro ritmo y nuestra conexión interior. Entonces ahora, sin ningún sentimiento de vergüenza, vamos a permitirnos ser niños, ser niños y vamos a suspirar, por nada, no importa que sea por nada: si alguien tiene algo por lo que debe suspirar, con mucho más razón, y dense el permiso de llorar, de rodar lágrimas, a mí también se me ruedan las lágrimas a cada rato; si les ruedan lágrimas, mucho mejor, porque las lágrimas enjuagan el dolor, las lágrimas tienen una virtud terapéutica. Entonces ahora, en vez de temblar así, lo vamos a hacer desde el diafragma, vamos a mover el diafragma suspirando, la forma de hacerlo es que ustedes cuenten hasta cinco, así: háganlo con sonido, debe ser con sonido, que suene, nadie se va a burlar de ustedes: que lloren, en fin. Vamos a liberar toda esa carga contenida en el diafragma, vamos a tratar de hacerlo. Empezamos ya. Cada quien a su ritmo, síganlo haciendo todos, con los ojos cerrados, nadie va a tener los ojos abiertos (como 3 minutos).

   Esperen, vamos a parar un momentito: ustedes son unos tramposos, todos son unos tramposos. Miren: cuando yo me pongo la máscara y suspiro, me pongo la máscara y suspiro, me río... (alguien llora con fuerza), si, eso es muy lindo, es muy lindo: abrázala, abrázala, abrázala mucho, eso, está esperando eso de ti, abrázala, dale mucho amor, abrázala; ven, sube, súbemela, súbela por allí, súbela, eso, vamos a subirla. Ella hizo muy bien el ejercicio, todos los otros son unos tramposos, se pusieron muy bien puesta la máscara. Ahora ustedes me van a ayudar: es la energía de ustedes la que va a ayudar a sanarla, esa es la unión; van a respirar, cuando ustedes respiran aumentan su nivel de energía y permiten que el dolor, eso es un dolor del alma, del inconsciente, de eros, que tiene que salir, démosle la oportunidad que salga, acompañémosla con mucha seriedad, con mucho amor y todos empezamos a respirar en esa forma; cuando respiramos en esa forma, ascendemos nuestro nivel de energía, y dejémonos tocar también nuestro dolor, no nos pongamos la máscara, que nuestro dolor sea removido, que se toque, eso; todos respirando en esta forma: (respirar y suspirar). Ya está subiendo tu energía, sigue suspirando, sácala, sácala, sácala, así. Muy bien, muy bien. Bueno, ahora vamos a tomar su imagen, la imagen de ella en nuestro corazón, llevemos esa imagen al corazón, envolvámosla en luz rosada y démosle mucho amor; vamos a unirnos con ella y vamos a acompañarla en su dolor, que es la oportunidad que tiene para crecer. Bueno, ahora vas a decir, tú vas a decir en voz alta: "No quiero, no quiero". Yo les explico ahora la razón de todo esto: esta es una técnica de psico-síntesis y de ........... profunda. Aquí empezamos por la parte final del Seminario, eso es muy bueno, que empecemos por el final. Tú vas a decir: "No quiero" (lo dice), eso, con toda el alma, lo vas a gritar: "No quiero", (lo grita) Eso! (lo grita como 5 veces), Así, así. Eso, eso. Ahora, vas a sentir el amor de todos en tú corazón, te vas a sentir abrazada y acariciada y vas a decir: "Quiero", "Quiero amar", vas a suspirar profundo diciéndolo desde tu corazón, vas a repetir: "Quiero amar" (lo dice), "Quiero amar" (lo grita varias veces). Eso, eso. No hay que dejar que colapsen; cuando alguien ................, es muy lindo, es muy honesto, es muy valiente; hizo las cosas como las deben hacer: ha liberado su dolor, lo ascendido a su corazón; tenemos que permitirnos que el dolor fluya; tenemos el amor, tenemos que reconocer esa otra ribera de la vida.

   Entonces, ahora vamos a acompañarla en este ejercicio, ese es un ejercicio para que la luz del alma, la luz de la mente, inunden todo su vehículo sacudido por la tormenta emocional; entonces ella también lo va a hacer. Vamos a hacer lo siguiente: inspiramos profundo, movemos primero el abdomen, luego el tórax; espiramos lentamente y mientras espiramos visualizamos una ola de luz que va descendiendo desde la cabeza hasta los pies. Inspiramos, espiramos. Miren, es  normal, es totalmente normal, es muy bello lo que sucede, no tiene absolutamente nada que ver con algún evento para-normal, los espíritus ni nada; es el espíritu humano que empieza a liberarse de su dolor, que empieza a ascender a su corazón y a verbalizar, es lo que todos necesitamos. Ojalá la vida nos regalara la oportunidad de gritar o de llorar; eso son todos los gritos: el dolor que tenemos, que la vida no nos ha dado la oportunidad de expresar. No colapsen, están colapsando mucho: se ponen tiernos y profundos también; no colapsen: concéntrense en su respiración; tú también te vas concentrar en la respiración: inflas el estómago, luego el tórax, emites lentamente: cuentan de 10 a 1 y van bajando luz naranja desde su cabeza hasta los pies, vamos, así (lo hacen unos 3 minutos).

   Esa unidad del hombre tiene múltiples anillos, esos anillos se llaman los anillos de energía o las corazas caracteriológicas; muchas veces un asma es un grito contenido que no se pudo expresar, y la principal coraza que nosotros hacemos es en el tórax: eso es como una manera defensiva para no afrontar el dolor de la vida, para no afrontar el dolor de la relación, escondemos todo eso acá y eso se vuelven nuestras enfermedades, después asume el nombre de cualquier dolor, de cualquier enfermedad, pero es eso. Ella lo que estaba haciendo, y lo que ha hecho, es un muy bello proceso, que es un proceso de liberación de una coraza muy dura que tenía contenida a nivel de su tórax y que se está liberando. Esa es la unión, ella alcanza la unidad; posiblemente aquí es la energía del grupo, ustedes la sanaron; esto no ocurre sola, ni en un psicoanálisis, ni en un tratamiento convencional: ocurre en el milagro de conjunción de un todo en donde la energía es mucho más poderosa; y eso da la oportunidad: lo mismo se puede sanar por ustedes que se conmueven con ella; si no estuvieran conmovidos con ella, si ustedes no tuvieran en ella un espejo de su propio dolor, entonces esto no serviría; ustedes se conmueven y emiten su solidaridad, su unión, entran en comunión con ella, y al hacerlo, realmente la están sanando; posiblemente aquí nos estamos evitando años de dolor, años de sufrimiento.

   Eso, lo que acabamos de ver, se llama la energética nuclear, la energética, cuando toca el corazón que, generalmente, -como les digo- ocurre al final de los Seminarios, hoy ocurrió muy temprano, seguramente porque ustedes tienen el corazón muy limpio. Bueno, sentémonos. Algo muy serio, ustedes ven que es algo serio, que toca profundamente, la energética del grupo, la energía del núcleo. Somos unos bandidos: nos reímos para no llorar, eso es lo que todos hicimos al comienzo, estábamos sonrientes, tranquilos, como quién dice: "no me dejo congelar, no me dejo congelar"; así estábamos todos, pero una vez que tenemos un solo espejo transparente delante de nosotros, y vemos nuestras lágrimas y nuestro dolor allí reflejado, que es el dolor de ella, es el dolor de la humanidad, el dolor de cada uno de nosotros; cuando lo comprendemos, entonces ya es nuestra cara, no está sonriente, no sólo con respecto a ella sino con respecto a nuestro dolor. Algunas veces lo logramos, otras veces sale, a veces sale de una manera muy explosiva, hay que manejarlo, si no se tiene experiencia en el manejo, no se debería hacer porque hay gente que se desborda y ese desbordamiento, digamos que es normal, y después se abre, pero tiene que tener un límite, hay que guiarlo. El último ejercicio que hicimos, la luz naranja, nos sintoniza con la mente universal, nos sintoniza con el cuerpo causal y con el alma, y desde allí es posible sanarlo todo. Cuando ha habido un torbellino alterando las emociones, entonces enviamos la luz naranja para que esas emociones sean permeadas hasta el fondo del cuerpo, desde la luz del alma; pero eso no solamente lo hice yo, eso lo hicieron ustedes, sin darse cuenta lo hicieron: todo el dolor de todos que no afloraba, salió a través de ella, digamos que ella es el órgano de su dolor y del dolor de todos, porque eso nos muestra que realmente no estamos separados: hay un plano de la conciencia en que estamos tan infinitamente unidos que ella representó el papel del corazón de todos y el dolor de todos, y por eso la debemos querer infinitamente: ella ha sido como nuestro médico, no he sido yo sino que ha sido ella el médico que ha permitido que todas las energías drenen; miren que es eso lo que llaman la ciencia de la unión: aquí nos hemos unificado con el dolor, no para quedarnos en él sino para afrontarlo, transmutarlo, hacer que sea como nuestro fuego, aquello que nos puede templar. Después de vivir el dolor y aceptar el dolor, nos manejamos mejor, nos volvemos más templados, nos volvemos más fuertes. Bien, ahora hagamos un pequeño reposito, si, para que se relajen, se distensionen, todo ha sido un momento de mucha tensión: durante cinco minutitos nomás, salgamos al jardín que es muy lindo y volvemos. Un momentito, ¿si?



Pregunta: ...yo sentía como un dolor en la pierna...
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Respuesta: Dolor en la pierna, si. Muchos sintieron algo y me   ---------  dicen: yo me reí, me puse la máscara inicialmente pero, a la hora en que estaban sintiendo el dolor, querían no sentir ese dolor; después yo sentí el dolor: se me bajó la presión, se me pusieron las manos frías; toda su crisis emocional y ya en este momento me siento transparente; conquistar la transparencia es aceptar el ser que hay en nosotros, aceptar lo que somos, querer lo que somos: que la angustia, ese ser adolorido, ese niño herido que hay en su interior; acariciémoslo, dejemos que salga a flote con sus heridas y muy tiernamente, sanémoslo, querámoslo porque ese niño tiene que salir y enternecer nuestros corazones para liberar nuestra vida. Bueno, cinco minutitos vamos a descansar un ratito allá en el patio, afuera.

   Despertar es alcanzar conciencia de sí. La conciencia de sí es el medicamento más importante que nos ha regalado la Naturaleza. El problema del .......... es no saber quién es: no sabemos a quién tenemos adentro, buscamos afuera lo que no somos, lo que no se nos ha perdido entonces, y al no saber quiénes somos no sabemos tampoco dónde estamos, y al no saber dónde estamos no sabemos a dónde vamos, y al no tener dirección, nuestra vida no tiene sentido, -ni propósito ni sentido- y al perder el sentido de vivir se generan tensiones y vacíos al interior que nos dan más vacío, tanto a nivel personal como a nivel social. Todos los ideales se mueven en la recompensa que da el mundo interior; cuando no tenemos ese mundo interior, empezamos por nuclear una unión exterior, por ejemplo, la unión interior con su dulzura en mi vida: si yo no tengo dulzura en mi vida, busco el azúcar, busco las golosinas, los dulces, todo eso, y trato de llenar con comida un vacío que es vacío de afecto; los vacíos de afecto no se pueden llenar con comida: terminamos gordos y más vacíos todavía; o tratamos de llenar con drogas algo que simplemente es vacío de sentir la vida; cuando estamos muy generosos: un sentimiento de expansión, cuando estamos mal tenemos un sentimiento de contracción y de vacío. Esos sentimientos se empiezan a generar en la primera infancia y se llama el cuadro de desarrollo: el cuadro de desarrollo consiste en que yo aprendo a que mi acción sobre el mundo transforma el mundo, en eso consiste, es decir: yo aprendo que tiene un sentido hacer algo, porque eso que hago produce transformaciones en mi mente. Así que el niño, el primer reflejo importante en el niño, es un reflejo especial, particular, es un reflejo global que abarca todo el cuerpo y se llama el reflejo de ..........: ustedes estimulan al niño, lo mueven súbitamente, y su movimiento es que se abre: abre las manos y después cierra; es el movimiento de abrazar: el reflejo más importante que el hombre tiene es el reflejo de apertura para abrazarnos, nos expandimos; pero normalmente, con la vida, vamos haciendo esto: nos vamos encogiendo, nos vamos tornando sobre nosotros mismos, vamos retornando a esa posición fetal como si añoráramos el silencio de la vida uterina, cuando había mucho más paz, cuando la interacción no era dolorosa. Cuando el niño nota que tiene el pañal mojado, la mamá amorosa va y lo cambia, pero eso no es solamente ese intercambio de servicios: es una experiencia de aprendizaje única y feliz, porque el niño aprende que basta llorar para que el mundo responda; pero cuando al niño le cambian el pañal a la misma hora, independientemente de que llore, pues llora: él sabe que su demanda no tiene respuesta, él no obtiene la respuesta que está buscando y entonces se hace autista: muchos de nosotros somos autistas, somos indiferentes, tenemos una coraza muy dura porque, como la vida nos enseñó a que si hablábamos muy fuerte, nos daban una palmada o nos pegaban, no nos respondían; entonces, preferimos callar, preferimos no comunicarnos con la vida y vamos cargando esa armadura, esa coraza, quizá toda la vida, ese lastre que nos impide ser. Por eso las experiencias del dolor son muy importantes, estas cosas que vienen de la primera infancia, y no son responsabilidad de nuestros papás, es decir, no hay que buscar chivos expiatorios: el papá, la mamá o el amigo; eso es realmente producto de nuestra educación y de las circunstancias de nuestra educación, no podemos juzgar a nadie por eso; es la imaginería del padre o la madre que existe en nosotros, que se sigue expresando a través del dolor.

   El ritual del desarrollo consiste en que cuando tenemos a la madre y nos da el seno, pero dar del seno es la expresión fluida y material del amor, es la concretización del amor, el amor debe volverse una sustancia material que se traduce en contacto blando, en la leche, en la caricia; el amor tiene que ponerse en movimiento para que sea amor, el amor no puede ser una potencia, el amor tiene que ser también una acción y una realización: el servicio amoroso es el amor en acción, y ese servicio está bien simbolizado en el ritual de la madre que alimenta a su bebé a través del seno. Ese es el ritual de la vida: ahí bebemos leche de la Vía Láctea, nos ponemos en contacto con el Universo; el seno es un símbolo del corazón y el corazón es un símbolo del amor, por eso los senos no están en el estómago, ahí nos nutrimos, los senos están en el tórax donde también está el corazón y el polo rítmico de donde nutrimos la vida, la nutrimos de afecto, de cariño, y de leche, que es la manifestación del amor que se hace fluido y permite el crecimiento. Pero en todas estas relaciones amorosas, que se vuelvan leche o que se vuelvan caricias o que se vuelvan contacto, existe una magia infinita que es la magia de la armonización del campo energético humano. Nosotros tenemos un campo de energía, ese campo de energía no es sino una antena para recibir amor. No hay sino dos emociones básicas, todas las otras emociones que conocemos son hijas de esas dos; las dos emociones son: el amor o el temor. El temor simplemente es miedo de amar: cuando demandamos amor y no obtenemos amor, tenemos miedo de amar, tenemos miedo de fracasar, tenemos miedo de ser heridos, entonces restringimos nuestros niveles de energía, impedimos que la energía pueda circular a través de nuestro cuerpo. Cuando en un hospital una enfermera acaricia a un niño recién nacido, primero le da lechita, las cosas normales, y hay otro grupo de niños al que simplemente le dan leche y cosas normales; los niños prematuros a los que se les da la caricia más la leche, aumentan el doble de peso en el mes, el doble de peso: esa es la magia del amor; no son calorías, ni proteínas ni vitaminas, es algo que no podemos pesar, que no podemos medir, que no podemos calcular ni mirar al microscopio electrónico, pero ahí está y hace crecer; y así como hace crecer el cuerpo físico, hace crecer el ser, la nutrición del ser que es el amor, pero el amor que se expresa, que se expresa en vida; yo puedo expresarlo cuando mi mamá se muere, .................., eso es un complejo de culpa; ahora que está viva, ahora que la puedo disfrutar en vida y amarla en vida, díganle a los ojos, llámala ahora, escríbele una cartita, pídele perdón en este momento, perdónala en este momento: no esperes a que se muera para sentir toda esa represa y para hacerlo cuando ya tal vez no tiene ningún sentido; permite que reconozca tu humildad, tu arrepentimiento, tu capacidad de perdón, tu amor; anda, y le dices que a pesar de todo lo que te hizo, a pesar de todo lo que es, a pesar de todas las cosas, y por sobre todo en el mundo, tú le tienes un infinito amor: le perdonas. Eso es sanador, el perdón es sanador, el perdón es des-obstruir los canales de la relación. Como todos "metimos las patas" y las seguimos metiendo todos los días en la educación de nuestros hijos, pidamos perdón a nuestros hijos: descendamos a su estatura y aceptemos que nos equivocamos, y con esa lección ellos van a aprender mucho más que con la lección del dolor.

   Cuando tenemos ese mundo de relación y desarrollo, entonces podemos concebir: el campo energético humano es una antena para recibir la energía del amor con sus múltiples variantes, primero. Segundo, el campo energético humano es una antena de emisión y de recepción de energía. Tercero, ese campo energético es una expresión de la totalidad del ser; cuando yo te doy algo, siempre lo que te estoy dando es mi vida, tú crees que te estoy dando un pedacito, no, te estoy dando mi vida; que sean de las agujas, o de las palabras de un médico, de la mirada de una madre, de su corazón; está toda su vida porque el campo es indivisible y es indisociable, pero ese campo se manifiesta a través de actividades eléctricas: cuando ustedes ponen la mano amorosa delante de un paciente, están generando un campo magnético; de las manos sale un campo magnético que se puede medir, ese campo magnético pulsa, y pulsa con la misma pulsación con la que pulsa el campo magnético de la Tierra, de tal manera que yo puedo enchufarte a ti, a tu madre Tierra, a través de tus manos; lo está diciendo la vibración de ese campo. Cuando uno pierde el contacto con la madre Tierra, con ese alimento, con ese prana de la Tierra, pierde la vibración y la programación del campo magnético: por las líneas de alta tensión, por la contaminación ambiental, por todo el ruido electromagnético; pero un buen sanador, que es cualquier persona amorosa que sepa que sus manos son un instrumento de servicio, puede reestablecer la conexión del paciente con la Tierra; pero no sólo eso, cuando un buen sanador pone las manos delante del paciente, -como una madre amorosa, una madre amorosa es el mejor ejemplo de sanación-, cuando se pone cerca del campo magnético del paciente, inmediatamente el campo de las manos empieza a pulsar al mismo ritmo que el campo del electro-encefalograma; si yo tengo una estado de relajación, de paz interior, de amor impersonal, ese campo se sincroniza entre 4 y .... ciclos por segundo; yo introduzco esa vibración en el campo del paciente, y al cabo de cierto tiempo esa vibración pone su electro-encefalograma también a vibrar entre 4 y .... ciclos por segundo, sincronizo su electro-encefalograma, y cuando yo sincronizo el electro-encefalograma lo llevo a un estado de conciencia más inclusiva, porque mientras más lento sea el electro-encefalograma, más inclusivo, más incluyente, más universal es la conciencia ........... en su cerebro, y experimenta mucho más paz, y a través de esa paz interior, puede permitir que su conciencia, su maestro interno, puedan interactuar. No es que yo pueda producir, en general, un campo magnético en el paciente: si soy un sanador más entrenado, puedo emitir un campo magnético a distancia con mis manos, a 6 u 8 metros de distancia; en experimentos bien comprobados, se ha determinado bien que un sanador entrenado, puede producir descargas eléctricas de hasta 200 voltios en el cuerpo de su paciente, o sea que esa energía amorosa no es metafísica, no está en la estratosfera: es una energía real que se pueden medir sus efectos sobre el paciente y que puede sanar. Pero no sólo eso, no es sólo el campo eléctrico: mi campo está conectado con el campo universal, y la Tierra tiene su línea de campo que llamamos la línea de campo de la red etérica, la Tierra es un tejido: ese tejido está hilado con hilos de una sustancia fundamental en la que todos estamos contenidos, esa sustancia fundamental se llama la red etérica: algunos le dicen el Espíritu Santo, otros el campo unificado de la conciencia, otros le dicen prana; el nombre es lo de menos: es el espacio inteligente que está tejido con hilos de una sustancia inteligente universal, en el seno del cual nosotros tenemos la vida y el movimiento y el ser, y que hace que todos los seres y las cosas estén comunicados, estén conectados por esos hilos invisibles, y hace que la esencia del Universo sea la indivisibilidad, la unión y el carácter holístico u holográfico: la inseparabilidad, esa es la esencia de todos. Eso explica el por qué yo puedo conversar con las plantas aunque no les diga una sola palabra; conversar es establecer un diálogo: por qué yo puedo tener la mano verde, por qué una flor me puede conmover, por qué yo tengo en este momento una piedrita de Machu-Picchu que alguien me regaló, y la siento con mucho amor aquí, en mi bolsillo izquierdo; las piedras hablan, los templos hablan, el templo de la Tierra habla, la Tierra es un ser vivo, su sistema esquelético que es móvil: son las piedras y las rocas y las montañas, su sangre son los ríos, sus pulmones son las selvas; pero es una Tierra en conciencia, toda la Biosfera tiene conciencia.

   Nosotros somos células activas de esa Biosfera, captando la conciencia cósmica y contribuyendo a la evolución de la Tierra. Si perdemos la dimensión de eso que somos, entonces nos quedamos atrapados detrás de nuestra piel y vivimos en una dimensión obscura. Tenemos que nacer entonces a esa dimensión de campo en el cual estamos incluidos. Por eso es que no sólo es posible que si yo tengo amor, si hago parte de un grupo, de una red planetaria que medita, que trabaja, forma un vórtice de conciencia, un vórtice de energía: yo puedo enviar desde mi sexto centro, desde mi alma, desde mi corazón, yo puedo enviar energía a un paciente que está en Europa, yo puedo sanar a alguien que es de Europa o de Latinoamérica o de cualquier otro lugar del mundo; pero no yo, no soy yo, yo soy una célula de un organismo, y es que la energía del organismo se enfoca en una célula, en un chakra, en una lente, en una fuente de energía y esa energía puede ser una ............; no es que yo creo el canal, el canal ya existe, lo único que hay que hacer es utilizarlo, es descolgar el teléfono y saber que al otro lado, si marco el número correcto y lo hago con la intensidad del amor, tanto más me van a escuchar, es tan simple como descolgar el teléfono. La oración tiene efecto y tiene efecto a distancia, se han hecho ya muchas experiencias lindas en las cuales se demuestra que el pronóstico de los pacientes con infarto por los que oramos, es mucho mejor que aquellos pacientes por los que no oramos; aunque no conozcamos al paciente, esa inteligencia dirige esa energía exactamente allá. Esa inteligencia ya existe, nosotros no nos tenemos que ocupar de los detalles, tenemos la intención del campo unificado de la conciencia que es actividad inteligente, es esa red de tejidos que ya existe, que es vehiculadora de la conciencia amorosa; es simplemente poner nuestra intención allí y el Universo se encarga del resto, para qué encargarnos de los detalles: es como cuando yo trato de resolver con una calculadora de bolsillo, un problema que el súper-computador universal no va a resolver: yo para qué lo voy a resolver con mi calculadora de bolsillo, yo no alcanzo a más. Eso no es fe ciega, eso es saber que existe una inteligencia ordenante en el Universo que hace que todas las cosas tengan sentido y tengan propósito, que hace que todas las cosas sean más símbolos de otra cosa, así como una palabra no es una cosa en sí, sino que simboliza otra: cuando describo mesa, realmente yo veo la mesa, de la misma manera, ustedes son un símbolo de otra cosa: una flor, una carta, cada quien es un símbolo dentro del lenguaje que es universal, y ese lenguaje es lo que estructura el diálogo y la inteligencia entre los seres y las cosas del Universo.

   O sea que el Universo no es algo al azar, mecánico, vacío; es algo profundamente activo, lleno de futuro, de propósito, de sentido: cada uno de nosotros tenemos un sentido y tenemos una nota dominante para emitir y para dar, tenemos la nota clave de nuestra alma que está utilizando este instrumento, donde unos son pianos y otros son violines, otros son tambor, pero la función de ese instrumento es responder a la emisión de la nota del alma para hacer parte de la sinfonía universal: ese es nuestro propósito, nuestro sentido y el sentido que nos vincula al Universo. Es decir, yo puedo enviar mi energía a cualquier sitio del planeta, obviamente que si la luz de mi conciencia es un láser, quiere decir que yo tengo una conciencia enfocada -vamos a verlo después-, porque si yo tengo una conciencia loca, que apunta en todas direcciones, no llega a ninguna parte esa conciencia, y si esa conciencia no tiene amor, no es penetrante, no tiene la pureza centrante de un rayo láser, por eso no llega a ninguna parte: buena parte de los conflictos en la vida, se derivan precisamente de que nosotros no sabemos emitir nuestro campo de conciencia y que no lo sabemos enviar a ninguna parte. Pero no sólo es eso: el Universo no está afuera; yo creo que cuando yo les digo: vamos a enviar energía a Europa, si esa energía llega, no es porque Europa está a 20 mil kilómetros, lejos, sino es porque hay un nivel de la conciencia donde Europa está aquí, en mí, es simultánea en mi corazón. Eso nos lleva a otra expresión del campo energético humano que es muy bonito: cuando un hombre centra su conciencia en su corazón, piensa en algo que le produce infinito amor, que le produce alegría genuina, inmediatamente hay cambios muy bellos en el electro-cardiograma, que se pueden registrar; cuando los electro-cardiogramas se miran y se superponen, se vuelven sincrónicos, es decir, los picos y los valles se superponen y se hacen sincrónicos, hay una correspondencia, eso es lo que se llama: coherencia electro-cardiográfica, no hay tanta variación de frecuencia; cuando yo estoy agitado el corazón está 60 ........, a 75 después, a 70, a 80, a 60: está cambiando la frecuencia permanentemente; pero cuando yo voy creando silencio interior, esa variabilidad de la frecuencia se va estabilizando, y cuando yo hago silencio interior y experimento un sentimiento de amor, no hay prácticamente ninguna variación en la frecuencia electro-cardiográfica: la intensidad y la frecuencia se hacen una, prácticamente similares durante un tiempo, y cuando eso ocurre, el campo eléctrico que genera el corazón -el corazón es el órgano que tiene el campo electromagnético mayor en el organismo-, sincroniza todos los otros campos, los ordena, produce un efecto de ordenamiento sobre todo el campo de energía; y cuando eso ocurre, aunque yo no fuera un médico ni un sabio ni un científico, y aunque no sepa nada de medicina: mi aura está sanando, mis contactos son sanadores, toda relación que yo emprenda se vuelve sanadora, yo llevo luz a mi ambiente aunque no la vea; es un tipo de luz más sutil, y produzco un estado de ordenamiento en el ambiente en el cual estoy viviendo. Es por esa razón que la Biblia dice: "La sombra de Pedro sanaba a quienes estaban cerca, a su paso", eso se refiere a que su aura es magnética e inclusiva, pura desde el punto de vista de su vibración, y por eso, sanadora; el sanador no tiene que proponerse sanar porque él es salud, y uno no busca la salud: realmente es salud desde su misma esencia armónica, que es aquella que se consigue cuando vibramos desde el centro de nuestro corazón, allí somos salud y allí podemos "saludar": dar salud, saludarse, literalmente significa: darse salud; yo saludo por la mano derecha, doy la mano derecha: pongo en contacto este punto contigo y aprieto la mano, este punto que estoy señalando es una antena de emisión del corazón, por aquí está saliendo la energía de mi corazón; saludarse es un acto mágico y significa darse salud, y darse salud es integrarse, sintetizarse, concretarse, armonizarse -no es quitarse un dolor de cabeza-, es algo mucho, mucho, mucho más bello.
 
   Así que podemos dar salud cuando regresamos a nuestro corazón, que es el punto de síntesis más importante de nuestra energía, eso es bioenergética nuclear, que es lo que pasó ahora, eso no es una cosa teórica lo que pasó ahora: cuando alguien nos toca el corazón, nos conmueve profundamente, eso es como un temblor de tierra real y profundo que sacude y renueva toda nuestra conciencia. Y eso lo podemos hacer todos, porque la relación es el principal agente terapéutico del que disponemos: toda relación auténtica es sanadora, es el mejor medicamento del que disponemos, y la relación justa, las relaciones humanas justas y armónicas, son manifestación de una conciencia equilibrada de energía, de alguien que tiene paz en su interior y paz en su corazón. Pero no sólo es eso: en unas investigaciones clínicas que se han hecho, se demuestra que cuando una persona entrenada en sentir compasión: la compasión es la capacidad de conmoverse impersonalmente por los demás, la capacidad de sentir el dolor de los niños de Biafra, o los del Perú o de las favelas en Río de Janeiro, aquí en nuestro corazón; la capacidad de saber que no hay problemas de otros: que cuando otro tiene un problema es también mi problema, que ese problema me pertenece, que no hay problemas ajenos; cuando vamos logrando desarrollar eso, y eso no se hace de un paso: nosotros tenemos "chispitas" de amor impersonal, pero esa chispas nos revelan la luz al fondo del túnel que estamos atravesando, y una vez que yo tenga una chispita de esas, me produce una sensación tan de plenitud de andar, que ya mi vida va a seguir siempre tras de la búsqueda de esa luz y de esa chispa; por eso estamos todos acá, porque hemos presentido o percibido algunas veces esa chispa al fondo del túnel y queremos hacer que esa chispa se vuelva eros, que encienda la llama de amor impersonal, del amor permanente. Por esa razón, entonces, centrarse en el corazón tiene un efecto sanador.

   Cuando investigamos en el laboratorio las manos de una persona que es capaz de sentir un amor compasivo, un amor impersonal: su campo energético es tan penetrante, que es capaz de coger el ADN, la espiral, la doble espiral del ADN y separarla con las manos -eso se ha hecho ya en el laboratorio-, es capaz de coger esa doble espiral y volverla a armar, volverla a juntar (eso se llama proceso de desnaturalización y naturalización del ADN), y que es capaz de acelerar el crecimiento celular y de modificar la tensión superficial del agua, y es capaz de inducir cambios fisiológicos a distancia a una persona a la que le están imponiendo las manos. O sea que, darse las manos, imponer las manos, acariciar, es un acto mágico en el cual nos sanamos porque estamos emitiendo un campo magnético ordenante que se sincroniza con el ritmo del campo magnético universal, con el ritmo esencial que es el del prana. El prana es la energía de ese campo magnético universal cuando penetra nuestro organismo y cuando alimenta nuestro organismo.

   O sea, lo primero que debemos hacer para despertar, es creer en nosotros, es aceptar las (¿sin?)-razones de la ciencia, es saber que tenemos un potencial humano infinito, es empezar a conocer que tenemos un instrumento que nos lo regaló la evolución, precioso, y que lo hemos empezado a estrenar: que es el cerebro; es empezar a conocer que vivíamos en un cohete de alta categoría y lo estábamos manejando como un triciclo, es entender que hemos desechado buena parte de nuestro potencial humano por ignorancia; pero es empezar a aceptar que no hay que buscar tanto el médico afuera sino que tenemos un médico interior, que tenemos una farmacia en el cerebro, que tenemos las drogas más maravillosas del mundo, las más precisas, que tenemos cargas de energía, corrientes eléctricas, vibraciones; tenemos absolutamente todo cuanto necesitamos, que tenemos sistemas de traducción: una emoción y un pensamiento se vuelven movilizadores de una molécula, una molécula actúa sobre receptores y modifica el patrón de relaciones en todo nuestro organismo; que un cáncer es un patrón de relaciones que nosotros hemos generado en nuestro ambiente, lo hemos adquirido en nuestra inconsciencia también; pero así como se gesta un patrón de relaciones, nosotros podemos gestar un patrón de reordenamiento en el seno del campo; que hay lugar en la conciencia en que las enfermedades son reversibles, hay un lugar de la conciencia donde los milagros existen, son posibles, porque hay sitios de nuestra conciencia que no están regidos por las leyes de la termodinámica o las leyes convencionales de la física. Pero en todo caso, que siempre y en todo lugar es posible sanarse, porque sanarse es restaurar la integridad, y restaurar la integridad es relacionarse con uno mismo y con los demás, reestableciendo la ley del Universo que es la conciencia de la relación; y es entender que así como las partículas son patrones de relaciones, nosotros somos patrones de relaciones, y es comprender también que en la medida en que vamos creciendo, van aumentando nuestras relaciones: una neurona, una neurona es una célula y hay 15 mil millones de neuronas y todos los días se pueden morir 100 mil neuronas -digamos así-, pero no se asusten porque se mueren las neuronas, cuando se muere una neurona, hay otras 10 que están haciendo 100 mil conexiones más: cada vez que ustedes aprenden más, una cosa nueva en la vida, su cerebro cambia físicamente: se puede medir al microscopio electrónico, se forman nuevas sinapsis, nuevas carreteras, nuevas conexiones, crecen las sinapsis, aumenta la cantidad de mielina y la velocidad de conexión en esa sinapsis, que son simplemente la reunión entre las redes neuronales; o sea, hasta el último momento de la vida, el cerebro está creciendo, pero no es un crecimiento cuantitativo sino cualitativo: no aumenta en volumen, no aumenta en peso, ustedes pueden tener una cabecita así como un fósforo, pero con miles de millones de conexiones más que cabezas más grandes, ese no es un problema de cantidad sino de calidad, y el problema de calidad es el problema de relaciones, ¿cuántas conexiones tengo yo, cuál es mi banda pasante?, yo puedo ser un radio de una sola banda y que no se corre sino a "Radio Lima" o "Radio Papas" o no se qué, o un radio que tiene 50 bandas en donde yo puedo escuchar la música clásica de Francia o de Rusia y volverme muy útil, y es que realmente nosotros somos un radio de un rango de banda muy, muy amplio, que se mueve en múltiples frecuencias, pero esa posibilidad de adaptabilidad, de fluidez, de tolerancia, de comunicación, de unión con el mundo, depende del desarrollo de la red neuronal, de las sinapsis, y a su vez, esas sinapsis son construidas por todas las cosas que yo aprendo.

   De tal manera que la primera forma de despertar es declararse un aprendiz eterno; el día que nos declaremos un maestro, nos morimos, estamos perdidos, dejamos de crecer, caemos en la prisión de la autosuficiencia y de la suficiencia. El aprendizaje es la receptividad permanente, y esa receptividad permanente no viene sino invitada, y a mí me encanta, porque ustedes, en general, son gente humilde: ese es el tesoro más grande que puede tener un hombre o una mujer; allí donde hay autosuficiencia, se acabó la posibilidad de crecer. El crecimiento es un fenómeno de alimentación, de nutrición y yo me alimento del mundo cuando creo que necesito del mundo; si yo creo que necesito del mundo, acepto que no soy completo, necesito completarme contigo, entonces, dejo que el maestro sea la vida; el maestro no es el gurú: yo me acuesto con mi gurú todos los días, es mi mujer, porque todos los días ella me "echa a cantar", ella me enseña cosas, me enseña la lección de la tolerancia y me da la posibilidad de crecer; también tengo un gurú, también tengo a alguien a quien espiritualmente acepto y respeto, pero El me enseñó que El está en todos los hombres, en todas las mujeres, en cada pájaro que canta también está su mensaje. Entonces, el gurú es cada instante de la vida que nos está dando una lección única e irrepetible y la posibilidad de reconstruir o reconstruir nuestra red de relación; a ella hay que darle la palabra gurú, es el verdadero maestro: cuando yo acepto que todas las cosas son mis maestros y todos los momentos oportunidades de aprender, cuando yo humildemente acepto que puedo ser un aprendiz eterno, estoy construyendo mi red de relaciones: el paciente no viene a mí para que le enseñe, él viene a mí a enseñarme a través de su dolor, de sus lágrimas, de su queja, de su alegría; yo frecuentemente digo que el que está detrás de mí no es un paciente sino mi médico, lo que pasa es que no se da cuenta, y desafortunadamente es él el que me paga a mí, y a veces yo me digo mentalmente: yo le debería pagar a este paciente por esa oportunidad tan feliz que me dio de crecer; muchas veces uno ayuda hasta a través de su dolor: nadie para ayudar tiene que esperar a ser perfecto, siempre uno ayuda desde la experiencia de su propio dolor, uno percibe la necesidad de la luz a través de su propia sombra: cuando tú das luz, paradójicamente, estás hablando de aquello que tú también estás buscando; si ya la tuvieras realmente, estarías hablando de otra cosa.

   Entonces, no hay realmente necesidad de esperar a ser perfecto para empezar a amar, para empezar a sentir, para empezar a sanar; ese tiempo de sanar y ese tiempo de amar siempre es "ya", hay que hacerlo ahora y aquí, en el presente universal. La manifestación del campo energético humano, no sólo es eléctrica, no sólo es magnética, no sólo se mide como pulso sino que se mide como conciencia, o sea: que así como yo emito un campo eléctrico, emito un campo de conciencia, pero el campo de conciencia puede también tener intensidad y tener dirección -como lo tienen un campo eléctrico o un campo magnético-; nosotros no sabemos dividir nuestra conciencia porque no tenemos enfoque, no enfocamos nuestra conciencia, ¿por qué razón? porque los agentes de nuestra conciencia, que son nuestros pensamientos y nuestras emociones, apuntan en todas las direcciones del espacio, somos víctimas de lo que se conoce como "la loca de la casa" que barre en todas las direcciones, entonces lleva la basura de un lado para otro, siempre está revolviendo la basura por todos lados, que no descansa en el basurero ni en ninguna parte, ni limpia la casa: así es la mente, la "loca de la casa"; son pensamientos que se atropellan en todas las direcciones, en todos los sentidos; unos empiezan a construirse cuando se empiezan a construir otros; es porque no tenemos unidad de propósito, porque no tenemos enfoque, por que no hemos hecho silencio en nuestra mente concreta. Pero nuestra mente es un cuerpo también, un vehículo, es un estado de conciencia ............... es muy importante: esto que creemos materia, es un estado de conciencia, como se sabe, es energía congelada. La mente es una energía más sutil pero también es un estado de conciencia. Cuando hablamos de un cuerpo, estamos hablando de los estados de conciencia: yo tengo un estado de conciencia físico, emocional, mental, y según la calidad de ese estado de conciencia será la calidad de mis interacciones con el mundo. Así que ustedes, por ejemplo, lavan a su cuerpo por la mañana para que sus poros respiren, han adquirido un cierto grado de control de su cuerpo físico; pero lo mismo debe ocurrir con mi cuerpo de energía: yo cuando respiro estoy movilizando mi energía, cuando hago el ritmo del reposo y la actividad, estoy haciendo una práctica de economía energética; mi cuerpo etérico también necesita, no una ducha como mi cuerpo físico, pero si otro tipo de cuidados: la luz solar, el agua, la música, el color, el sonido, ciertas posturas, ciertos ritmos vitalizan mi cuerpo etérico: si yo no salgo al sol, si yo no veo la luz solar, mi cuerpo etérico se desvitaliza. Pero además, yo tengo un cuerpo de emociones: si yo soy incontinente, mis emociones están locas, y así como si yo abro una vena y me desangro y me muero, yo puedo tener hemorragias emocionales; hemorragias emocionales son incontinencias, es la falta de control sobre algunas de las emociones que no vienen armónicamente, ya sea por exceso de movilización o por represión: si yo reprimo absurdamente mi sexualidad por una programación mal hecha, yo voy a hacer un tumor ahí o voy a hacer otro tipo de trastornos, lo que ocurre muy frecuentemente; pero si yo la utilizo excesivamente, voy a hacer algún tipo de cáncer, o voy a hacer una obsesión a nivel mental, voy a hacer un trastorno psiquiátrico. Quiere decir que también hay un ritmo en la vida emocional, y de la misma forma, existe un ritmo en la vida mental. En la vida mental nosotros construimos pensamientos, esos pensamientos son formas, son substancias -aunque no los veamos, son substancias-, cada pensamiento que yo construya, está ahí, en mi cuerpo mental. Imagínense ustedes una ciudad construida así: los obreros salen y empiezan a levantar un edificio, y levantan las bases y hacen el primer piso y se van, y empiezan a construir otro al frente y otro enseguida, y otro en mitad de la carretera, y después pretenden organizar el tráfico; quién diablos organiza el ............... lleno de ruinas, donde las cosas jamás se acaban, siempre están a medio construir. Así, es frecuentemente, con nuestro cuerpo mental, es el ruido del cuerpo mental que nos domina: a veces no sabemos qué hacer con nuestra mente, vamos arrastrados por la "loca de la casa" en todas direcciones, iniciando proyectos que nunca se acaban, teniendo sueños que nunca se realizan; entonces mi cuerpo va creando la ciudad en ruinas de nuestra mente concreta, de la sustancia mental concreta y ........; mientras no nos detengamos, no aquietemos la mente, no dejamos que el claro brillo de la mente superior, del alma ponga orden en esa "loca de la casa", realmente no vamos a poder tocar nuestra conciencia: entonces, nuestros proyectos en la vida no se realizan, nuestros sueños en la vida no se realizan porque no tienen intensidad ni claridad; porque al nivel donde se construyen los planos, es posible que el "Gran Arquitecto" me dé los planos de mi vida, pero si los obreros que trabajan en la sustancia mental concreta, no se atienen al ingeniero que elaboró esos planos, pues entonces van a elaborar edificios que no resisten la menor tormenta, es decir, que van a ser como castillos de naipes.

   O sea que nosotros mismos vamos elaborando nuestra vida, vamos construyendo nuestros ............., de tal manera que cuando tenemos una enfermedad, esa enfermedad es, por así decirlo, el reflejo en mi cuerpo físico, el espejo en el cual se está reflejando mi estado de conciencia, eso es todo; las sombras de la ciudad de la mente concreta, se reflejan en mis emociones, en mi cuerpo: que mis emociones son como un lago transparente a través del cual pasa siempre la imagen de la mente y se inscribe en mi cuerpo físico. El cuerpo físico no es el lugar donde las cosas se originan, es el teatro espectacular donde las cosas aparecen, las consecuencias aparecen; el cuerpo físico no es un cuerpo de causas, es un cuerpo de consecuencias: allá se inscriben las cosas que vienen de ........... Si yo me miro al espejo y me veo feo, yo no corro a limpiar el espejo todo el día hasta que me vea bonito; es lo que hacemos: sobamos y sobamos y brillamos el espejo a ver si nos aliviamos, pero, si lo que se ve en el espejo no es el origen: esa imagen que nosotros vemos reflejada en el espejo, no somos nosotros, esa no es nuestra imagen la que se refleja, lo que tenemos que cambiar somos nosotros, no el espejo, lo que tenemos que cambiar no es el cuerpo físico, es la conciencia lo que tenemos que cambiar, y para cambiar la conciencia tenemos que despertar a la calidad de nuestro instrumento, y despertar a la calidad de nuestro instrumento es empezar a manejar lo rítmico. Así, llegamos a encontrar que hay otros estados de conciencia: así como tenemos conciencia física, conciencia emocional y conciencia mental que tenemos que integrar, tenemos el "Gran Arquitecto": tenemos todos nosotros, en nosotros, una conciencia perfecta, superior, conectada con la conciencia universal, que conoce nuestro plan, que conoce nuestro pasado y nuestro futuro, y que nosotros podemos escuchar, si nos determinamos a escucharla. Esa es la ciencia de la unión de .............. que es la conquista del control de la mente superior para orientar los tres vehículos de la personalidad con el alma, es la ciencia de la unión con el alma a través de la cual nosotros podemos obtener la verdadera sanación. Realmente el objetivo que tenemos como hombres y como humanidad es alcanzar la luz del alma, pero no es la vida eterna sino que es la vida eterna del ahora y el aquí, con nuestras moléculas, con nuestros huesos y nuestro cuerpo, en este momento, es decir, realizar el Reino de Dios en la Tierra como dice la Biblia. Esas son cosas muy diferentes a dejar las cosas para el más allá, es el momento de empezar a construir ese tipo de cosas, y ese tipo de visión la podemos construir desde la integración con la luz de alma.

   O sea, que vamos viendo que la estrategia de la evolución es la conciencia, que la conciencia es el arte de unir lo superior con lo inferior -los pares de opuestos-, que la conciencia es la clave de la relación, que el Universo es relacional, y que la conciencia circulando a través de un Universo relacional nos permite la síntesis y la unión, y esa unión debe realizarse entre nuestra personalidad y nuestra alma, pero para que se realice la unión entre nuestra alma y nuestra personalidad, hay condiciones: debemos armonizar nuestra energía con nuestro cuerpo físico, a través del sol, de una correcta nutrición y de un correcto ritmo; esas son las tres claves para una vida en contacto sano con la naturaleza, un contacto sano con el prana de la Tierra que nos lo regala el ambiente, eso es energía solar modificada y adaptada a nuestra vibración a través del sol; y un correcto ritmo: el ritmo es la clave de nuestro diálogo con el Universo porque todo en nuestro Universo está hecho de ritmos. Luego, armonizar el cuerpo físico con el cuerpo emocional -de eso vamos hablar ............-, es el sector más importante de nuestra conciencia, es allí donde casi todos fracasamos, es el arte de la unión y es el maestro de nuestra vida, y luego: armonizar las emociones con la mente superior para que la luz clara de la mente ilumine nuestras moléculas y mantenga el estado de ordenamiento en nuestra salud, el estado de integridad. Una vez que ese vehículo, el de la personalidad, se ha unido, está vibrando sincrónicamente y al unísono en una conciencia coherente, entonces se vuelve un fiel instrumento del alma, y en ese momento la vida del hombre adquiere un sentido, un propósito, una dirección; y en ese momento, la alegría -que es un estado interior independientemente de todas las circunstancias externas y que se vive en el corazón- nos va a señalar en nuestras emociones que hemos contactado con la luz del alma. Ese es el "estado de gracia" que llaman los cristianos, el "estado de gracia" es un estado de alegría infinita que no depende de nada externo y que le revela al hombre, a nivel de su cuerpo emocional, un estado de contacto con el alma. Bien, ese triple vehículo se mueve: no es que el cuerpo físico esté aquí y el emocional por otro lado y el mental por otro; ellos tienen ........... que frecuentemente son sincrónicos: es como un jinete, un caballo y una carroza, exactamente: la carroza es el cuerpo físico, debe estar en buenas condiciones, pero no basta que esté en buenas condiciones sino que el caballo vaya por la vía correcta, si va por todos los huecos la carroza se va a desbaratar; pero no basta sólo eso sino es que el jinete debe tener sentido de dirección, debe saber manejar las riendas, debe tratar adecuadamente al caballo; si el jinete lo trata mal al caballo -si nosotros tratamos mal a nuestras emociones- el caballo se desboca, bueno a cada rato nos ocurre: jalamos demasiado duro las riendas, el caballo se desboca y nos tumba, el jinete se cae, la carroza se desbarata y terminamos con una úlcera, un cáncer, una colitis ulcerativa y una catástrofe, porque no nos dimos cuenta que es el jinete el que se dejó tumbar del caballo, y el caballo son las emociones; eso es por ejemplo lo que ocurre en el comienzo de la drogadicción: en la drogadicción se desborda el caballo de las emociones y el jinete no lo sabe manejar, no se aproxima amablemente al caballo para utilizarlo como su mejor amigo, como su instrumento. ¿Qué ocurre en nuestra vida?, que la unión no se da porque no hay sincronización, comunicación, y no hay comunicación porque tenemos una conciencia que apunta para un lado y otra que apunta en la dirección opuesta: el caballo tira para un lado, el jinete va para otro lado, y la carroza mientras tanto se desbarata; la carroza es nuestro cuerpo físico, y el habitante interior ni siquiera quiere saber de esa carroza tan .................: "y no, si yo soy ............... cómo me voy a montar en esa carroza que me lleva por todos los precipicios"; entonces el alma no se ocupa de su instrumento, ella está allí, le da el hilo de la vida, le da la fuerza de la vida, la conciencia de la vida pero no se ocupa de su instrumento. Para que el alma se ocupe del instrumento tenemos que preparar la carroza, es decir, para que nuestro Dios interior tome posesión de nosotros y realmente nos habite y utilice nuestro vehículo, y le de sentido, dirección y propósito, tenemos que ocuparnos de la carroza, sino esa carroza es una chatarra que no es atractiva para el pasajero, es decir, el pasajero no va a asumir el riesgo de montarse a plenitud dentro de la carroza, a pesar de que va a garantizar el suministro para que ese vehículo no desaparezca, es decir, va a mantener el hilo de la vida. En el curso de la evolución, entonces, pasan muchas vidas, muchas conciencias, mucho tiempo, en el cual nosotros no tenemos un contacto consciente con el alma, pero cuando nuestra personalidad se ha unido y se ha perfeccionado suficientemente y alcanzamos ese sentido de unidad, somos un vórtice de atracción magnética para el alma, y el alma empieza a tomar posesión del instrumento y así empezamos a adquirir contacto con el alma.

   Ese es, digamos, el plan, ese es el programa para que nosotros hagamos viva la conciencia en nosotros, pero mientras tanto hay qué hacer: yo puedo sanar desde el cuerpo físico, yo tengo magnetismo animal; muchos curanderos que no llevan una vida espiritual y efectivamente sanan, porque mi cuerpo animal emite campos electromagnéticos. Si yo he alcanzado un nivel de paz emocional, yo puedo darte mi paz, te puedo dar amor, te puedo sanar emocionalmente. Si yo tengo claridad en mis ideas, yo te puedo sanar también, de alguna forma, mentalmente. Pero si yo me estoy alineando espiritualmente, yo te puedo integrar desde la luz de mi espíritu, pero no es el mío sino que entra en contacto con el tuyo y despierta a tu maestro interior. He ahí el propósito fundamental de la ciencia de la unión. Pero ustedes dicen: eso es muy bonito; yo también digo: eso es muy lindo, pero va difícil, ¿no?, ¿Cómo vamos a realizar eso, cuál es el camino, cuáles son las vías? Vamos a tratar de verlo desde el punto de vista de la integración de nuestra personalidad, esa es la primera parte que vamos a tratar de ver.

   Pero como se me van a dormir, vamos a hacer un pequeño ejercicio, no se preocupen, no los vamos a sacudir, vamos a hacer un ejercicio agradable. Vengan para acá todos. Hacemos filas aquí, adelante. Cuando empezamos a fatigarnos, la respiración empieza a hacer esto: es superficial, entonces nos fatigamos y entramos en hipoxia; cuando nos empezamos a cargar, la respiración empieza a ser mucho más profunda. Nosotros, todos, tenemos con la atención, con la fatiga, cuando tenemos mucha información y angustia, de decir: "si eso podré hacerlo yo, para otros si es posible pero no para mi", estamos en la pelea interior, en la contradicción, entonces empezamos a atrapar el aire: la angustia hace que el aire se atrape y se queda atrapado y no botamos sino un poquito, entonces con el aire atrapado nos vamos autointoxicando y nos desgastamos, y es que hay que reestablecer el patrón respiratorio. La manera más sencilla y más rápida de reestablecer el patrón respiratorio es hacer 3 espiraciones forzadas; después de hacerlas, automáticamente, el organismo se obliga a inspirar fuerte, él lo hace automáticamente, por ejemplo, cuando está muy cansada la gente: un bostezo de esta dimensión, y entonces vuelve y recarga ese mecanismo, pero uno puede hacer trampa y hacerlo así: (bostezo débil). Entonces, tomamos aire, todo el que podamos, y se expulsa el aire con fuerza, con sonido; otra vez, otra vez. Esa es una manera automática a través de la cual ustedes vuelven a reestablecer un patrón de carga -todos los ciclos dependen de patrones de carga- y la fatiga es evidencia de que estamos respirando en un patrón de descarga: la respiración se vuelve poco profunda, superficial y el diafragma empieza medio a paralizarse y empezamos a ...........

   El otro ritmo que es muy bello es ése, es el ritmo del corazón, obviamente, como yo no puedo manejar el ritmo del corazón, ustedes van a hacer este ejercicio: llevan sus manos un poquito por delante del pecho, se imaginan que tienen el corazón en sus manos, sintiendo la energía con sus manos y se sincronizan con el ritmo del corazón. Ya en este ejercicio hay mucho más quietud, mucho menos movimiento, porque el movimiento es el de la mente: ahí están siguiendo con su pensamiento la energía de su corazón, y al hacer eso, automáticamente, están poniendo en relación su mente y su corazón; quien pone en relación la mente con el corazón tiene lo que se llama: la comprensión amorosa, es el amor inteligente del que ya hemos hablado, ese amor inteligente. Sientan el corazón, traten de sentirlo entre sus manos, eso, y traten de sentir la energía entre sus manos, concéntrense bien. Eso. Ahora sientan que es la energía del amor lo mejor que hay en ustedes, lo que está pulsando y es lo que están sintiendo entre sus manos; siéntanlo como una llama calurosa, vibrante. Dense permiso de experimentar mucho amor, pueden focalizarlo en Dios, en un santo, en un gurú, en su esposo, en su hijo, en aquella persona que para ustedes inspire un infinito amor, sientan que ese amor se mueve entre sus manos, calienta sus manos. Ahora sientan que ustedes están amando con la imaginación; mientras siguen moviendo sus manos, van a ofrendar y entregar su corazón a algo o a alguien: a una flor, al planeta, al Perú, a una persona. Dejen que su imaginación les traiga a aquella persona amorosa a la que ustedes le quieren dar la ofrenda de la flor de su corazón (como unos 5 minutos).

   Acaban de representar un rol o una obra fundamental en su vida y se van a felicitar por eso: ustedes fueron los actores, ahora pasan a ser espectadores, visualícense representando el papel del actor que da el amor, conmuévanse como espectadores con ese papel tan bellamente representado por ustedes mismos; siéntanse en un gran teatro donde todos ustedes van a aplaudir su propia obra, su propia representación, intenten aplaudir muy intensamente, con todo el corazón, son ustedes mismos los... (aplausos fuertes). Fuerte, más fuerte. Bravo, bravo, bravo. Van a recoger toda esa energía amorosa del grupo, van a volver a llevar sus manos muy juntas y a sentir toda esa energía después del aplauso, sientan la vibración y van recogiendo esa vibración lentamente sobre su corazón, juntan las manos, hacen ese "mudra" de la oración y consagran ese rol, el rol del amor, lo consagran desde el corazón, elevando las manos a ese sol interior que en ustedes es su sol permanente y es el alma; eleven las manos sin ninguna pena, eleven las manos, sientan simplemente la energía; en la parte más alta abran las manos, como si las manos fueran un cáliz abierto, ofrenden esa energía amorosa de sus personalidades al sol del alma, y ahora visualicen que ese cáliz abierto se llena con la luz del alma; cierren las manos, replieguen la energía de la luz, y la van llevando de nuevo hasta su corazón, la depositan en el centro de su corazón; ponen su mano izquierda sobre el corazón, encima la mano derecha, y centran su conciencia en el centro del corazón. Ahora, desde el corazón: dejen la mano izquierda en el centro del corazón, con la derecha van a llevar energía a su garganta, van ascendiendo como en un masaje, ponen la mano cerca de la garganta, mientras piensan que su voz va a estar siempre nutrida de la vibración amorosa de su corazón; bajan la mano, la vuelven a subir, como si fuera una corriente que la impulsara, la van llevando desde el corazón hasta la garganta, siéntanlo como una caricia suave. El mejor sanador que hay en ustedes es su propio amor, su propio corazón; háganlo con infinito amor, piensen que esa corriente va a permitir en ustedes que solamente salga de su voz aquello que pueda bendecir, que pueda amar, que pueda restaurar la unidad; ahora asciéndanla hasta la frente, pongan su mano muy cerca de su frente, lleven esa luz del amor a sus ojos, para que sus ojos estén en la capacidad de mirar la cualidad, la belleza que hay detrás del hermano, detrás de la naturaleza, detrás de todos aquellos que nos rodean; que los ojos sean capaces de leer la cualidad del amor. Ahora vamos, lentamente, a pasar nuestras manos acariciando la cara: es una caricia suave, teniendo plenamente conciencia que somos nosotros mismos los que nos la permitimos, agradecemos a cada milímetro de nuestra piel la vida que nos ha dado, agradecemos a ese cuerpo la posibilidad grandiosa de habitar en él, de hacer continuidad del Universo; agradecemos a ese cuerpo la oportunidad del beso, de la caricia, del olfato, de la mirada, de la música. Nos damos gracias infinitas por ser nosotros mismos, continuidad de todo cuanto es, de todo cuanto existe, patrón de la creación, expresión de Dios, de la luz, del alma, del amor en nosotros. Ahora llevamos nuevamente las manos al centro de nuestro corazón y damos gracias a ese ser luminoso que habita en nosotros por permitirnos descubrir la conciencia armoniosa de la unidad en cada quien. Vamos a abrazarnos. ...alcanzamos esa unión ¿no?, es algo más para sentir que para hablar, pero obviamente tenemos que tener un programa, por eso yo me voy a permitir hablar para que lo lleven en su corazón, lo sientan, lo expresen sin la careta de la vergüenza: cuando ustedes abrazan a alguien, no abrazan su cuerpo, abrazan su alma, se abrazan a ustedes mismos, abrazan al ser interior que hay en ustedes; entonces, un poquito prescindir de todas las caretas que nos puso la sociedad, de todos los condicionamientos. Cuando yo abrazo a un amigo, abrazo a mi padre, a mi madre, a mi hijo, a mí mismo: abrazo todas mis relaciones. El Universo de la sincronicidad es un Universo que ocurre en la conciencia, cuando yo disfruto este momento abrazando al Universo dentro de mí, y ese Universo puedes ser tú o puede ser una manzana: cuando yo disfruto una manzana y en esa manzana disfruto todas las frutas del mundo, cuando yo disfruto el Perú y en el Perú disfruto todos los países del mundo, la civilización humana, cuando cada acto se vuelve conexión con el Universo, con todos los géneros y las especies, cuando yo puedo disfrutar así, de una manera fluida, me estoy comprometiendo con la vida: comprometerse con la vida es la primera condición de la unidad.

    Ahora vamos a ver qué es el compromiso, es muy sencillo: para mirar el compromiso, miren a un niño jugando trompo o elevando una cometa, ese es el compromiso: para él no existe nada sobre el Universo sino el trompo o la cometa, él eleva la cometa y él es el carrete, el hilo, el viento, el color, y se le olvida almorzar y se le olvida comer y se le olvidan hasta los rituales de la obediencia y los.......... del papá y la mamá: él es una cometa, el niño no eleva una cometa, él es una cometa al viento; o el salta detrás de un trompo con su conciencia. Es por eso que el niño es capaz de conectarse con el presente, de vivir el tiempo profundo del instante, por eso es un niño. Cuando perdemos el milagro del compromiso con este momento, no nos podemos unir; la única puerta de unión al Universo, es este momento, no existe otra, si yo dejo pasar esa puerta, me estoy muriendo. Entonces, comprometerse es vivir con intensidad con todos los cuerpos: con toda la mente, con toda el alma, con todo el ser -también con mi cuerpo físico- el momento que estoy viviendo. El compromiso es toda una des-enajenación: cuando yo estoy enajenado, estoy roncando y me estoy muriendo; estar roncando es, por ejemplo, cuando yo estoy en el Seminario, y estoy peleando con mi mujer, estoy pensando en Fujimori o en el Perú, o en los problemas de........, no, yo estoy aquí, cada cosa tiene su tiempo y tiene su lugar; la disociación es lo contrario del compromiso, y el gran drama humano es que tiene su conciencia en el consultorio; en el trabajo dejo un pedazo de conciencia, la otra la dejo en la casa, la otra la tengo en el Banco, en el saldo en rojo de las cuentas, en el arreglo del carro, y tenemos tan dispersa nuestra conciencia que realmente nos hemos fragmentado y atomizado y hemos perdido profundidad e intensidad en la vida. Ese es el compromiso y es la primera forma de alcanzarlo; no existen, creo, otras formas. Es retomar el contacto con el presente en el único tiempo en que realmente existimos en forma total; en el futuro o en el pasado vivimos de una manera disociada. El compromiso es, entonces, que cuando yo te esté mirando, escuchando, sean tus ojos los que me digan, me dejes verme en tus ojos; cuando tú me estás hablando yo soy todo oídos, dejo que tu palabra toque la música del instrumento de mi cuerpo; pero si yo te estoy hablando y tú estás pensando en cómo refutarme o ganarme, o cómo responderme, no me estás escuchando. El silencio es sanador, quien escucha sana, la gente no necesita, generalmente, que le digan nada, necesita que le acepten su mirada, su cariño, el regalo que tiene para darnos, y que le escuchen, que le acepten mirarse en el espejo de nosotros: nosotros somos sus espejos; un hijo no te busca a ti, busca su imagen en ti, busca su ternura en ti, y si tú no le devuelves ternura él pierde su identidad de hijo; un paciente no te busca a ti: busca a la mamá que no le dio la vida, al papá que la vida no le regaló, busca decir todas aquellas cosas que la vida no le dio oportunidad de decir, de llorar o de gritar; cuando alguien te busca, está buscando el amante que la vida no le dio, el amigo, el esposo, el Dios, el sacerdote que todavía no ha podido encontrar en su vida; la gente busca esas facetas en nosotros, pero si nosotros no somos transparentes, no reflejamos aquellas cosas que la gente necesita de nosotros; pero, sobre todo, no recibimos aquellas cosas que la gente nos viene a regalar: la gente siempre nos trae un regalo, siempre nos trae un regalo, aún un insulto es un regalo -eso parece una paradoja-, pero quien te insulta, si leyéramos en el código del alma, no te está insultando, es otra manera de pedirte auxilio, de pedirte ayuda, de decirte: "yo estoy tan mal que te insulto, yo me estoy hiriendo a través de mi propia palabra". Esa es la clave del perdón: leer detrás de las apariencias de las cosas; el que necesita ayuda es precisamente el asesino, el ladrón, el interno, el que te insulta, el que no se maneja bien, porque en el código de la evolución, ése es precisamente el que está enfermo y quien está pidiendo tu ayuda; entonces, no encajes el golpe y agredas: interpreta el lenguaje desde tu vida y desde tu corazón, entendiendo que esa persona es, precisamente, quien más necesita ayuda; y desde tu tolerancia y desde tu silencio, si recibes como un regalo aquello que te da, en silencio, esa misión va a ser más importante que todas las cárceles, los discursos, las amenazas, los juicios y las demandas. Entonces, mírenlo así. Recuerda: hay una cosa bien importante, lo más grave que me pase a mí cuando me dan un regalo, es que no lo reciba: no tiene sentido que yo me ofenda si alguien me hace mal o habla mal de mí, no tiene ningún sentido; yo le digo: ese es tu regalo y yo no lo recibo, un regalo que yo no recibo ¿de quién es?, es de quien me lo ha dado, que se quede con él!; digamos, eso es lo más grave que nos puede ocurrir. Hay que estar pescándolo todo, con mil antenas, siendo sensible a todo, siendo actores; no somos tan importantes como para que todo el mundo viva pendiente de nosotros, eso no es cierto; en ocasiones hemos sido programados como un erizo, lleno de espinas, para disparar a diestra y siniestra creyendo que nos tenemos que defender. Desechar de la vida toda actitud defensiva: yo no tengo que defenderme de nadie, cuando yo me estoy defendiendo, me estoy sintiendo atacado, no es que me ataquen: yo me siento atacado. Ustedes han visto esos fakires que se sientan sobre clavos, y los que se pasan espadas, todo eso y no sangran, ¿qué es lo que ocurre?, que lo que hiere no es el arma, lo que hiere es la actitud del organismo hacia el arma: si yo logro controlar mi conciencia, el arma no me hiere, lo que me hiere es mi reacción al arma, a la ofensa, ese tipo de cosas.

   Así que el compromiso es comprometerme a fluir con la vida, esa es la clave de la creatividad: por ejemplo, una persona creativa es una persona fluida, espontánea, es una persona que no tiene que programarse ni llenarse de etiquetas, ni aprenderse de memoria mil discursos, sino que sabe fluir en su momento, aprende a aprovechar cada momento para fluir, y cuando uno está fluyendo está aprendiendo porque el Universo es siempre distinto. Cuando hay fluidez, uno está en un tiempo que nunca se repite, que es este tiempo, y ahí realmente somos un río: recuerden que nosotros somos y nuestra conciencia es un río; cuál es la clave del río: que siempre se renueva, un río nunca es el mismo pero es el río, ustedes no son los mismos pero son ustedes: ustedes cambian sus pensamientos, sus emociones, su cuerpo, sus arrugas, su manera de ser, hasta su manera de pensar cambia, pero siguen siendo ustedes, ustedes son el mismo río: Pedro, Luis o Pablo o María, son el mismo río, ustedes tienen la vibración de su propio nombre y es permanente mientras todas las cosas en ustedes se renuevan; eso también es cierto del cuerpo: el cuerpo está cambiando, cuando llegamos esta mañana las células que revisten su estómago ya no están, ustedes no se dieron cuenta, esa es la inteligencia cósmica que las cambió, ya no están, las seis capas más superficiales de las células del estómago están totalmente cambiadas; hace tres meses el esqueleto que les permite a ustedes sostenerse aquí no existía, ese esqueleto ya se cambió totalmente, ya no es el mismo; en un año, hasta el último de nuestros átomos, hasta el 98% de los átomos......... cambian, en tres años, ya no hay nada de materia de lo que existía; digamos que nosotros somos ese edificio misterioso y milagroso al que le pueden cambiar los ladrillos sin que desaparezca, se imaginan!, qué maravilla ¿no?, se le pueden sacar todos los ladrillos y sigue ahí el edificio; así somos nosotros aún desde el punto de vista cósmico, entonces, somos mucho más que este cuerpo. El compromiso es adquirir esa fluidez cambiante, permanente, que hace que seamos creadores de nuestra propia vida, y en cada segundo, podemos tener el milagro maravilloso de inventarnos nuestra vida, podemos inventar la vida si dejamos el lastre de los condicionamientos, podemos inventar la vida, a eso es a lo que se refiere el compromiso.

 
   Cuando en sicología se estudia el estrés, se ve que el estrés es origen de buena parte de nuestras enfermedades; algunos psicólogos se encontraron con un grupo de "super-héroes", ese tipo de personas que están sometidas al estrés más grande del mundo y sin embargo nunca les pasaba nada: ni úlceras, ni infartos y eran felices; entonces se fueron a estudiar a ver qué eran esos animales tan raros, -son animales raros en el contexto de la raza humana-, y se encontraron con que todos eran comprometidos: trabajaban mucho más que el resto, eran grandes ejecutivos con grandes responsabilidades en su empresa, pero tenían un común denominador: cuando estaban en su casa estaban en su casa, es decir, cuando eran papá eran papá o mamá eran mamá, cuando eran el jefe eran el jefe, cuando era a nivel social eran sociales pues era a comer y a parrandear; es gente de una característica que cree que la vida se puede asociar a una botella de vino: unos la miran, otros discuten sobre si la beben o no, y estos comprometidos se beben el vino de la vida, no como los otros que la admiran como un trofeo o que la tienen en una cava; gota a gota, instante a instante se van bebiendo la copa de los eventos y así son comprometidos y creativos, entonces tienen un sentimiento infinito de disfrute, son "gozones", ¿por qué no podemos ser gozones, gozar la vida?; la primera condición para la santidad es no estar triste: un santo triste es un "triste santo" apenas. No, no, no, el sendero no tiene nada que ver ni con la rigidez ni con la tristeza, ni con nada de eso: cuando a mí me hablas del sendero espiritual desde la amargura, yo digo: qué triste es el cielo!, eso no tiene sentido. El sendero espiritual va de la mano de la alegría, y la alegría puede existir en medio del dolor también: cuando no nos apropiamos del dolor no se vuelve sufrimiento, y ese dolor permite dar alegría. Yo he visto los ojos chispeantes de un enfermo terminal, con infinita alegría, muriéndose a pesar de su cáncer y su dolor, con una alegría que va más allá de su cuerpo, es decir, la alegría puede existir allí. Yo he convivido entre los indígenas y los campesinos que no tienen nada para compartir sino es medio plato de caldo de sancocho, esa es su única riqueza, pero lo hacen con tan infinito amor y disfrutan tanto de esa mesa y de ese plato, que realmente ellos son mucho más ricos que nosotros que a veces tenemos nuestras mesas y nuestras arcas llenas pero nuestro corazón vacío y que generalmente tenemos que comer solos o parados o a la carrera; hemos perdido la capacidad de disfrutar un almuerzo en familia o en otras compañías, esa es la riqueza, es el compromiso.

   Cuando los investigadores, hace poco, estaban mirando las estadísticas sobre infarto, se encontraron en Pensilvania una pequeña comunidad que se llama Roseto, en esa comunidad a la gente no le daba infarto, entonces se juntaron los epidemiólogos, los estadísticos, los médicos internistas, todos los sabios hicieron hipótesis: esta gente debe ser juiciosa, no fuman, no beben, ayunan, van a Misa tres veces a la semana; hubo muchas hipótesis sobre qué hacían, y se fueron a investigar a Roseto y se encontraron la gente más sinvergüenza del mundo, pero gozonas: comelones, fumadores, bebedores -eso no quiere decir que se pierda  el sentido de las proporciones, eso tiene que ver por el compromiso-, se encontraron con la gente más gozona del mundo y más sinvergüenza del mundo -según estas convenciones- pero la más feliz también: porque era gente que se reunía a la mesa a almorzar en familia, porque en la mesa del comedor cabían los  yernos, la nuera, los nietos, el amigo del hijo, los que llegaban, porque se encontraban los abuelos, los tatarabuelos, los nietos, los biznietos, -como no se morían de infarto, me imagino que debían de haber hasta tatarabuelos como si nada- entonces, lo que encontraron fue una red de soporte relacional; ese es el amortiguador de la vida: yo puedo recibir todos los golpes, pero si yo tengo una amortiguador relacional, ese amortiguador distribuye mi nivel para encajar el golpe, pero si yo no tengo con quién compartirlo, si yo no tengo una red de soporte relacional, el golpe es mío solo, es el golpe mío, yo lo asimilo, lo encajo, reacciono y obviamente me estalla el golpe: el hombre necesita compartir su dolor, si no compartimos el dolor no podemos tampoco compartir el amor, es necesario compartir y es necesario hacer rescatar lo que todavía tenemos en Latinoamérica muchas veces: un módulo de familia participativa. Uno de los indicadores máximos de la longevidad, es decir, que la posibilidad de vivir largo tiempo, y de los más importantes, es: comer en familia, por lo menos una vez al día, eso tiene un efecto cardio-protector más importante que todos los medicamentos que se han inventado en medicina. Entonces, la conclusión es comprometernos en una red relacional de soporte a nivel familiar, que nuestra red crezca de tal manera que esa red nos ayude a impulsar por sus canales tanto el dolor como el amor, para que el peso de las responsabilidades en la vida pueda ser sólidamente compartido. No es un mundo para vivir solos; a veces, en medio de la multitud estamos profundamente solos: no conocemos al de al lado, no conocemos al vecino, al que vive encima, al que vive debajo, ni siquiera ya conocemos a nuestros hijos porque no nos reunimos con ellos; vivimos en un mundo muy extraño en el cual realmente nos estamos suicidando porque estamos cortando nuestro soporte relacional, vivimos con unas tijeras debilitando nuestro círculo y lo elitizamos: creemos que somos los de arriba o los de abajo, nos metemos en un pequeño "ghetto", dejamos de sentirnos como una familia y entonces sufrimos el riesgo: aumentan el infarto, la hipertensión y el estrés, a eso se refiere el compromiso.

   El compromiso es: ser "gozón", vegetariano o no, eso es asunto suyo, su conciencia se lo va a ir diciendo, pero ser un gozón, disfrutar la vida; la vida es para gozarla, para disfrutarla, el vino es para bebérselo y hacer de él un milagro, y si no hay sino agua, entonces la convertimos en vino, como Cristo en las bodas aquellas, para poder disfrutar entre todos; no es para emborracharse, para estar ebrio, para perder la conciencia, no, la vida realmente es un vino para excitarse, para activarse, y también el sacramento de la comunión es el sacramento de la relación, por eso yo digo que la Misa es un ritual mágico; si el vino fuera tan malo ya lo habrían sacado de la Misa hace mucho tiempo, si consagramos el vino para que sea sangre de Cristo, para que sea agente de comunión, agente de vida, realmente ese es el misterio: el sacramento de la evolución es el sacramento de la comunicación, de la comunión, y la comunión nos lleva al estado de gracia y el estado de gracia es ser gozones: porque tú existes, porque yo le doy gracias a la vida que tus ojos existen, que yo me puedo mirar en ti; realmente a eso es a lo que se refiere el compromiso, no se refiere a otras cosas, no es nada misterioso. La recomendación entonces es que no nos vayamos nunca de Roseto: Roseto es esa familia interna, ese grupo de almas, yo no diría ni siquiera la familia de sangre: a veces tenemos amigos del alma que para nosotros significan más que nuestra propia familia; es reconocer esa familia interna, esa red de relaciones, no es "tirarle perlas a los cerdos", no es darle a quien no nos quiere recibir: yo no puedo sembrar mis palabras en el desierto, no se trata de que yo coja mi cosecha y la tire al aire y al viento para que se pudra y se pierda; se trata de sembrar mis relaciones, de sembrar mi amor allá en un terreno fértil que las pueda recibir, que las pueda hacer germinar. Entonces, digamos que la familia de sangre es algo que yo no decidí, pero la familia del alma es algo de lo que yo puedo disponer: todos nosotros tenemos hermanos del alma, gente que nos acompaña en el sendero, que resuena con nosotros, que nos ama sinceramente, y con ellos podemos establecer una red de soporte relacional que le da otra dimensión a la vida.

   La primera dimensión es el compromiso, sin el compromiso no hay nada. Comprométanse solemnemente ¿a qué?, todos los días: ¿a salvar el mundo?, no, no tiene ningún sentido; ustedes no van a salvar el planeta, de todas maneras, salvar el mundo es que se salven a sí mismos, la mejor manera de transformar el mundo es transformar en mi interior la visión que tengo del mundo: cuando yo cambio mi visión del mundo, el mundo cambia; por qué pretender cambiar a la gente cuando yo no he cambiado, cuando yo me cambie en mi interior, automáticamente en mí todo cambia; los sitios obscuros son simplemente sitios a donde ustedes no han llevado luz, la sombra no existe de por sí, la sombra es aquél lugar del Universo donde ustedes no han llevado su luz amorosa, entonces, para qué reniegan con la sombra, prendan la lamparita del corazón, es lo único que tienen que hacer; a la sombra no hay que desalojarla, empujarla ni luchar contra ella, ni asesinarla: a la sombra simplemente hay que iluminarla desde nuestro corazón, y eso solamente lo logramos transformándonos, y esa transformación la logramos adquiriendo la integridad de comprometernos con nosotros mismos, que es comprometernos con el Universo y comprometernos con la vida, a eso se refiere el compromiso. Yo, todos los días, hago un compromiso solemne, ¿de qué?, no es un compromiso pa' pasado mañana ni para la eternidad, ni es que alguien llega y dice: "y es que no voy a beber, no voy a fumar, no voy a mirar a las mujeres, voy a ser muy bueno"; eso no tiene sentido: uno no cambia una vida porque no tengo hábitos ni disciplina. Me hago mi compromiso todos los días de "cumplir mi parte", ¿cuál es mi parte?, el alma la conoce, si es pequeñita, grande, en todo caso, es una parte lo que a mí me corresponde dentro del plan, dentro del proceso, dentro del tejido: hacer mi puntada con el hilo que el gran tejedor me ha suministrado para que yo teja este tejido del Universo ahora y aquí, en este lugar; es cumplir mi parte, cada quien tiene su parte: hacer la comida, sacar los niños al colegio, plantar, escribir un poema, esa es la parte; esa parte puede cambiar de aquí a diez días pero comprométanse con eso: si yo me comprometo con las pequeñas tareas, la vida es ..... y yo voy asumiendo las grandes tareas; pero si yo me comprometo con ser un buen policía en este momento, la vida posiblemente, tarde o temprano, me lleve a ser un buen presidente, pero si yo no soy un buen policía no voy a poder ser un buen presidente; si yo no amo a mi hijo, no tengo derecho a hablar del amor universal, eso no tiene sentido: hablar del amor universal es muy fácil, pero hablar del amor del que tenemos al lado permanentemente como un "sparring" que nos ha regalado la vida para ponernos a prueba, es mucho más complicado; entonces, si cumplimos esa tarea, se nos asigna la otra tarea: a eso se relaciona el compromiso. Lo otro, en relación con esta gente que son los "supermanes" para torear el estrés: es el control, ojo en esto que es muy importante; ellos son individuos que siempre tienen el control: tener el control es lo contrario de manipular la vida; tener el control es tener reversa, tener reversa es no ser como un caballo cerrero que va en la misma dirección, que no es flexible, que se estrella contra todos los obstáculos; el control es desechar ese sentimiento de vacío y de incertidumbre, entendiendo que en nosotros hay un potencial infinito que siempre encuentra una respuesta, que en el camino se van arreglando las cargas, que yo puedo asumir el riesgo de dirigir los procesos y el riesgo de equivocarme: lo más grave que me puede pasar es que yo me equivoque, pero equivocarme o fracasar no es sino un maestro que la vida me ha regalado; yo aprendo mucho más de los fracasos que de los éxitos.

   Este es un Universo programado para el éxito, el éxito es algo externo al hombre, es otra cosa bien alienante: nos hablan de poder mental para dominar a los otros, para tener éxito, para triunfar en la vida, pero ¿qué es triunfar en la vida?, es tener dinero y tener poder, eso no tiene nada que ver con el triunfo; el único triunfo importante en la vida es el triunfo sobre sí mismo, es tener control sobre sí mismo, esa es realmente la maestría: si yo tengo control sobre mí mismo, puedo tener un control amoroso sobre los demás, no en el sentido de tener dominio sino en el sentido de que les doy mi luz y mi inteligencia para que ellos organicen su ambiente. A eso se relaciona el control, el control va muy ligado con la humildad: si yo no soy humilde, no tengo control porque no reconozco mis errores, y si yo no reconozco mis errores sigo en esa dirección de los errores programados en mí y voy irremisiblemente hacia la meta que he escogido que es la del fracaso, es decir, yo mismo elaboro el fracaso; cuando yo puedo observarme, auto-observarme, porque tengo la humildad de observarme, en ese momento puedo reconocer mi sombra y llevarme luz a esos sitios donde hay sombra, y en ese momento puedo reconocer y admitir, desde mi corazón, que me equivoqué; y cuando yo aprendo de los errores estoy creciendo; quien no aprende de su errores no puede crecer. Para el control se requiere entonces, la capacidad infantil de regresar -es bien importante- al movimiento y hacia el desorden y hacia la rutina; la rutina es el máximo desorden que puede existir porque la rutina mata la vida: si yo no soy capaz de regresar a la Luna de Miel con mi esposo o con mi compañera, estoy matando la relación; yo me tengo que devolver al momento inicial, a ese momento donde el impulso de eros todavía existe, para mejorar el potencial del intercambio que tengo. Cuando dos personas interactúan, cuando el presidente interactúa con el país, cuando un partido interactúa con la sociedad, sucede un fenómeno natural de desgaste; los esposos se juntan y terminan siendo muy parecidos porque la energía se va nivelando, se va nivelando, se va ajustando, hasta el momento en que ya no existe nada emocionante realmente, y no existe nada emocionante porque antes él era una carga positiva y ella una carga negativa y fueron intercambiando cargas de tal manera que los potenciales se equilibraron y ya no hay flujo de corriente; esa es una ley de la vida, pero entonces yo tengo que entrar en pausa, me tengo que ir de la casa unos diítas, tengo que hacer silencio, la tengo que dejar tranquila, tengo que ser un niño y escribirle un poema, hacer una llamadita por teléfono, enviarle una flor a hurtadillas, volver a ser un niño; pero eso yo lo tengo que programar desde mi intención: yo tengo que recoger los rescoldos del fuego y volver a avivar esa llama para que el leño de su amor en mí pueda arder; eso es lo que se llama aprovechar esa energía infinita de eros, y eros es lo que nos da el control, lo que nos da energía; sin el motivo profundo que nos genera eros en nuestra vida, nosotros no aprenderíamos nada; esa es la motivación profunda para las relaciones, eros, y yo tengo que tenerla, ser consciente de renovar eros, es decir, de volver a meter los leñitos a la chimenea y soplar, pero soplar desde mi corazón, con toda mi capacidad, para que el fuego vuelva a arder; pero si yo eché leña antes de ayer y hoy ya me quejo porque no hay sino cenizas y digo: "qué horror, no quedan sino cenizas", y me pongo a llorar, la culpa es mía: yo tengo que volver a poner leñita. El amor es una conquista de todos los días, es una conquista permanente de control sobre las cosas, es no caer en la inercia: cuando caemos en la inercia morimos; tenemos que aumentar el potencial de las cosas, tenemos que garantizar la diferencia de potencial para que la energía pueda fluir, y eso ocurre entre dos átomos, entre dos moléculas, entre dos cargas magnéticas, entre un hombre y una mujer. La ciencia de la vida es la ciencia de la unión, no de la unión entre los opuestos, sino que los opuestos se unan por medio de la diferencia de potencial, y la diferencia de potencial es una responsabilidad nuestra: volver a poner la carga allí donde se necesita la carga, sino vamos a estar atrapados en la prisión de la rutina, y en la prisión de la rutina somos autómatas, es decir, hemos perdido el control de nuestra vida: el automatismo es el principal enemigo del proceso de creación; cuando yo hago las cosas siempre igual, de la misma forma y de memoria, realmente me estoy quedando como una estatua congelada en mi pasado y he renunciado a mi máximo patrimonio que es crecer; estoy obligado, en ese sentido, a crecer.

   A eso se refiere el control: esos ejecutivos que viven felices a pesar de ser los más trabajadores del mundo, es que tienen control: tienen reversa, son humildes, se renuevan permanentemente, son creativos, hacen las cosas de una manera distinta y hacen que su trabajo, en ese sentido, se vuelva un "hobby", si mi vida no es un "hobby", si mi profesión no se vuelve un "hobby" se vuelve una rutina, y si mi trabajo se vuelve una rutina me estoy suicidando. Eso es cierto epidemiológicamente: uno de los factores de riesgo más grandes de impacto, admitido en los grandes trabajos estadísticos de hoy, es la insatisfacción laboral: si yo no estoy contento con lo que hago, me estoy suicidando, estoy yendo contra mi propia corriente. El control es la capacidad de reconocer la dirección de la propia corriente, ése es el control, y ahí uno disfruta: cuando uno va río abajo eso es delicioso, ¿por qué no nos vamos río abajo?, ¿para qué nadamos contra la corriente?, nadamos contra la propia corriente, hacemos lo que no queremos hacer, hacemos lo que no nos gusta hacer; esa es una de la grandes causas de la fármaco-dependencia. Eso tiene que ver con los patrones de identificación: con la línea paterna y la línea materna, eso es un poquito más profundo, yo no me voy a meter hasta allá, pero les voy a poner un ejemplo para que lo entendamos: Yo tengo un paciente que tiene unas habilidades musicales extraordinarias, desde el bachillerato empezó a tocar la flauta, y el papá que: "de artista no vive nadie", y él empieza a tocar la guitarra: "pero es que la guitarra tampoco te va a dar plata, tú no vas a poder vivir, tú no vas a poder mantener a tus hijos con la guitarra, esta es una cultura que no aprecia el arte, tú tienes que ser ingeniero como yo, mira que y todas esas cosas, hasta que llegó y se vio sometido al chantaje de que estudiaba lo que era digno de estudiarse o perdía el respaldo económico en casa, es decir, que el papá no iba a financiar nada que no fuera su ingeniería; bien, el muchacho se fue a hacer ingeniería, salió de la ingeniería, empezó a hacer la ingeniería a "la brava", pero un día la música de su corazón se desbordó y luego hizo una fármaco-dependencia, una drogadicción; yo lo recibía en mi consultorio y él tocaba los cuadros, tocaba la pared, cajoneaba, silbaba, la música se le salía por todos los poros del cuerpo; terminó en una comunidad terapéutica, en una comunidad terapéutica encontró esas redes de soporte relacional que la familia no le dio, pero fue muy bello porque su padre aprendió a conocerse a través del drama del hijo, y vió lo injusto que había sido, la imposición, había llegado a que su hijo tuviera que resonar con su propia nota, pero entendió que su hijo fuera como es.

   Cuando nosotros pretendemos que los demás sean como nosotros, les quitamos una de las armas más fundamentales de su vida que es el control. Yo, por eso, yo creo que el amor es el veneno más grande que existe cuando es manipulador y es controlador. El amor es un arma de doble filo: el amor que quita control, que manipula y que reemplaza tu responsabilidad, es un amor irresponsable, es una caricatura del amor. El amor sobre-protector es de los más injustos que yo haya visto en nuestras comunidades latinoamericanas; tenemos una imagen de la madre: mamá gallina que mete a sus hijos debajo de las alas y los protege de la luz, del viento y del sol, y desafortunadamente, también de la vida, ojo con eso: el paradigma del control por parte del padre y de la madre, es algo que genera buena parte del estrés en nuestros hijos, nosotros los tenemos para enseñarles a volar, pero a veces preferimos tener un gusano debajo de nuestras faldas y no una mariposa libre volando a la luz y al viento, impedimos esa trasmutación; un hombre debe pasar por un silencio interior en donde la crisálida va a descubrir su propia luz y le va a dar alas al viento; realmente de eso se trata la vida. El paradigma del control tiene que ver con el timón: el timón en un barco no es fuerza, aprovecha la fuerza del agua, aprovecha la fuerza del viento, orienta las velas, es dirección; control no tiene nada que ver con fuerza de voluntad, la voluntad es dirección inteligente, eso es una cosa muy distinta; yo tengo que aprovechar la corriente de la vida, y aprovechar la corriente de la vida es darle a mi velero la máxima velocidad y la correcta dirección, eso es todo, para eso tengo que orientar adecuadamente el timón; si la corriente sopla del lado de la música y orienta el timón para que esa dirección musical se realice en mi hijo y en la vida, y si es del lado de las matemáticas o de las ............., yo lo oriento; pero cuando yo opongo el barco y las velas en dirección contraria y perpendicular al viento, lo que estoy haciendo es un naufragio seguro, se me va a romper el barco: el barco de la vida de la gente se rompe, porque no le permiten la posibilidad del control. A la gente hay que liberarla con todos los riesgos que la liberación supone: si yo cojo a alguien que quiero mucho y lo cargo todo el tiempo, le va a dar osteoporosis y después no puede caminar, va a tener problemas con la marcha, no va a poder sustentarse en sus dos pies, cosa que significa mucho más que la sustentación física; y lo mismo ocurre con nuestros hijos, con la gente, con nuestros pacientes: a nuestros pacientes hay que liberarlos, eso que mientras mejor médico sea, entonces más apegados con los pacientes: un médico no puede crear apegos, el control tiene que ver con nuestra capacidad de confrontación a la gente, hay que confrontarla: que se mire en mi espejo pero para devolverle su imagen y se de cuenta también de su incoherencia, eso es generar responsabilidad. Hay una cosa muy importante que es la infraestructura del control: se llama confianza, confianza es ser fiados, tener un fiador: cuando yo voy a pedir prestado al Banco me dicen qué fiador tiene, qué respaldo tiene; pues hay un fiador que es el más importante en nuestra vida que es nuestra confianza, y la confianza viene de lo que han delegado en nosotros: si nadie dejó ya nada en nosotros, si nadie deposita su confianza en nosotros, si nosotros no confiamos en nosotros mismos, somos inseguros e inestables, no confiamos en la vida. La confianza es condición para algo muy importante que es el desafío, el desafío es ir más allá de nuestro récord, es batir el récord todos los días, es saber ir hasta alta mar, es crear, el desafío es renovarnos permanentemente; pero si yo no tengo confianza no puedo cumplir el reto de superarme a mí mismo, primero necesito la confianza.

   La primera herramienta de la confianza es el ritual de desarrollo, es decir, que si tú me demandas algo, es justo que yo te doy algo, y la materia del ritual del desarrollo se llama: amor responsable. Es muy distinto el amor, del amor responsable; el amor responsable es un amor inteligente, dosificado, con discernimiento, es un amor que da de sí en el momento oportuno: para qué quererte cuando no me necesitas o cuando ya te hice daño; es el momento oportuno, ese es el amor responsable. El amor responsable es darte a ti de lo que tú necesitas, no de lo que me pides, ojo con eso, no es un amor paternalista, es lo que tú necesitas: si tú me pides unos zapatos que no necesitas es irresponsable dártelos cuando hay niños que no tienen zapatos, yo tengo que enseñarte esa lección; si tú me pides un carro que no necesitas, es irresponsable; es el paradigma cómodo de la sobre-protección: de no saber decir que no, y creer que el amor es complacencia y alcahuetería tiene a nuestra sociedad como está, no es "dejar hacer y dejar pasar". El control se relaciona con la generación de confianza para que cada quien se libere, dándole aquello que necesita justamente para que vuele, es enseñarle a pescar y no darle pescados toda la vida, a eso se refiere el paradigma del control. Cuando yo le doy entonces a un niño lo que necesita, cuando soy consciente de sus necesidades le estoy ayudando a ser él mismo; cuando yo le doy lo que no necesita lo estoy llenando de lastre, y en el momento en que él quiera, va a estar tan pesado que no va a poder levantar sus alas, y si vuela se estrella o sino se tiene que quedar pegado a mí; entonces yo soy el que voy construyendo todos esos apegos y todo ese lastre, que hace que la gente tenga una carga tan pesada que no puede elevar sus alas y volar y ser libre.

   Toda la evolución está construida para la libertad, la liberación -ya lo veíamos- es el objetivo de la relación: yo te libero cuando descubro que soy el Universo, cuando descubro que yo soy lo que pienso porque los pensamientos están en mí, y yo soy las emociones: las emociones están en mí; cuando descubro que yo no estoy en el Universo sino que el Universo está en mí, realmente ese es el arte de liberarse interiormente, y para liberarse hay que dejar que cada quien lo descubra por sí mismo, no lo puedes descubrir por él; el sendero espiritual no lo hace un maestro que te pone una varita mágica y te despierta un chakra y te cobra algunos dólares, eso no existe, eso es un puro ritual, eso es un mitología comercializada "New Age" que no tiene nada que ver con la Nueva Era; eso nadie lo puede hacer por ti, es tu propio camino. El verdadero maestro te libera para que tú descubras tu camino, te da las herramientas, el verdadero maestro no te pone a hacer una copia de un cuadro, te da el lienzo y el pincel para que tú construyas la obra irrepetible y original de tu propia vida; no podemos construir obras de arte en nuestra vida sin........., eso no existe.

   Entonces tenemos esos tres paradigmas: control, compromiso y desafío; control, humildad y confianza van de la mano; compromiso de vivir el presente infinito, y el desafío es crecer, batir el propio récord, superar la propia marca, ir siempre mucho más allá de sí mismo, no resignarse con lo que somos, crecer permanentemente, excitarse, ir más allá de mi propio orbital para emitir la luz. Paradójicamente, cuando necesitamos niveles de comunicación mayor, tenemos que desafiarnos a nosotros mismos, ir más allá de nuestros límites, un hombre que no supera la programación de sus propios límites, es un hombre que no crece y no se libera y no se comunica, ¿por qué razón?: cuando un átomo se necesita comunicar con otro átomo, tiene que hacer que un electrón pase a un orbital periférico que lo ............., y ese electrón al regresar libera luz, libera un fotón, o sea que, literalmente, toda reacción de comunicación en un espectro de la química, es una reacción de intercambio de luz; cuando se hace una reacción molecular lo que hay, en última instancia, es un intercambio de luz; cuando yo me excito, mis electrones periféricos, no sólo los electrones físicos sino todas las unidades constitutivas de mi cuerpo emocional, de mi cuerpo mental, entonces pasan también a orquestar ..............., entro en vibración y en ese estado ....... activado puedo liberar tu luz, mi luz, puedo compartir mi luz contigo, de tal manera que, toda la relación es, literalmente, un intercambio de luz.

   Cuando dos personas se relacionan armónica y coherentemente lo que hacen es que se iluminan; el proceso de iluminación, el proceso de electrificación de la luz a través del intercambio o a través de la relación, y ese proceso ocurre cuando yo desafío mis propios límites, cuando acepto crecer y cuando acepto ir más allá de la confianza que la vida depositó en mí para crecer a responsabilidades mayores. Eso es lo que se llama el ritual del desafío y ese desafío me da la creatividad, me da acceso al mundo de los arquetipos; el máximo desafío es liberarme de mi mente individual limitada y ascender a la mente cósmica de los arquetipos del inconsciente colectivo de donde surgen las máximas obras de la literatura, de la creación, de la política, de la economía, de donde surgen los Premios Nóbel, de allá surgen: un Premio Nóbel no hace nada con su mente concreta, su mente concreta simplemente es el radar de donde se captan los arquetipos de la conciencia universal. Es así entonces como la humanidad puede crecer, como se puede transformar a través del desafío, y realmente los hombres grandes, aquellos que emprendieron las grandes empresas sin que sucumbieran al estrés que eso representa, tienen esas características: control, compromiso y desafío. Control, compromiso y desafío son la clave de construir una personalidad al servicio del alma. Esas tres palabritas .............. todos los días, y son tres palabras mágicas si la gente las registra en su corazón porque pueden transformar efectivamente su vida ..................

   Lo otro es entonces que la unión y la integración es un movimiento, ese movimiento se expresa en nuestra vida cotidiana a través de la formación del carácter: todos nosotros tenemos un carácter y tenemos un temperamento, el temperamento es un modo de ser más o menos hereditario, es lo que la gente llama: "genio y figura hasta la sepultura", pero el carácter que es el pilar básico de nuestra personalidad, es algo que se construye, que construimos día a día con rituales, con hábitos y con disciplina; si decimos que el carácter es el monje en nosotros, podemos decir que el hábito si hace al monje porque son los hábitos los que hacen el carácter, los que construyen el carácter, ahí el hábito sí hace al monje; con un mal carácter no hay sendero espiritual posible, muéstrenme a un maestro de mal carácter y yo les digo con toda seguridad que ése no es un maestro, porque en el carácter, la característica esencial es la tolerancia y esa es su fortaleza: un carácter fuerte, sólido, firme, lo es porque es flexible y tolerante; si a mí me dicen: ¿que es más fuerte, qué es más permanente, qué es más duro, la roca o el agua?, yo digo que el agua: la fortaleza del agua es su versatilidad, es su flexibilidad, es que puede cambiar las caras: puede ser hielo en el frío, vapor en el calor, puede ser agua, simplemente agua y fluir, y porque a la larga perfora la roca, labra la roca, labra el cauce, los materiales más duros, con el tiempo, son labrados por el agua; ¿cómo el carácter es un carácter fuerte? porque es tolerante y porque es flexible; la primera condición, la básica del carácter es la tolerancia, a la tolerancia la llamamos la inofensividad; la inofensividad no es una virtud pasiva, no es no hacer nada, es profundamente activa, es lo que más vigilancia necesita; ser inofensivos, es la norma de oro de la medicina: "Primun non nocere", "Ante todo, no hacer daño": yo puedo hacer cualquier cosa en mi relación contigo, pero tengo un principio inmutable: yo no te puedo hacer daño, no te debo hacer daño, en el momento en que te haga daño estoy dañando el carácter no sólo a ti que eres parte de mí; creo que eso es un boomerang: yo no sé cuánto daño me hago cuando hago daño, eso es realmente ...... ......., estamos ofendiendo a otro, estamos faltándonos, o estamos faltando a nosotros mismos, no sólo al respeto sino que estamos creando una muralla en nuestra vida. Así que es necesario construir un sólido carácter: el carácter es la antena sobre la que se va a recibir la emisión de la luz del alma, si yo no construyo mi carácter no puedo pretender acceder a la luz del alma, el alma no se asienta sobre un carácter débil porque el hombre no toleraría el voltaje de la energía del alma, y es que necesitamos personalidades fuertes, personalidades fuertes son plantas dulces por delante, tiernas, amorosas, comprensivas, esa es su fortaleza; a veces decimos: esa persona tiene un carácter fuerte cuando nos referimos a un mal carácter, eso es una cosa bien distinta: un mal carácter no tiene nada que ver con la espiritualidad; el buen carácter es el respeto profundo del libre albedrío, como una manifestación de la libertad esencial de la persona humana: yo te puedo querer, yo te puedo aconsejar pero yo no te puedo obligar; en el sendero no existe la obligación, eso es un .......: que el maestro me mandó decir, que el ............. me mandó decir. ...en Ausburgo se mueren cinco muchachos que se drogan todos los días, y nos presentaban las estadísticas de todo el modelo socialista, que era un país libre de drogas, que era un santuario, que esa cosas no se daban. Vemos que lo que simplemente se violó fue el libe albedrío: a la gente no se le permitió consumir drogas pero la drogadicción estaba ahí, estaba como una represa, abres la represa y se desbordó. O cuando mi papá me cuenta que la abuela lo metió a la fuerza al convento porque quería tener un cura en la familia, eso fue terrible porque cuando él salió se desbordó; eso es una represa y hay desbordamiento. O sea, yo puedo tener un "carácter controlado" pero es un carácter reprimido, eso no tiene nada que ver con la represión y con el auto-control agresivo. El carácter se asienta sobre el libre albedrío, sobre la libertad: cuando yo sé que soy libre de hacer el mal pero no lo hago a pesar de conocer esa libertad, estoy construyendo un buen carácter, un carácter fluido; cuando yo no hago el mal por miedo, porque me meten a la cárcel, finalmente ese es un carácter bien débil y peligroso que no tiene nada que ver con el sendero espiritual. Entonces, construir un buen carácter: ese carácter está asentado, nuevamente, sobre la humildad que es transparencia interior, la confianza, el control y el compromiso, eso es lo que construye un buen carácter. ¿Para que construimos el carácter?, para alinear la personalidad, ¿para que alineamos la personalidad?, para ser instrumentos del alma, ¿para qué ser instrumentos del alma?, para alcanzar la iluminación ahora, básicamente.

   Cuando yo construyo adecuadamente el carácter, entonces puedo pasar a vigilar el combustible del carácter; el carácter es una infraestructura, digamos que es el cohete, pero ese cohete, para elevarse, necesita un combustible, ¿cuál es el combustible del carácter?, unos le llaman: motivos, yo tengo un motivo para trabajar en la vida, un motivo para hacer las cosas, hay un móvil que me mueve siempre a hacer algo, y ese motivo puede ser aparente o puede ser real. Digamos un hecho: ustedes dan limosna, alguien va, da limosna porque se le conmovió el corazón, alguien porque ese muchacho tan sucio y tan feo me va a rayar el carro, entonces antes de que me lo raye yo le doy esto, alguien la da porque el vecino viene y qué pena que vea que yo no doy limosna, y la da, hay quien no la da desde el punto de vista: yo no voy a financiar la mendicidad, prefiero financiar escuelas en las cuales estas personas se recuperen; siempre es exactamente la misma acción pero en todos esos casos estuvo fundamentada en distintos motivos. Vigilen sus motivos, la vigilancia de los motivos es un instrumento precioso de autoconocimiento, y a través de ese instrumento van a conocer sus distintos "yoes" agazapados; nosotros tenemos muchos "yoes" que se dicen mentiras, frecuentemente nos decimos mentiras, pero esa vigilancia de los motivos, va a permitirnos reconocer de dónde vienen nuestras intenciones, cuál es la calidad del combustible con el cual estamos moviendo nuestro carácter, eso es muy importante. Alguna vez, fue una señora al consultorio y me dice: "mire yo me voy a separar de mi esposo porque él es un sinvergüenza, por esto, lo otro", media hora sobre eso, entonces, cuando terminó yo le pregunté: "¿quién se va a separar de su esposo: la mujer que tiene relaciones sexuales con su esposo, la mujer que quiere la plata del esposo, la madre de los hijos de ese señor, el alma que hay en usted; quién es la que se quiere separar?", ella se puso a llorar y se fue del consultorio; y después regresó y me dijo: "mire, fueron las dos primeras que usted me dijo, las otras no se quieren separar, gracias". A veces nosotros creemos que tomamos una decisión, tenemos que pensar quién toma la decisión en nosotros y, desafortunadamente, a veces la toma por nosotros: el yo de los impulsos, el yo de los apegos, el yo agresivo, el yo posesivo, el alma; estoy tomando el alma porque yo me puedo separar como alma y tomar una decisión espiritual y justa y amorosa, y es posible que lo más amoroso que yo pueda hacer por una persona sea dejarla, yo acepto eso, es posible que no sea así; pero yo debo reconocer de qué parte de mi ser vienen los motivos, porque si yo no sé de dónde vienen mis motivos, no sé entonces la calidad de mis movimientos y no puedo tener objetivos claros; entonces, revisar los motivos. Todas las escuelas espirituales del mundo dicen a la gente: que en la noche, que al caer la tarde o antes de acostarse, hagan un repaso de las cosas del día, no es un repaso para lamentarse, para quejarse o para culparse sino para conocerse: dónde estuve despierto, dónde estuve dormido, cuándo dí desde el alma, cuándo dí desde el corazón, cuándo dí desde el estómago, cuándo mi caridad fue sin uñas, con uñas, qué actos de amor impersonal tuve hoy, a quién quise sinceramente, sin pedirle nada a cambio; y se va haciendo ese balance que no tiene que ser un balance exhaustivo, cinco o diez minutos bastan, y al cabo de los años ustedes se van conociendo, ustedes son el más grande desconocido para ustedes mismos, uno es el más grande desconocido para sí mismo porque jamás se da el permiso de observarse. Entonces así vamos reconociendo los móviles que mueven nuestras acciones, y vamos a ver qué tan justas y ordenadas están las acciones dentro de la corriente de nuestra vida, y vamos alcanzando entonces ese estado de coherencia y de unidad que nos van a permitir más tarde meditar. Alguna gente cree que ser espiritual es cerrar los ojos, imaginarse la luz de una vela que arde delante de los ojos, mientras en la casa hay un vacío de afecto y de soledad, de dolor; eso no tiene nada que ver con la espiritualidad, si yo no he construido mi carácter, mal puedo decir que medito: la meditación es una energía vibratoria que asienta sobre una onda portadora y esa onda portadora es el carácter; yo no puedo meditar para ponerme una máscara de espiritualidad cuando mi vida está revelando exactamente lo contrario, la espiritualidad debe ser algo vivo en la vida cotidiana, y para vivir tenemos que morir a muchas cosas, y morir a muchas cosas es conocernos; si no sabemos lo que somos, no sabemos entonces cómo crecer ni a qué cosas tenemos que renunciar; es tan sencillo como que tenemos que mirar todos los vestidos que pusimos sobre nuestro cuerpo para...........

   Alguna vez, allá en un plano de existencia eterna, algunas chispas de luz que orbitaban en torno a esa conciencia infinita central que llamamos el Poder, el Amor, la Voluntad, el .............., se sintieron mal en esa rutina y le dijeron a la chispa central: padre, madre, centro, por qué no nos permites regresar a esos lugares en el espacio-tiempo donde existe el dolor, donde existe la fricción, donde existe la temperatura, queremos saber qué es dolor, frío y calor, queremos saber qué es crecimiento; la chispa central les dijo: pero eso es muy peligroso, porque la atmósfera de esos planetas más allá de la eternidad, es una atmósfera envenenada; ellos dijeron: no importa, queremos correr el riesgo, y dicen: pero tenemos que fabricar un traje espacial muy bueno porque se tienen que proteger, esa chispa de luz que ustedes son no va a tolerar la interacción con el oxígeno venenoso de los planetas periféricos; al fin, le rogaron tanto que los convenció, se elaboraron un traje espacial y emprendieron un viaje a través de todo el espacio cósmico y aterrizaron en la Tierra. Eran hijos de Dios, chispas divinas que vivían en la Tierra. Un día, por casualidad, aprendieron que cuando sus cuerpos espaciales se aproximaban, saltaba una chispa y que de esa chispa salía otro traje espacial; un día, las chispas iniciales dejaron regresar, pero los trajes espaciales siguieron produciendo chispas y chispas, se empezaron a reproducir, a multiplicar y olvidaron que ellos no eran el traje, que vivieron para proteger el traje, para seguirse vistiendo con él. Esos somos nosotros: nos confundimos con el traje espacial, nosotros no somos animales que van ascendiendo, somos chispas divinas que descendieron, que aceptaron el reto de liberar la materia para deificarla, para conectarla al Plan del Universo, pero en esa memoria de la evolución olvidamos nuestra esencia y nos confundimos con nuestro cuerpo; ahora estamos tratando de regresar a esa esencia para saber que no somos el cuerpo sino el habitante interior, que la vida habita en el cuerpo, pero la vida no es el cuerpo, que la muerte no ocurre cuando el cuerpo se muere porque la vida es permanente y ella está en proceso de crecimiento permanente; hagámosle mantenimiento al cuerpo dejando el carácter, pero ese carácter que contiene la chispa interior simplemente es un instrumento para conocer y regresar a esa chispa que una vez nos va a regresar a la vida. Bueno, vamos a almorzar bien juiciosos, y nos vemos a las cuatro. (Aplausos).

   Bueno, vamos a empezar y yo creo que lo mejor es que empecemos haciendo un ejercicio, porque nos dormimos. Todos de pie. Vamos a hacer un ejercicio que es un ejercicio para despertar, para activar el cerebro -yo me subo porque sino no los veo y no me ven tampoco-, para hacer un masaje a la hipófisis: la cabeza es como una caverna de resonancia, y el sonido es el verbo creador en nosotros, y un agente terapéutico extraordinario es nuestra propia voz, por eso algunos cantamos en la ducha, aunque se nos oiga muy feo, para revitalizarnos con la música de nuestra voz, esa música es nuestra propia sinfonía; cuando nosotros hablamos, nos hacemos un masaje con el sonido y nos reconocemos porque el sonido tiene todo lo que nosotros somos: detrás de cada palabra van nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, nuestra energía, por eso la palabra es sagrada, por eso el sonido es sagrado. Si nosotros oyéramos el sonido del silencio en nosotros, si oyéramos alguna voz alguna vez, la voz del alma, eso nos transformaría en una dimensión tal que realmente ya estaríamos en el sendero; si nosotros pronunciáramos el nombre santo que tienen las cosas, es decir, su vibración precisa, las cosas desaparecerían. Ese es el ........... que se desarrolla, esa es la ciencia sagrada de los "mantras", no vamos a hablar ahora de los "mantras" -que son símbolos- sino que simplemente vamos a reproducir un sonido que va a ser un masaje sobre nuestra hipófisis y nuestro hipotálamo, va a hacer que se liberen beta-endorfinas y nos va a dar otra vez un sentimiento de estar conectados. Miren cómo hemos recorrido: empezamos con las rodillas, eso es, después de las rodillas seguimos con el aplauso, empiecen a aplaudir, ahora seguimos con la respiración, empiecen a respirar (todo a la vez), sigan así, con energía, eso, eso; y ahora, hay otra forma de vibración -porque todo es vibración-, es la vibración mecánica -porque estamos haciendo vibraciones mecánicas-, sentimos también la vibración del corazón, acompañamos esa vibración del corazón, y ahora vamos a ir a una forma de vibración superior que es la del sonido; para concentrarnos bien en el sonido, cerramos los ojos. Antes de cerrar los ojos yo les voy a explicar qué van a hacer: con el dedo índice, -pero no todavía, yo les explico y después ustedes lo hacen- lo meten al interior del oído, así, en esta forma, como para taparlo y hacen este tipo de movimiento en los dos oídos -sin irse a perforar el tímpano, en todo caso-, más despacito, eso es, con los dos dedos en esta forma, así, bueno; en seguida, escúchenme: apretando bien, sin fracturar, despacito, apretándolos bien; ¿para que es todo eso? para evitar aumentar la conducción ósea, porque un sonido así viaja por los huesos, el sonido que vamos a producir va a viajar por los huesos y, como la "silla turca" que es la parte de nuestra cabeza donde asienta una glándula, la hipófisis, que corresponde a nuestro sexto chakra, a nuestro sexto centro de energía, está ahí sobre una caverna ósea; la "silla turca" aunque ustedes no lo vean o no lo sientan, va a estar así, va a estar vibrando con el sonido, al vibrar con el sonido, esa música va a hacer que se libere ACTH, las beta-endorfinas, algunas moléculas que les van a hacer a ustedes sentir una gran sensación de bienestar, una sensación placentera interna y una sensación de energetización, esa es una manera de trabajar con la vibración, en este caso es la vibración del verbo de su propia voz: es el mejor medio que ustedes tienen. Entonces, todos aprietan los dientes un poquito, los juntan, van a meter sus dedos todavía sin tapar el tímpano, simplemente ténganlos ahí listos, y van a empezar a producir un sonido como el zumbido de una abeja, así: mmmmmmm, inspiran, y vuelven a producirlo; ahora, todavía no se tapen los oídos para que se oigan, óiganse lo que van a producir, aprieten los dientes y díganlo sin taparse los oídos: mmmmmmm, lo más fuerte que puedan, como si eso les saliera del corazón, desde acá, del pecho viene el sonido, lo más fuerte: mmmmmmmm, respiren, no se vayan a ahogar, respiran y siguen: mmmmmmmm; ahora sí, todos se tapan los oídos, "perforan" el tímpano, ponen a vibrar en esta forma, eso, así, y lo siguen repitiendo, pero fuerte, ya lo van a escuchar por dentro: mmmmmmm (como 3 minutos). Bien, ahora paramos un momentito todos, vamos a parar; (eso no es una abeja sino una abejorro!) no van a parar, vamos a disfrutarlo, esto hay que disfrutarlo, hay que gozarlo; en unos l5 o 20 minutos va a entrar el pico de beta-endorfinas con eso.

   Les cuento el cuento un momentito: yo tengo una paciente que tenía una osteomelitis, un dolor muy, muy persistente y no se le calmaba con morfina ni nada, entonces yo estudié los sonidos a los que era receptiva, -es muy fácil en bioenergética- esa cicatriz, la zona de la osteomelitis que le dolía y le enseñé a reproducir esos sonidos a ella para que ella los hiciera en su casa: cuando ella reproducía los sonidos tenía 24 horas de analgesia al principio, luego 48, 72, hasta que reproduciendo el sonido cada mes, en este momento, se mantiene totalmente libre de dolor; ustedes se imaginan un analgésico que sea simplemente cantar un poquito en la casa, es una maravilla, es muy económico y no nos hace daño porque hace liberar beta-endorfinas y no hay necesidad de ir al médico. Cuando ustedes se sientan muy fatigados, hagan eso,..... los dedos; esto también es un efecto reflejo porque activa la formación reticular del cerebro que es una zona de activación y de ........ el sistema nervioso central, entonces también están haciendo reflexoterapia. Bueno, esto es para indicarles que la voz humana es un instrumento terapéutico por excelencia: cuando nosotros le hablamos al hijo en el vientre de la madre, cuando nos hablamos a nosotros mismos o a nuestros hijos, y cuando nuestra voz es sincera y está cargada de afecto y de sentimiento, ese es un medicamento imperial.

    Bien, ahora hay otra cosa bien importante: la principal carta del cerebro para evitar la depresión ocurre con los sonidos agudos, el cerebro se carga con los sonidos agudos, por eso escuchar los conciertos para violín de Mozart es muy terapéutico, yo se los recomiendo a todos y que lo oigan con frecuencia, y pongan a los niños a que los oigan y pónganlos en el ambiente, esa música realmente es terapéutica; otra que tiene un efecto terapéutico pero por otro lado que no tenemos tiempo de exponer, es el canto gregoriano, oigan el canto gregoriano que es una fantasía para que ustedes energeticen el sistema nervioso central. Para energetizarnos los tonos agudos, vamos a hacer lo siguiente: exactamente el mismo ejercicio, pero ustedes inspiran y, sin desgañitarse, produzcan la nota más aguda y más dulce que puedan producir, así por ejemplo: siii! o laaa!, la que ustedes encuentren, van buscando, cada quien se va desplazando por las frecuencias hasta que encuentre una nota de resonancia, nadie ha dicho cuál tiene que ser, van bajando, van reproduciéndolas, hasta que encuentren una que sea como amorosa para ustedes, que les diga algo, que sea dulce, que los acaricie. Entonces, vamos, con los ojos cerrados cada quien empieza a buscar y cuando la encuentre, entonces hace lo mismo: aprieta un poquito los dientes, no mucho, un poquito, ocluye el tímpano, vibra, y deja que esa nota lo acaricie; esa nota es una nota fundamental, vamos a ver después que tiene su equivalente en una octava espiritual o superior, pero es una nota fundamental que ustedes deben aprender a reproducir porque todo su cuerpo es como una flauta: la columna es como una flauta y una nota va a ser modulada en distintas armónicas por toda la columna vertebral y va a producir un efecto sanador. Entonces, vamos a hacerlo: faaaa! Cada quien busque su nota, vayan buscando, vayan cambiando de registro, vayan buscando; cierren los ojos y así lo viven mucho mejor, háganlo con los ojos cerrados; cuando encuentren la nota se tapan los oídos, no antes (como 3 minutos). Bien, ahora que han reconocido la nota, paremos un momento; van a seguir, no se preocupen que no les voy a quitar ese placer, lo van a seguir haciendo... (alguien sigue emitiendo su nota, no se da cuenta que se han detenido, la gente ríe): no la desintegren, está feliz, lo que ella está tocando ya es una sinfonía!, estás feliz, ¿no? es así, es a gozar.

   Bien, entonces ustedes ahora van a tratar de hacer eso utilizando el pensamiento también: ya no son las rodillas, ya no son las manos, ya no es el corazón, ya no es sólo el sonido sino que vamos a ........... otra octava superior que es la del pensamiento: cuando el pensamiento crea un canal, la vibración se dirige hacia donde nosotros orientamos ese canal, es decir, esa energía del sonido se dirige hacia donde dirigimos el pensamiento, entonces, ¿cómo lo vamos a dirigir?, sientan el sonido que acaban de descubrir, sale de acá, del pecho, como si lo emitiera una concha acústica que tienen en el corazón, como si ese eco fuera ascendiendo, pasara a través de la garganta, pasara por el paladar y apuntara hacia este punto, es decir, que hace una trayectoria oblicua hasta acá, y tratan de sentir que esto vibra -no importa que no lo sientan-, imaginen que vibra y eso es lo que realmente va a ocurrir; cuando hacen eso están llevando un trayecto que les ayuda a la alineación de la personalidad, que les ayuda a activar un centro que es responsable de la alineación de lo que llamamos la triple personalidad, pero sobre todo que les ayuda a abrir su corazón y su cabeza, es decir, a unir el místico y el científico en ustedes, a que el amor sea inteligente, que sea amor con discernimiento; son técnicas que facilitan esto, asociadas a todas las cosas que hemos visto, nos sirven para la vida. Entonces, vamos a hacer lo mismo todos, pero acuérdense: van a imaginar que el sonido es una corriente de vibración -algunos inclusive le pueden poner un color pero dejémoslo para después- que va a unir su corazón con su frente, como si el sonido fuera emitido en el corazón y se aplicara sobre este punto de la frente. Vamos a hacerlo todos, yo también lo voy a hacer, pero cada quien sigue con el sonido que sienta; tápense los oídos, dientes un poquito apretados, emiten la nota y van produciendo el sonido dirigiendo una corriente desde el centro del corazón hasta el punto central de la frente. Vamos a hacerlo (como 5 minutos).

   Bien, ahora vamos a tapar los oídos y vamos, con los oídos tapados, para que no se oigan por fuera, se van a oír por dentro; nadie los va a estar escuchando, todos van a escuchar su propio sonido por dentro. Van a inventarse -eso es bien importante-, ustedes lo van a crear, no saben nada de eso, van a inventarse un "raga": un "raga" es una serie de notas, dos, tres, cuatro notas, por ejemplo: re,fa,mi,la, (cantado) algo así, lo que a ustedes les salga espontáneamente, van buscando hasta que encuentren ese sonidito, esa música con la que se sienten bien, lo importante es que se sientan bien; una vez que el cuerpo entra en resonancia, hay algo en su interior que les va a decir: esa es, y esa es la que les produce el equilibrio. Entonces vamos a hacer lo mismo: cerramos los ojos y buscamos el "raga", buscamos esa serie de notas sagradas para nosotros con las que en este momento entramos en resonancia. Empezamos ya (como 3 minutos). Ahora, destápense los oídos y sigan haciéndolo, permítanse escucharse, déjense llevar, van a escuchar muchos sonidos en el ambiente, déjense llevar hasta que encuentren un sonido que los abrace, hasta que terminen todos en la misma corriente; síganlo reproduciendo, el mismo que estaban reproduciendo pero con los oídos destapados ahora, lo más fuerte que puedan, hasta que encuentren un sonido común. Fuerte, fuerte, que se oigan, que se oigan, y se van metiendo por el canal que más les guste (como 5 minutos). Ay, que coro tan lindo! Bueno, vamos a parar. Es muy bello, ustedes logran que, cada cierto tiempo, el sonido se sincronice, queda como un coro a tres, cuatro voces, después las voces se van encontrando, repiten una sola nota, esa nota es la nota grupal que corre en vibración del corazón, del alma colectiva, pero eso que hacemos es lo que ocurre siempre: Cuando ustedes tiene un grupo de muchachas adolescentes que se meten a un internado, cada una tiene la menstruación en un día distinto, y al cabo de un año, todas están sincronizadas en su menstruación; es decir, ahí donde la gente se junta, se juntan los ritmos, los bio-ritmos se van uniformando, se van haciendo comunes, y eso es cierto respecto de todo tipo de vibraciones. La vibración superior es la del color, la de las imágenes, pero vamos a ir creciendo.

   Entonces ahora vamos a hacer un pequeño ejercicio, en el que con mucha conciencia, vamos a ir ascendiendo al repetir todas las vibraciones: empezamos con las rodillas, el resorte, ponemos a vibrar todo el cuerpo. Cuando ustedes lo están haciendo bien, lo hacen sin esfuerzo, lo disfrutan y lo hacen sin esfuerzo, y notan que no es que ustedes vibran sino que la vibración los mueve, ojo con esto que es muy distinto, se pone a vibrar armónicamente todo el cuerpo. Ahora, mientras siguen a este ritmo, miren: todos están prácticamente al mismo ritmo y yo no les he dicho "a esta velocidad", es porque ya han logrado un grado de sincronización grande como grupo, entonces, van a aplaudir al mismo ritmo (como 1 minuto); y ahora van a emitir sonido pero sin dejar de vibrar, sigan vibrando, emitiendo sonido y aplaudiendo (como 3 minutos). Bien, ahora paren, mucho silencio, vamos a tratar de soltar la vibración, es como el eco, como una campana que se toca y sigue vibrando. Ojos cerrados, vamos a sentir el cuerpo y a tratar de sentir esa vibración sincrónica que la estamos viendo por dentro. Pensemos que hemos activado toda la orquesta, movilizamos los vientos, las cuerdas, los instrumentos de percusión, todo, somos una orquesta y esa orquesta sigue resonando su sinfónica en nuestro interior.

   Bien, ahora nos vamos a sentar en silencio, mucho silencio, (que no se vaya el pajarito que está dentro, todavía); en silencio, se sientan, cierran los ojos, alinean su columna, extienden un poquito la columna cervical, la llevan un poquito hacia atrás, y después de llevarla hacia atrás, sacan papada, así como cuando están muy orgullosos, esa es la posición parabólica: un poquito la columna cervical hacia atrás y sacar papada, de tal manera que sientan un poquito de tensión en los músculos del cuello; en esa posición, traten de concentrarse en un sonido interior que van a percibir al interior de sus oídos, traten de .................. al interior de sus oídos, algunos van a poder sentir al cabo de unos minutos de este ejercicio, un sonido como de grillitos muy tenue, muy, muy tenue, muy, muy agudo, pero hay que hacer mucho silencio para sentirlo, por eso yo me voy a callar y ustedes van a estar concentrados solamente tratando de escuchar ese sonido (como 5 minutos). Abran los ojos, ¿quiénes creen que pudieron centrarse?, levanten la mano, levanten bien la mano, con mucho empeño; los otros, ¿escucharon algo?, es difícil, es difícil la primera vez, es lo que se llama "el sonido del silencio"; si uno se entrena a escuchar el sonido del silencio: es una vibración de muy alta frecuencia, por encima de los 8 mil ciclos por segundo, facilita a que después, alguna vez, pueda escuchar "la voz del silencio" y eso ya es otro nivel, algo grandioso, pero primero debemos escuchar ese sonido interior. Cuando una persona tiene ruido en el oído, uno puede meter un audífono y conectarlo a un amplificador y grabar ese ruido; quiere decir que cuando ustedes sienten un ruido en el oído, ese no es un ruido artificial, no es un perro que está por allá afuera, ese es un ruido y una vibración interna; cuando el oído se pone sordo, los oídos externos, entonces empieza a escuchar los propios sonidos internos, y los agudos corresponden a algún tipo de sonidos moleculares que se producen por la vibración y movimiento de las moléculas, o sea, que podemos grabar esos sonidos internos, a veces podemos llegar a escuchar incluso nuestra respiración, el flujo de nuestra circulación, el latido de nuestro corazón y otro tipo de vibraciones, pero para eso tenemos que polarizar la conciencia hacia los órganos de los sentidos. Eso también es espiritual, eso se llama la agudización de las antenas de los órganos de los sentidos para ampliar nuestra banda pasante. Cuando yo utilizo múltiples sistemas a la vez pero en la misma frecuencia y al mismo ritmo, no estoy produciendo ruido sino estoy produciendo una verdadera orquestación y armonización de muchos sectores del organismo; cuando yo actúo con el sonido estoy actuando sobre el ........, cuando yo actúo con el color, sobre otro, cuando actúo con la vibración sobre otro, entonces así empiezo a sincronizar todos mis ejes. Cuando yo visualizo luz sobre todo mi cuerpo, estoy activando otro, es decir, yo puedo sincronizar la vibración de mis cuatro ejes, para favorecer la sincronización y armonización de mi cuerpo físico y los otros cuerpos, y para favorecer también el aflujo de energía desde los niveles superiores o espirituales de la conciencia. Eso es posible. Así que podemos hacer fisioterapia para despejar los canales del sonido, los de la luz, los del color.

   Vamos ahora a hacer, -esto ya lo podemos hacer sentados- la forma superior de vibración que corresponde al color. Cerremos todos los ojos, hagamos un masaje sobre los globos oculares, con las manos bien cerradas sobre los ojos de tal manera que los ojos no perciban la luz de afuera, y que los ojos queden lo más oscuros posible, y hagan un masaje profundo sobre los globos oculares. Bien, ahora pasen su mano derecha en esta forma, mírenme un momentito, y tápense los ojos ejerciendo una leve presión para que la luz externa no entre, ¿es posible que alguien nos apague la luz?; obstruyan los ojos ahora, con una palma, con la palma de la mano derecha tápense los dos ojos haciendo oscuridad, para que la luz no entre a los ojos, y haciendo una ligera presión. Y ahora van a tratar de observar al interior de esa oscuridad, no es hacia afuera sino hacia adentro, observen lo que pasa adentro, al interior de esa sombra, de esa oscuridad, ejerciendo una ligera presión sobre los globos oculares (como 3 minutos). Muy bien, ahora despeguen la mano. ¿Alguien puede describir, alguien vio algo, solamente vieron sombras?, ¿quién vio algo más que sombras?, ¿qué viste mujer?

Respuesta: Un color azul, así...
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Carvajal: Un color azul, qué lindo!, si. ¿Tú que viste?
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Respuesta: Yo vi como un sol negro y un tejido blanco con       ---------  negro...

Carvajal: Ajá!, ¿quién más vio algo? ...
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Respuesta: ...
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Carvajal: ...¿tú que viste?
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Respuesta: Primero negro y luego como una nube que era como un  ---------  torbellino rosado, rosado, rosado y se comenzó a                aclarar hasta volverse blanco.

Pregunta: A ver, ¿tú qué viste?
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Respuesta: como unas rayitas de color blanco ........., después,  ---------  un verde brillante....

Pregunta: Y tú?
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Respuesta: Un punto blanco.
---------
Pregunta: Un punto blanco, qué lindo!. Y tú?
--------
Respuesta: Un punto rojo.
---------
Pregunta: Un punto rojo. ¿Y tú?
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Respuesta: ... oscuro, con un borde blanco           
---------  incandescente, y después, unos ojos que comenzaron a ... y una boca.

Pregunta: ¿Quién vio algo distinto? A ver tú, que estás allá.
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Respuesta: No, pero para corroborar, yo vi varios ojitos        ---------  brillantes y después un gran ojo.

Pregunta: Ajá, hay gente muy especial. ¿Tú?
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Respuesta: Yo vi sombras.
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Carvajal: Sombras. "Sombras nada más..."
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Respuesta: Yo he visto como una cosa extraña, eran como unas    ---------  columnas y alguien sentado encima.

Carvajal: Si, bueno. Es bien especial. Primero, qué nos confirma  --------  esto: que nadie nos tiene por qué decir lo que tenemos que ver, el que nos dice lo que tenemos que ver es un mentiroso, aunque sea un maestro de la sabiduría; eso es absolutamente individual, está relacionado con arquetipos, algunos ven arquetipos acá, otros ven formas geométricas, otros vemos sombras nada más, otros colores, posiblemente en otro instante ¿no?; pero eso es un fenómeno absolutamente individual como las huellas digitales, eso que lo estamos verbalizando, pero si pudiéramos tomar las fotografías serían universos absolutamente únicos, eso en primer lugar. En segundo lugar, eso nos está probando que el color no está afuera, vemos el color que viene de esa flor, el color está adentro; el color está programado en la evolución, en todas nuestras moléculas, en nuestros átomos, esa información del color está a nivel del ........., de tal manera que cuando yo veo un color afuera, simplemente estoy entrando en resonancia con el color que tengo adentro, ya ese color existe dentro de ustedes porque ahí no había sino sombras, y la mayoría de ustedes, desde la sombra, pudieron ver colores, no sólo colores sino formas geométricas y hacer ese tipo de construcción. Eso es bien especial. Pero si el color está adentro, yo lo puedo llamar, eso es lo importante.

   Ahora vamos a crear el color. En el primer ejercicio yo no les dije lo que tenían que ver, sino que quería que ustedes descubrieran que el universo del color, como el sonido, existen interiormente, se pueden percibir; así como algunos percibieron el sonido del silencio, y yo sé que todos lo lograrán hacer si están en un lugar con suficiente silencio; de la misma manera todos pueden percibir el color de la oscuridad, el color y las sombras en su interior; pero si todos los colores viven en mí, si ese programa y esa vibración están en mí, si yo soy luz y soy arco iris, entonces puedo deber entrenar mi mente para evocar el color que necesito y fijarlo, fijarlo en un punto, fijarlo dentro del ojo. Vamos, para sensibilizarnos a esto, a hacer este ejercicio. Todos van a tratar de mirar la lámpara que tengan más cerca -si alguno se tiene que parar, se para, pero no todavía, para que no queden incómodos-, y van a hacer lo siguiente: tapando un ojo hacen este movimiento, tapan un ojo y delante del otro hacen este movimiento como yo lo estoy haciendo, no muy rápido ni muy lento, con un ojo cerrado y el otro abierto, la mano abierta, así como yo la tengo, de tal manera que hagan un ............., hagan eso; ese mismo ejercicio que les estoy indicando lo pueden hacer delante del sol pero con los ojos cerrados. Hagan esto un ratito, a ver qué pasa. Busquen un ritmo, hasta que tengan un ritmo con el cual se sincronicen y se sientan como cómodos; un ojo cerrado, si, y luego cambian de ojo, pero mirando la luz, si no miran la luz no tienen nada, mirar un poquito de eso (pregunta: ¿los 3 ojos?, respuesta: si, los 3 ojos, claro). (como 2 minutos). Muy bien, ahora cierren los dos ojos, lleven una mano para que hagan oscuridad y piensen en un color, el que ustedes quieran; imaginen el color lo más vívidamente que puedan y fíjenlo tratando de percibirlo al interior: puede ser al interior del ojo, o en la frente o en la mano, se apoyan sobre los ojos, pero traten de tener la imagen del color, de conservar la imagen del color ahí. Los dos ojos tapados, los dos ojos tapados, bien oscuro, háganse la máxima oscuridad que puedan hacer al interior, que no hayan resquicios entre los dedos, y en esa cámara obscura piensen en el color que a ustedes les gusta, que quieren visualizar; si de pronto pasa como una ráfaga, no importa, déjenla que pase y vuelven a concentrarse hasta que lo logren fijar; si alguien lo logra fijar, trate de darle brillo y pureza al color (como 3 minutos). Bien, ahora todos vamos a visualizar el color rojo, todos, en la misma forma, -no separen la mano-, todos van a tratar de ver internamente el color rojo; (como 1 minuto). Habiendo visto el rojo, van a tratar de visualizar el naranja, y así van a ir recorriendo, tratando de visualizar: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta, tratando como de recorrer el espectro; no hagan ningún esfuerzo, no es cuestión de concentrarse y esforzarse, tómenlo como un juego y permítanse fracasar: si no los ven no importa; van pasando: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. (como 2 minutos). Ahora todos tratan de visualizar luz blanca, imagínense una fuente de luz blanca que llega a su frente y que ilumina toda la zona de la frente, es como un sol intenso de color blanco, lo pueden ver así también: en forma de disco circular (como 1 minuto). Ahora imagínense a Cristo, a su maestro espiritual, al santo de su devoción, a aquella persona que ustedes reconocen internamente como su guía espiritual, a ese ser lo imaginan vestido de un blanco radiante, lo visualizan por delante de su frente, se imaginan ahora que ese ser se aproxima, los envuelve suave en rosa, y lava -literalmente- todo su cuerpo, todas sus moléculas, todas sus emociones y pensamientos con luz blanca; es ahora una figura inmensa que puede pasar a través de ustedes y bañarlos de luz (como 2 minutos).

   Bien, ahora vamos lentamente a abrir los ojos. Yo sé que este ejercicio ya es un poco más difícil, que si no tenemos el hábito de visualizar, no vemos ni sombras, que algunos visualizaron un color fácilmente y otros nunca lo pudieron visualizar, que algunos pocos lograron pasar por el arco iris, que todos los que visualizaron, para todos fue muy difícil una vez que visualizaron un color, el retenerlo, fijarlo y dejarlo ahí: el color se vuelve móvil, se vuelve más sombrío, mas oscuro, se va, aparece otro color y se atraviesan; eso es como una seña de cómo funciona nuestra mente, nuestra mente es una locura: tratamos de fijar el rojo cuando ya el verde se está atravesando, y entonces peleamos con el verde, se pierden los dos y aparece el violeta, es así, no se preocupen que es así, es lo normal, es un ejercicio de sensibilización. El día que conquistemos el órgano de la visión, ese día ya habremos alineado nuestra personalidad, seremos instrumentos del alma, pero mientras tanto tenemos que irnos ejercitando, para eso sirve este tipo de ejercicios.

   Así como lo hemos hecho con todas las vibraciones: con las rodillas, con el cuerpo, con las palmas de las manos, con el corazón, con el sonido y con el color, lo podemos hacer con todos los órganos de los sentidos, lo podemos hacer con el gusto, por ejemplo, es muy fácil imaginarnos el plato que más nos gusta, eso no es difícil, ¿no? y toda su sinfonía de colores, ir recorriéndola, imaginarnos la música que más nos gusta y reproducir la imagen del sonido de esa música en nuestros oídos; yo por ejemplo, frecuentemente oigo a Smetana, como no lo puedo poner en todas partes, me lo imagino, me produce exactamente el mismo efecto, me parece que estoy oyendo "el Moldau" de Smetana, lo estoy oyendo en mis oídos, o "la Novena Sinfonía" de Beethoven o Prokofief, o una ranchera, no tiene porque ser pues algo así clásico y sublime; sublime es todo aquello que nosotros podemos producir y que nos produce armonía; inclusive es factible: yo he visto a las adolescentes ver que se imaginan una de esa canciones alborotadas y hacen la percusión y le dan a la batería y todo eso, a mí me parece fantástico porque esa es una manifestación del carácter holográfico del cuerpo.

   Pero lo más importante es el sentido del tacto, con el sentido del tacto ustedes deben recuperar la capacidad de sentir con todo el cuerpo: aquí que tienen el mar, váyanse a la playa, acuéstense sobre el mar, concéntrense en la caricia del sol, concéntrense en el contacto de la arena y de lo seco y lo húmedo y lo frío, en la sensación que sobre la piel provoca la evaporación, en el ruido del viento sobre las palmeras que acaricia sus oídos, el aleteo de los pájaros, el sonido del mar a lo lejos; tengan toda esa sinfonía del mar total que se penetra en ustedes y los hace ola y mar, pájaro y viento y todo eso para que puedan entrar en ese estado contemplativo, es un estado de meditación y de vivencia y de compromiso con el ahora y el aquí, con ese momento que están viviendo; imagínense superficies lisas, superficies rugosas, secas, húmedas, calientes, todo ese tipo de cosas; imagínense todo ese tipo de fenómenos de contacto y eso va a agilizar el contacto, es decir, eso va a hacer que su piel sea como un lente amplificador. Nosotros los médicos lo necesitamos mucho porque yo tengo que saber, tocando al paciente, acariciándolo, por la textura de su piel, dónde hay sufrimiento, porque allí donde hay un sufrimiento de un órgano, la textura de la piel que corresponde a ese órgano, inmediatamente cambia, se hace más rugosa o más fría o más caliente o más untuosa, eso uno realmente lo va percibiendo, es muy fácil. Y no sólo eso, sino porque cuando yo desarrollo el tacto, después desarrollo el tacto sutil; lo primero que a uno le pasa cuando va aprendiendo a utilizar sus instrumentos es que sensibiliza los dedos, las puntas de sus dedos, sus manos, y uno puede describir las cosas: pasen sus dedos por la cáscara de las frutas por ejemplo, por el peluche de los animales, por el cabello de sus hijos: cierren los ojos y traten de reconocer cuál es el hijo que están acariciando, cuando están pasando las manos por el cabello, y van a encontrar que no sólo hay una textura sino una vibración, que cada quien vibra; así como los ciegos, cuando tienen los ojos cerrados, pueden reconocer con el tacto un color o un billete de una u otra denominación; es perfectamente posible que nosotros hipertrofiemos y desarrollemos esa sensibilidad de los sentidos. Va a llegar el momento entonces en que somos capaces, pasando la mano cerca del cuerpo, de percibir miles de cosas sin tocar, hagan ese ensayo: percibimos caliente, frío, percibimos vibración, percibimos pulsación, y va a llegar el momento en que no sólo somos capaces de hacer eso, -yo lo digo para todos no sólo para los médicos-, sino que ese es un patrimonio de la humanidad que tenemos que recuperar; y va a llegar el momento que detrás de la vibración de la temperatura y de campo electromagnético, percibimos color, y yo puedo pasar la mano y decir: está roja o azul o verde, o esto me da calor o me da frío; y después que la mano se vuelve como un radar, como una pantalla a través de la cual se pueden contemplar los órganos internos, eso es bien posible, digamos que eso es lo lejano, pero nosotros sabemos a veces utilizar las manos para golpear, para cortar o para desanudar o para hacer nudos cada vez más terribles, pero hemos perdido la capacidad de acariciar, de sentir con el radar de las manos: las manos son un radar que hace que detectemos las cosas sintiéndolas con nuestro corazón, no sólo con nuestro cerebro sino especialmente con nuestro corazón, y las manos son un bello, un bellísimo símbolo del Universo: aquí está la inteligencia del Universo, la ley del cinco que es la ley del Brahma; los cinco movimientos y los cinco elementos de la acupuntura; los cinco vasos de los ácidos nucleicos; cinco láser que nosotros podemos emitir a través de cada dedo, eso realmente está en las manos; está la razón de los "mudras", cierto tipo de posiciones de las manos que tienen un efecto, sobre todo en aquellas ....... que nosotros hacemos con las manos. Bien, ése entonces es un ejemplo de cómo podemos utilizar nuestro instrumento físico y etérico, para armonizar nuestras antenas y tratar de ser receptivos a las energías más sutiles. Ahora -que yo espero que no estén tan dormidos- vamos a tratar de continuar donde lo habíamos dejado esta mañana.

   Habíamos dicho que nuestro sendero es el sendero de la unión, el de la armonización, el de la coherencia, el de rescatar la unidad, primero. Segundo, que ese sendero pasa por la construcción del carácter, en resumen: un buen carácter es un carácter armónico, fluido, flexible, tolerante, lo que le da su fortaleza; en segundo lugar habíamos dicho que el carácter está construido por una cualidad especial que son los motivos o los móviles que mueven nuestra vida; en tercer lugar nos referimos a que tenemos muchos "yoes" y que cada yo tiene su motivo, muchas veces esos motivos están enfrentados hasta tal punto que a veces no sabemos lo que queremos, cuando no sabemos lo que queremos es que el motivo de un yo y el de otro yo se equilibran en direcciones contrarias, hay muchas canciones que dicen: "te odio y te quiero", si: yo te odio con el plexo solar y te quiero con el corazón, esto es bien posible porque somos esquizofrénicos a veces emocionalmente, porque estamos disociados; entonces, esos sentimientos antagónicos encontrados que nos generan tanta fricción, provienen de motivos que están en fricción también, que se están encontrando y que nos están produciendo malestar; la revisión de los motivos, todos los días, nos lleva a conocernos, así que ya tenemos dos instrumentos de conocimiento para saber quién soy; el primer instrumento de conocimiento es el espejo de las relaciones, el espejo del otro: lo que yo rechazo de ti es aquello que no he resuelto en mí, eso es matemático, realmente  es una ley: cuando tú veas una persona muy exaltada contra otra, juzgándola, está precisamente tocando sus puntos más oscuros y sus puntos menos bien conocidos para ella, aquella parte oscura que no ha descubierto. Y la segunda forma de conocernos es preguntando desde cuál yo, desde qué nivel de mi ser tengo esta motivación, y haciendo la revisión cotidiana, todos los días por la tarde, así conocemos y purificamos nuestro vehículo emocional para que esas aguas turbulentas de las emociones se vayan aquietando y sean transparentes; cuando ellas sean transparentes puede pasar la luz de mi pensamiento hasta mi cuerpo físico y los pensamientos van a actuar sobre mi cuerpo físico, pero si el alma no es transparente, no deja pasar la luz del pensamiento, entonces nada de lo que yo piense o me proponga va a funcionar o va a tener mayor repercusión en mi vida. Para saber si yo tengo motivos correctos: los motivos correctos son motivos penetrantes, son motivos agudos, son motivos que tienen intensidad y profundidad y que siempre modifican mi vida, es decir, que producen un cambio: si yo llevo diez años meditando y no he cambiado mis relaciones con mi entorno, estoy botando corriente, esa motivación no es correcta aunque la meditación esté bien orientada desde el punto de vista técnico, o sea, tengo que buscar un mecanismo a través del cual mis motivos entren en resonancia, o sea, que sean compatibles, que sea coherente. Siempre juzgar el avance en la construcción de la personalidad y los motivos por los ejemplos reales que tenga nuestra vida cotidiana, si no tienen el valor de transformar profundamente nuestra vida, es decir, el valor que hace que el conocimiento se vuelva sabiduría, si no tocan mi corazón, realmente yo apenas estoy inventándome una máscara más. Bien, ese es el segundo. El tercero es que, cuando yo he construido el carácter, cuando he construido motivos correctos, estoy en el momento de ponerlos a prueba para el servicio; la tercera guía de alineación es el servicio: el servicio lo podemos definir como amor en movimiento, cuando el amor no .......... se vuelve tóxico, es agua estancada que se pudre; el agua pura tiene que fluir, tiene que renovarse, somos un río de amor que se está renovando permanentemente, pero si estancamos esa energía realmente es perjudicial; hay personas que logran meditar, que logran alinearse, que tienen un aflujo fantástico de luz que llega hasta su corazón, pero que se la apropian, entonces se intoxican con ella y se enferman, y eso también existe; es decir, para poder meditar hay que entrenarse en el sendero del servicio, el sendero del servicio es el camino real del autoconocimiento, es el mejor camino para conocernos: cuando yo te doy estoy recibiendo pero también me estoy completando y también me estoy conociendo, el servicio nos completa, el servicio realiza ese ideal de síntesis o de yoga o de ciencia de la unión, pero nosotros lo estamos buscando.

   ¿Cómo servir?, hay muchas personas que están enfermas porque no las han dejado ser, porque no tienen oportunidad de servir, porque se sienten inútiles; eso es lo que se llama el idealismo frustrado que es una de las enfermedades de la gente avanzada: tienen tantas ideas, tantas cosas tan bellas, tantos proyectos, pero no han tenido la oportunidad de materializarlos, de expresarlos. Una de las labores nuestras en esta Era, es permitirle a cada quien que dé lo mejor de sí mismo, es darle gracias por ser él, y es abrirle campo para que exprese su      .................. y lo ponga en ............. la sola corriente de la vida; ese es uno de los objetivos de la corriente Acuariana: es poner en evidencia la capacidad de servir del hombre. Yo tengo muchas pacientes deprimidas, severamente deprimidas, que eran muy lindas y tenían mucha energía, lo único que tenían era una sensación de frustración terrible procedente del alma porque no estaban dando su nota justa, porque eran artistas y no podían estar sino en la cocina y la sociedad les demandaba que hicieran aquello para lo cual todo el mundo lo podía hacer mejor. ¿Desde dónde servimos?, desde allí donde podemos ser más útiles, no útiles sino más útiles, desde allí donde podamos ser irreemplazables: si yo soy un escritor yo sirvo escribiendo, si yo hablo yo sirvo hablando, si soy un médico sirvo curando, pero si yo soy médico yo no puedo servir cargando el mercado para los suburbios, eso es cuando menos un desperdicio; a veces creemos que el servicio es una cosa sin inteligencia, no, el servicio es mensaje: lo mejor de nuestras capacidades para darle a la gente, es dar lo mejor de nosotros, y lo mejor de nosotros es aquello que nadie puede hacer mejor que yo; cada uno de ustedes tiene algo que nadie podría por ustedes, o por lo menos tan bien como ustedes, algo en lo que son absolutamente irreemplazables; cuando descubrimos ese algo, realmente podemos servir porque estamos dando nuestra nota más bella, nuestra máxima nota y nos estamos completando y estamos completando el mundo. Así que, cada quien ponga las manos en su corazón y encuentre su tipo de servicio: lustrando botas o en la cocina, o teniendo hijos y educándolos, es muy bello, eso está bien pero no es suficiente: miren, estoy cansado de ver mujeres bellísimas que se sacrificaron en sus hogares y que son madres hermosísimas y amorosas y todo pero que tienen a un artista, un poeta, un político, un gobernante escondido ahí que hubiera podido dar una nota infinitamente superior y que está oprimido, y que está condenado al olvido; entonces, una mujer de esas que ha sido "perfecta", ha vivido para los demás, pero no ha vivido para ella. Uno tiene que vivir para sí mismo, el fin del servicio que uno se presta es a sí mismo: es reconocer aquellas cosas en las cuales puede dar su nota más hermosa, es completarse realmente, o sea, quererse es aceptar que tenemos capacidades irrepetibles, inimitables y que podemos dar esas capacidades al mundo y desarrollarlas.

   A veces caemos en una trampa, esa trampa es la del servicio: es un juego bien especial conocido en sicología, lo voy a ejemplificar con una paciente: me llega una paciente con cara de víctima: "ay, doctorcito, usted que es tan buenito,- ahí lo acarician a uno- por qué no me regala una cita, es que me estoy muriendo", entonces, viene con cara de víctima y obviamente yo asumo el rol de salvador: "claro, yo estoy a tu disposición" y todo eso; ella viene, yo le hago un turno a las 10 de la noche, después de la comida, el que le debería dar a mi esposa, y entonces me dice: "mire es que hace 8 años como que la cabeza me trata de doler", entonces obviamente yo me pongo agresivo y le digo a ella -ya paso del rol de salvador al rol agresor de victimario-,y le digo a ella: "pero, para esto me buscaste mujer, es para esto por lo que me necesitabas", me caliento con ella, entonces después me entra el complejo de culpa y la busco, y como la busco le digo: "cómo estás, cómo seguiste, como amaneciste", entonces ella obviamente aprovecha y me manipula: "cuándo me vas a volver a revisar"; entonces caemos en ese juego en el que la víctima se vuelve victimario, en que el salvador una vez es el agresor otra vez, y el que tiene el complejo de culpa otra vez, y estamos en ese juego que nosotros mismos permitimos por falta de claridad, esa compasión con nosotros; el buen servicio es saber decir NO, es tener un correcto sentido de las proporciones, es saber qué es importante y qué no es importante, qué es primario y qué es superfluo en un momento determinado en nuestro crecimiento, y con un sentido de responsabilidad para el crecimiento de la humanidad; es posible que yo considere que servir es dar limosna, pero es posible que otro considere que servir es irse para la finca y hacer un libro para que la gente despierte; hay que tener entonces un sentido de las prioridades, no es un ritual externo, es algo que está en relación con la capacidad que cada uno de nosotros tiene. El sentido del servicio entonces, es poner nuestro amor en un lienzo...........

   Así, con esas tres cosas, nosotros hemos construido la personalidad; casi todos ustedes que se han aguantado todas estas cosas aquí sentados, es porque han construido un buen carácter, uno con un mal carácter ya se habrían ido, entonces, tienen un buen carácter, primero. En segundo lugar, tienen motivos correctos: se necesita motivación para sacrificar el Sábado o el Domingo y estar en estas cosas, tienen motivos. Y en tercer lugar tienen un correcto sentido de las proporciones porque esto no es para ustedes sino para la humanidad y en ese sentido están aumentando su marco de responsabilidad. Y en cuarto lugar, están aprendiendo a servir porque el que sirve primero se sirve, es decir, aprender a sacrificar para crecer interiormente, y se crece interiormente con una motivación muy hermosa que es dar. Yo estoy convencido que todos ustedes, por los menos en una parte de su ser y su corazón, hay algo que les mueve: es tener un poquito de luz para enriquecerla y darla en la casa, darla a sus estudiantes, darla a sus pacientes, echársela a la comida como un juego amoroso para que la comida esté mejor, en fin, cada quien.................... Hasta ahí, entonces, estamos identificados.

   Ahora bien, lo que es el cuarto método para la unión. Ese cuarto método de la unión es conocido como la ciencia de la actitud o de la postura, esa es una ciencia de economía, en efecto; la podemos resumir en una palabra: rectitud, porque la línea recta es la mínima distancia entre dos puntos; la rectitud consiste en tener la postura correcta y justa o de alineamiento frente a toda situación, es la actitud del cuerpo físico; la actitud del cuerpo físico del hombre es la actitud vertical, es la verticalización por eso yo no medito acostado, cuando me acuesto me da un "ronca-nidra" o una de esas cosas parecidas pero no estoy meditando, me estoy relajando, estoy en una postura de relajación, pero no estoy meditando. Entonces, la ciencia de la postura incluye el "hata-yoga" a nivel físico, pero incluye el manejo recto y justo de las emociones, el aquietamiento de las emociones, el aquietamiento de la mente o la sustancia mental y el alineamiento de los tres cuerpos con la..................., eso es lo que dice la ciencia de la postura. Esa ciencia de la postura implica que yo tenga relaciones transparentes conmigo mismo y con el mundo que nos rodea; miren: nosotros cuando hablamos de meditación leemos los libros de meditación por las últimas partes y hablamos de "samadi" y nos encanta hablar de "samadi", pero no nos encanta hablar de la vida, porque buscamos el "samadi" pero no sabemos que para obtener el "samadi" tenemos que regularizar el ritmo de nuestra vida cotidiana, tenemos que haber conquistado el equilibrio en nuestras relaciones con nosotros mismos y con el entorno, sino el "samadi" es una ilusión o los estados meditativos o contemplativos son una ilusión; así que por eso es tan importante hacer énfasis en nuestro tipo de crecimiento en la vida cotidiana. ¿Cómo entonces -y aquí está la base- conquistamos esa actitud recta o esa rectitud? Primero, a través del aprendizaje, lo decíamos esta mañana: si todos los eventos en mi vida son mis maestros, yo me estoy alineando con la vida y a través de ese alineamiento, conmigo mismo. Segundo, a través de la humildad: solamente desde la humildad es posible el aprendizaje, porque la humildad, energéticamente hablando, es una actitud receptiva: quien no es humilde no puede recibir el regalo de la vida, para recibir un regalo o un presente de la vida, de cualquier persona, de una planta, de una flor, de un evento, para aprender, es necesario tener una actitud de apertura que llamamos la humildad. En tercer lugar, la disciplina. O sea, llevamos: aprendizaje, humildad, disciplina. ¿Qué es la disciplina?, hacer que un acto se vuelva un hábito repetido, que genere un cauce suficiente para que la energía circule por ese cauce, eso es todo; ustedes tienen, por ejemplo un lago, una represa y ustedes construyen un cauce para que esa represa pueda producir energía eléctrica, pero si ustedes no construyen cauces, la represa simplemente se desborda y crea una inundación, eso es un pantanero no una represa, es agua contaminada que no pueden utilizar; entonces, con los hábitos, con la disciplina, nosotros vamos haciendo eso: trazamos una huella, después profundizamos esa huella, después la profundizamos más, y cuando es suficientemente profunda, hay una gran cantidad de energía que fluye por esa huella, se va elaborando un cauce y ya la sola energía, va y circula por ese cauce y se encarga de profundizarlo, es decir, que los caminantes hacen camino, en ese sentido, los caminantes son nuestra disciplina y nuestra disciplina se vuelve un hábito, y de un hábito ya no tenemos que hacer mayor esfuerzo; pero la disciplina es la ciencia de elaborar conscientemente hábitos saludables, los hábitos saludables son los que dan salud, o sea, los que nos integran, nos alinean y nos armonizan y nos hacen llevar una vida recta; eso es un hábito saludable. Tenemos tres cosas: aprendizaje, humildad, disciplina, para poder construir una actitud recta hacia la vida, actitud recta que se va a reflejar en correctas relaciones humanas.

   Luego tenemos -para mí el más importante de todos- y es el desapego: sin desapego no hay humildad, sin desapego no hay crecimiento, sin desapego no hay vida porque para vivir hay que morir; sin renuncia, si yo no renuncio a ser policía no puedo ser presidente, uno tiene que renunciar para poder ascender, pero si yo no renuncio al cargo que tengo en este momento, no puedo pretender acceder a otro cargo; el desapego es la ley esencial para el manejo del cuerpo astral, porque el cuerpo astral es un cuerpo pegajoso, desde el cuerpo astral-emocional es desde donde nosotros tenemos nuestros apegos, es desde ellos que nos aferramos a las cosas; el apego es el origen del dolor y su sufrimiento; quizá el apego más grande es el desagarro de nuestra ..........: los grandes apegos producen grandes heridas porque tenemos que cortar los lazos, y cortar los lazos es doloroso y sangra; practicar el desapego también es aprender a desanudar en vez de cortar, no tiene sentido destruir: cuando yo corto me separo, cuando yo corto renuncio, cuando yo corto creo el resentimiento o me resiento; cuando yo desanudo aquello que estaba cortando -es algo que necesita más paciencia-, yo garantizo la continuidad de la relación; no se trata de cortar relaciones, se trata de armonizar relaciones, cortar relaciones es destruir algo muy importante para nosotros mismos y el entorno; desanudar relaciones significa reconstruir un tejido relacional que estaba obstruido y garantizar su flujo, y entonces cuando hablamos de cortar relaciones, estamos siendo injustos con la gente y estamos siendo separatistas, y estamos pagando un precio muy grave desde el apego. El desapego no tiene nada que ver con dejar de tener consideración con la gente, tiene que ver con una transmutación amorosa en que a la gente se le sigue amando infinita pero impersonalmente y sin hacerle daño, si cortar lazos le hace daño a alguien, realmente ese no es un método correcto; por eso, el desanudar es un procedimiento más lento, de más paciencia, menos doloroso y que reconstruye una red relacional que la vida tal vez me ha regalado después de muchas vidas, después de muchos años de existencia; si yo corto los lazos con mi madre no tiene sentido, porque es que los lazos con mi madre los creó el Universo por un lado, por otro lado llevo cincuenta años peleando: bueno o malo es el lazo con la madre, entonces, simplemente yo no lo destruyo; si yo tengo un canal construido no lo destruyo, si yo tengo una arteria tapada, simplemente le doy un anticoagulante o dilato la arteria o mejoro su enfermedad arterial pero eso es una .............., eso ya es una circunstancia quirúrgica dolorosa extrema, riesgosa, que no se hace sin que realmente deje dolor. Entonces, hablemos de desanudar amorosamente los lazos, ese es el método para el desapego amoroso; desapego amoroso no significa separarme de ti para que me quedes odiando y echarte la culpa, desapego significa reconstruir amorosamente las relaciones para que esas relaciones que se hacían desde el plexo solar se hagan desde el corazón, para que esas relaciones nos construyan en vez de destruirnos. El desapego es importante porque es condición esencial para que las máscaras se caigan: cuando yo me desapego, quito la goma, como la cola que es el pegamento espeso que sostiene las máscaras con mi realidad interna; automáticamente, al quitar esa sustancia que ha hecho que yo mantenga la máscara atada para no relacionarme con el mundo, la máscara cae por efecto de su propio peso, es el efecto del desapego. Entonces, cuando ustedes sufran digan: cuál ........... me está produciendo este sufrimiento, qué desprendimiento doloroso se está ocasionando, qué programación tengo que me ha hecho dependiente; el apego está relacionado con todo tipo de dependencia, todo tipo de dependencia produce apego, y la clave no es la independencia. Gandhi lo decía: "Yo necesito gente espiritual a mi lado, que quiera liberar la patria, pero el que no lleve esto como un proyecto espiritual, yo no lo necesito porque yo libero ...". Si, nosotros adquirimos la independencia de España, pero estamos en una dependencia peor tal vez que cuando estábamos en la época de la conquista. Adquirimos la independencia de nuestros padres, pero sigue el fantasma del padre dentro de mí, es decir que: ¿quién me va a independizar de eso? El problema de la dependencia no es adquirir independencia sino adquirir inter-dependencia, eso es una cosa bien distinta, es ahí, es el reconocimiento de la inter-dependencia, que es respetuosa, equilibrada y amorosa la que nos libera. Para mí la verdadera liberación no es independizarse, es inter-dependizarse para reconocer que este es un Universo relacional; cuando yo me independizo creo fronteras, el individualismo, y me separo, y cuando yo me separo, estoy cayendo en una prisión peor que es la de mi propio sentimiento de separación o de la auto-importancia o del egoísmo. Entonces, no es separarse, no es independizarse, es liberarse y liberarse es inter-dependizarse, e inter-dependizarse es que tú sigues siendo mi madre, pero no para poseerme ni para que te posea, sino para amarte y para intercambiar contigo y para darte lo que amorosamente tú me reclamas si lo necesitas, y para reclamarte amorosamente también tu amor; no es una transacción, miren que es bien distinto. Entonces el apego tiene que ver con el problema de la dependencia, de la independencia, de la inter-dependencia y la verdadera libertad. Y ya veíamos esta mañana: es una interdependencia, ¿si?
  
   Vamos a repasar ya, sino nos perdemos. A mí me gusta repasar. Primero: este es un Universo relacional. Segundo: yo soy un patrón de relaciones. Tercero: el patrón de relaciones tiene una estrategia que es la conciencia, y el patrón de relaciones me permite el desarrollo de la conciencia para evolucionar. Cuarto: la conciencia tiene un objetivo que es la unión y la progresiva síntesis de átomos a moléculas, de moléculas a células, a tejidos a hombres, a sociedades, a continentes, a estrellas, a Galaxias, a Universos; la evolución es el proceso de crecimiento progresivo de fusión hacia la síntesis. Quinto: esa síntesis, en el seno del hombre, se debe hacer entre el alma y la personalidad, entre nuestro ser permanente y nuestro ser mutable, entre nuestro vehículo o nuestro instrumento y el que lo utiliza que es el ego, el alma. ¿Cómo lograr la síntesis con el alma? primero: construyendo un carácter, un buen carácter: flexible, fluido, tolerante, transparente, es decir, fuerte porque no se basa en la resistencia, no se quiebra como el cristal sino que fluye como el agua; en segundo lugar: revisando mis motivos, mis móviles para conocer mis "yoes" y mirándome en el espejo del otro para conocer mis "yoes", ese es un instrumento de auto-conocimiento; en tercer lugar: poniendo el amor en movimiento, porque cuando mis motivos son justos son amorosos, pero yo tengo entonces que poner ese amor en movimiento, y ese amor en movimiento es el servicio, el servicio que va hasta el sacrificio -vamos a verlo después- es la nota dominante de mi alma, y yo tengo que dar esa nota; en cuarto lugar: desarrollando una actitud recta, es decir, desarrollando la rectitud, la rectitud la consigo a través del aprendizaje, la humildad, la disciplina y el desapego, y a través del desapego yo me puedo liberar y ser inter-dependiente. Bien, ahí tienen en tres minutos lo que llevamos cinco horas hablando. Vamos a descansar un ratito, después volvemos. Pero si se los hubiera dicho en tres minutos, al comienzo, nadie hubiera entendido nada.

   Bueno, tenemos algunas pequeñas dificultades, pero esas dificultades son oportunidades para crecer, no las miremos como dificultades. Aquí hay no sólo ustedes, los de este Curso, sino que hay algunos médicos que vienen de otras partes, y digamos que tienen expectativas más médicas, yo voy a tratar de esperar a que la gente se ubique y tratamos de resolverlos. Yo siento que si empezamos a hablar de medicina nos ......... todos, que nos bajamos, de medicina en el sentido bioenergético y convencional, porque el 80% de ustedes van a disfrutar mucho menos, el 20% van a estar felices, va a haber una especie de ................; entonces yo les propongo lo siguiente: primero, y se los digo con todo el corazón, con toda el alma; primero, a mí me parece que estamos hablando de la medicina del alma, de la medicina bioenergética, y que si nosotros no somos médicos desde el alma, si no preparamos nuestros instrumentos y no sabemos ........... al paciente y al público, estamos haciendo una medicina de tercera categoría aunque pongamos agujas; ese es un criterio muy personal, con todo el respeto para los colegas. Es decir, no es cierto que yo no esté hablando de medicina, esto es medicina y la rama más importante, y la medicina bioenergética es la sicología cuando la sicología es la sicología transpersonal, la que se dirige a que el hombre alinee su instrumento con su alma; entonces yo los entiendo, los entiendo, pero si yo hubiera tenido la oportunidad de conocer esto hace 20 años, me habría ahorrado 15 años de mi vida, esto es más importante que el láser, que los campos magnéticos, mucho más efectivo, toca más el corazón de la gente, los alinea, los transforma, los purifica y los hace transparentes, como médicos les damos esas herramientas mucho más, aunque ustedes no lo sienten así; pero para que eso que yo no llamo un impasse, no es un impasse, es una oportunidad para que podamos crecer todos. Yo lo que les ofrezco: yo no tengo ningún problema en amanecer aquí y quedarme hasta mañana, lo que les ofrezco es que, cuando terminemos esto globalmente y hagamos la sanación grupal, y también eso les va a dar a ustedes mucho más indicaciones de la medicina bioenergética que todos los libros escritos y todos los Cursos; las cosas que ustedes no tengan claras, las preguntas, ya digamos de orden técnico bioenergético, que quieran satisfacer, yo con mucho gusto se las respondo, ¿si?, es decir, mientras unos están en su fiesta y en su comida, nosotros podemos hacer una pequeña reunión médica en la cual podamos resolver inquietudes; lo que yo había hablado con Oscar Villavicencio es que ustedes pueden tener las "Memorias", yo les voy a mandar "Memorias" donde está bien claro y bien explicitado hasta el manejo de frecuencias, de campos magnéticos; muchas de las diapositivas que no pudimos pasar simplemente para agilizar el tiempo y sintetizarles a ustedes, las voy a dejar. Yo traté en los dos días anteriores de sintetizar en dos días lo que allá vimos en 4 Seminarios, más de 4 Seminarios: ustedes están recibiendo una síntesis de la información, no como algo que yo les reclame, sino que entiendan que hay un esfuerzo sincero de nuestra parte para darles lo mejor de la experiencia y que no queremos dejarlos con vacíos, pero siempre vamos a quedar con interrogantes y vacíos: el día que tengamos las cosas resueltas, ese día estamos perdidos.

  
   Bien, después de este pequeño paréntesis vamos a continuar, entonces, con el sendero de la rectitud; ese si que debe ser el sendero del médico, el médico debe ser una persona recta, y para eso debe estar alienado, ese es el láser y es el instrumento, sus ojos emiten la radiación de su mente, su plexo solar está envolviendo al paciente y lo está armonizando -hay gente que va donde un médico y sale más loca todavía, es decir, sale totalmente desarmonizado aunque ese médico tenga mucho conocimiento-, lo que yo estoy emitiendo es desde todo mi ser. Entonces, en ese sendero de la rectitud, nosotros tenemos aprendizaje, humildad, disciplina y desapego; eso está bien claro y hay una pregunta clara frente al desapego: si el desapego no constituye caer en la irresponsabilidad, en la apatía, en la inercia, en la falta de motivos, no, eso no tiene nada que ver con el desapego; el desapego tiene que ver con dejar de dispersar nuestras responsabilidades en mil cosas, para concentrarlas en las cosas realmente importantes, en eso consiste; en dejar de pensar la vida cargando lastres, para adquirir solamente aquellas cosas que son necesarias para que nuestro instrumento, nuestra personalidad pueda llegar a su objetivo, para que pueda servir; entonces, todo lo contrario: el desapego es la única forma de comprometernos de una manera profunda; genera, no sólo no una falta de compromiso, sino un compromiso mayor, porque es un compromiso que va a estar mucho mejor canalizado, que va a estar guiado en una dirección correcta; cuando yo tengo apegos, el apego sólo es un ruido de tal naturaleza que me impide el compromiso. Lo otro es que el desapego va desnudando mi personalidad hasta encontrar un núcleo transparente, ese núcleo transparente que está en relación con mi alma, es lo más comprometido que hay en mi ser, está comprometido con toda la evolución, es el núcleo de conciencia más importante que yo tengo. Así que es todo lo contrario: desapegarse no es desmotivarse y descomprometerse, desapegarse es comprometerse e inter-dependizarse siendo libres; todas aquellas cosas que nosotros consideramos las esenciales en nuestra vida.

   Bien, después de eso viene la coherencia: cuando ya no hacemos ruidos en el cuerpo, todos los vehículos marchan sincrónicamente, sin fricciones, no son un carro destartalado: la carroza salta por arriba, por otro lado y "le suena hasta la pintura" como decimos; a veces nosotros somos como carros a los que les suena hasta la pintura, como hay un gran desgaste, cuando caminamos hay una gran producción de ruidos. Yo tengo que buscar la coherencia, la coherencia es que, en cada uno de los niveles de mi ser, yo apunte en la misma dirección: como padre, como esposo, como amigo, como amante, en el baño, en la cocina; yo debo ser una persona coherente, es decir, no debo perder mi centro, mi razón de ser, mi verdadero nombre, mi identidad. La coherencia es todo lo contrario de la disociación, frecuentemente nosotros somos según el ambiente o según el lugar, somos tan adaptativos y cambiantes que a veces cambiamos de personalidad, y tenemos personalidades múltiples: somos santos cuando vamos a la Iglesia, pero somos más o menos santos según el lugar donde estemos y según aquella persona con la que estemos; cuando no hay coherencia es porque todavía tenemos muchas máscaras y estamos cambiando las máscaras, básicamente eso. La coherencia significa que haya armonía entre el contenido y el continente, que haya unidad entre mi cuerpo y mi alma, que haya armonía entre mi ser y mi deber ser, que haya un puente entre mi masculino y mi femenino, básicamente. Ese es uno de los principios claves en la bioenergética: buscar coherencia. La mayoría de nuestras enfermedades se deben a la incoherencia, la incoherencia genera una gran fricción porque genera disociación; por ejemplo es frecuente que una persona esté disociada porque tiene dos amores fundamentales en su vida, es en segmentos ¿no?: tiene a su esposa y tiene a su amante, y no se atreve a reconocer que esa dualidad que lo hace incoherente está destruyendo su vida, le está destruyendo su entorno, y que generalmente a su amante la ama desde el plexo solar y a su esposa desde el plexo cardíaco, y a lo mejor, a una tercera persona desde el segundo chakra; a lo mejor somos capaces de disociar nuestra energía en pequeños segmentos: creemos que es posible amar profunda e intensamente a varias personas en ese plano a la vez; realmente estamos jugando con ellas, no las estamos amando. La coherencia es saber renunciar, es escoger la vibración fundamental, pero la coherencia tiene que ver con ponernos en resonancia desde toda la orquesta y desde todo el ser; cuando yo te amo no solamente con el corazón, si no te amo también con el plexo solar, si no te amo con mi sexualidad y con mi intelecto, yo no estoy realizando contigo la verdadera unión; el ritual de la vida es la unión, resonar con sus emociones, con su cuerpo etérico, sentir su pulso, sentir su cuerpo físico, también saber cuál es el propósito fundamental de su vida, resonar con él con mi inteligencia, simultáneamente desde todos sus centros y de todos sus cuerpos.

   Dentro de la ciencia de la unión hay un problema en relación a la coherencia que es el problema del sexo; respecto del problema del sexo, buena parte de nuestras enfermedades se derivan de los complejos derivados de una mala educación en torno del sexo, de todos los mitos y los complejos que acumulamos, hasta el punto de hacer de algo que es hermoso, que es divino, convertirlo en algo pecaminoso, con un sentimiento de vergüenza y de culpa; la mayoría de nosotros cargamos sentimientos de vergüenza y de culpa respecto de nuestras expresiones sexuales; no somos culpables pero es tiempo de que despertemos porque la sexualidad está ligada al problema de la unión, y el problema de la unión es el problema de la evolución: es una tendencia absolutamente natural, el sexo no lo podemos reprimir, pero no lo podemos dejar en la expresión de la sexualidad de la inmoralidad, hay que asociarlo al tercer centro que representa eros, la chispa, y hay que asociarlo al cuarto centro que representa el amor, y hay que volverlo amor inteligente a través del quinto y el sexto centro que representan la palabra, que representan la mente. De tal manera que cuando nosotros realmente nos casemos y a nuestra pareja la queramos en el plano físico, en el plano emocional, en el plano mental, vamos a dar vehículos mucho más armónicos para que estas nuevas almas se puedan encarnar, eso es bien especial: el drama en la evolución en la humanidad es que a veces la pareja no tiene una vibración armónica que permita a un ser avanzado encarnar, porque no hay una compaginación en todos los planos: en el plano físico, en el plano emocional, en el plano mental; muchas veces hay algo de deseo, hay algo de adaptación física pero muchas veces falta amor y la mayoría de las veces también falta compaginación en el plano mental. La pareja ideal es aquella con la cual podamos resonar en todos los planos, pero eso no quiere decir que esa pareja existe: cuando dos personas se juntan son dos entes desconocidos, están enamorados, enamorarse es prender la chispa de ellos pero no conocen el amor, eros nos lleva a la sexualidad y si ellos tienen un propósito espiritual de crecer como pareja, si se desprenden, se desapegan y son suficientemente generosos, entonces pueden conquistar el amor y unir el sexo, eros y el amor, y si esas cosas se vinculan, pueden formar un núcleo inteligente, un vórtice de energía que sirva para formar los nuevos ciudadanos de la Tierra; eso es responsabilidad de nosotros: Acuario no ha avanzado a un nivel más avanzado porque nosotros no vibramos en planos suficientemente armónicos para poder brindar un espacio para que encarnen hijos del amor, hijos de la verdad.

   Es bien importante entonces respecto de la coherencia, que la coherencia se vea en todos los planos, la coherencia es total, no es a pedacitos, se da simultáneamente y hace parte de la ley del holograma: la ley del holograma es la ley del Universo en el hombre, es decir, que cada parte del hombre es un reflejo del conjunto, que cada parte es indivisible, que cada parte es coherente, que cada parte es sinérgica, es decir, que el hombre no es suma de partes sino que la totalidad es mucho mayor que la suma de las partes porque él es un sistema abierto -ya lo veíamos esta mañana-; por eso es que en bioenergética utilizamos instrumentos como el láser, porque el láser siempre va a hacer hologramas coherentes, y por su coherencia espectral. Pero cuando un médico se alinea, piensa desde su corazón alineado con su mente y recibe la luz del alma como cuando está haciendo una sanación, su conciencia se vuelve un láser penetrante; así que es bueno tener en cuenta que el láser también está en nuestros ojos, está en nuestras manos, en todas nuestras células en radiación láser; ya eso es muy conocido. ...cuando se sincronizan a través del método: "..............", que es llevar al paciente a nuestro corazón, se vuelve coherente y produce una radiación coherente que es sanadora. Entonces la coherencia es un asunto de física, es un asunto de evolución y tiene que ver que la luz del alma pueda penetrar en nuestra personalidad.

   Entonces llevamos: aprendizaje, humildad, disciplina, desapego, coherencia, para poder tener esa actitud recta hacia la vida. Y luego viene la originalidad, eso sí que es bien importante: cuando estamos creciendo buscamos parecernos a alguien, buscamos un modelo externo. Nos tenemos que parecer a nosotros mismos porque nosotros somos insuperables, somos inmejorables, porque somos un proyecto absolutamente original e irrepetible; la originalidad se puede resumir en decir: "Yo soy", más adelante, el discípulo que está avanzando, dice: "Yo soy el que soy", más adelante dice: "Yo soy el alma", y más adelante dice: "El alma soy yo"; cuando simbólicamente dice todas esas cosas, que eso lo repite, se da cuenta que él es él, que él es el alma, y luego desciende la luz del alma y dice: "El alma soy yo"; es todo un proceso. Cuando eso se da, cuando uno puede ser el alma y llevar la luz del alma a la personalidad, entonces uno puede dar: ese es el amor impersonal; como ninguno de nosotros ha realizado ese propósito y quien diga que lo ha realizado, pues, yo no sé que está haciendo acá, ni yo mismo, no lo hemos realizado en absoluto, es decir, unos nos aproximamos más o menos, tenemos ese ideal. Entonces tenemos que saber que la energía sigue al pensamiento, que hay una técnica que se llama la técnica del "como si": como yo todavía no soy el alma, entonces actúo como si fuera el alma, y a través de la imaginería logro el contacto con el alma: imagino que soy el alma, al imaginarlo la energía sigue al pensamiento, precipita eso sobre la red etérica y hay una chispita de la luz del alma que llega; si yo lo sigo repitiendo cada vez, esa chispa va a labrar un cauce hasta realmente poder ser un torrente mayor de la luz del alma; entonces, asuman que eso es el alma, imaginen que son el alma, es el maestro interior, procedan desde allí; cuando tengan un conflicto obligado en la vida y muy difícil de resolver, cierren los ojos y piensen: "si yo fuera el alma, cómo resolvería este conflicto, cómo lo haría desde el alma"; hay personas que le escriben una carta a su alma, preguntándole, y ellas mismas responden desde el alma; yo he visto las cartas más hermosas de los conflictos más terribles, resolviendo un problema desde el alma, eso lo tienen ustedes ahí. Acostumbren al paciente a pensar que él no es su dolor, ni sus ojos, ni su pequeña miseria: una de las grandes labores del médico terapeuta bioenergético es decirle al paciente que tiene que mirar hacia arriba y ayudar hacia abajo, esa es una cosa clave: si yo no miro hacia arriba me quedo anclado al pasado, pero si yo miro hacia arriba y me quedo colgado, me quedo colgado realmente, me quedo anclado allá y me disocio; entonces, yo tengo que mirar arriba, a la luz del alma y reflejar desde mi corazón esa luz del alma, ayudando abajo. Esa es la ley del servicio: mirar arriba y ayudar abajo.

   Hay una oración muy especial que nos sirve si se hace de una manera meditativa o por lo menos reflexiva, y nos sirve para hacer asumir el compromiso de cumplir como terapeutas o como hermanos, amigos, la ley del alma todos los días; a eso entonces se refiere la coherencia. Luego, la originalidad, la creatividad. La creatividad es la posibilidad de mirar las cosas desde el centro: desde el centro yo puedo conquistar múltiples direcciones porque desde el centro hay mil quinientas posibilidades de hacer las cosas en múltiples sentidos, desde la periferia no, desde la periferia yo no tengo sino una elección, estoy atrapado en una sola escogencia. Entonces, el pensamiento creativo es divergente: divergente significa partir desde el centro hacia la periferia, hacia el Universo; ser el Universo, proyectar la imagen del Universo hacia ese Universo, en eso consiste básicamente la creatividad; por eso un individuo creativo puede hacer la misma cosa de mil maneras. La bioenergética es muy creativa: yo veo a la gente muy preocupada pero hay la posibilidad de utilizar la mente, el color, el sonido, las gemas, la radiación láser, la intuición, las manos amorosas, el silencio, la palabra, la ciencia médica, los neuro-péptidos, los neuro-transmisores, el consejo, la sanación grupal, todo ese tipo de cosas; miren que tienen un espectro demasiado amplio y no podemos tener impaciencia: si solamente manejáramos una sola de esas cosas desde el corazón y bien manejada, no necesitaríamos absolutamente nada más. Hay un síndrome que es el síndrome infantil: una vez que uno conoce una cosa, quiere agarrarlo y abarcarlo todo y conocerlo y llenarse rápidamente de conocimientos; eso no es muy distinto del mafioso que se gana un millón de pesos y eso es insuficiente, nunca es suficiente y sigue ganando y entonces quiere todos los millones; también tenemos tendencia a acumular conocimientos que no podemos procesar, es importante que podamos digerir aquellas cosas a las que tenemos acceso; el sendero espiritual no es hacer un Curso cada ocho días, uno termina intoxicado de hacer Cursos, y va al Curso de no se qué y no se cuántos, y se inscribe en mil movimientos y termina apuntando en múltiples direcciones. Escuchen la palabra interior, la palabra de su sacerdote, la palabra de Dios en la Misa, sean simplemente buenos cristianos, pero sean coherentes, y buenos budistas o practiquen la medicina aryuvédica, hagan lo que quieran, pero con coherencia, con originalidad, con creatividad, con amor, que permiten que esas semillas de la verdad que son como las caras de un diamante que reflejan la luz de mil maneras y la impacta, la vuelve todo el espectro, permiten que esa semilla anide en su corazón, pero denle tiempo de germinar, no estén escarbando la semilla y cambiándola por otra semilla porque entonces nunca van a florecer.

   No se trata de conocer muchas cosas, hay un sólo conocimiento fundamental: es el de la luz del alma, vuelvan a ese conocimiento, a esa sabiduría, y aunque ustedes fueran analfabetos podrían ser sabios; no es la lucha por la cantidad de conocimientos, es la lucha por ese conocimiento que se vuelve amor, que se vuelve calidad en nosotros y que se convierte en sabiduría. La creatividad, entonces, es fabricar, a partir de un conocimiento, la sabiduría. Así que ustedes, por ejemplo, cuando piensan en un color, o cuando le están enseñando a la gente la teoría del color, no los ponen a repetir: miren, los tres colores fundamentales son estos y los siete colores del espectro son estos, y repítanlos de memoria; eso no tiene nada que ver con cosas de memoria; alguien que es útil para la creatividad le dice a su alumno: cuál color te gusta más, eso es mucho más importante, que él lo sienta, que sienta y viva el color, que el color le dé afecto; pero uno no le enseña a que repita como un papagayo. Enseñarle creativamente a alguien no es enseñarle a que repita de memoria la obra de Pablo Neruda, es enseñarle a que él haga un sólo verso, es mucho más importante que él sea capaz de hacer un sólo verso a que se sepa de memoria la obra de Pablo Neruda. Frecuentemente también en medicina es eso, ustedes ven que en medicina bioenergética no hacemos exámenes, ni damos diplomas: yo nunca doy diplomas, mis diplomas son los pacientes, y mis amigos, mi familia, todo eso; la bibliografía, a mí me preguntan por la bibliografía: son las hojas de los árboles, los parques, los ríos, los animalitos, la gente, la ternura: esa es una bibliografía viva, no necesitamos esas otras hojas; obviamente que a veces hay un librito que nos gusta tener, pero eso no es esencial, eso no es esencial: la bibliografía está en la vida, esa la podemos leer desde nuestro corazón, y cuando leemos desde nuestro corazón somos originales. Un médico tiene que ser original: un intercambio, una relación médico-paciente es una obra de arte irrepetible, el paciente es el lienzo y usted conoce la ciencia del color, la del sonido, la de los pinceles, pero en esa interacción terapéutica usted va a hacer un cuadro original; lo mismo en la interacción humana: con el desapego, impedimos que las cosas se vuelvan dolor y sufrimiento y permitimos que le influya la energía cósmica a través de nosotros.

  
   Coherencia: somos arriba como abajo, en  el hogar como en la profesión, por todas partes, vibramos al unísono con todo el mundo, nos casamos no sólo desde la genitalidad sino desde el alma, con todos, con todo el mundo, no sólo con nuestras esposas:  esposos del alma somos todos. Originalidad: somos irrepetibles, eso permite rescatar nuestra ............., somos totales e irrepetibles. Creatividad: somos divergentes, no caemos en la rutina, ahí tenemos entonces la posibilidad de vivir con economía, vivir con economía es tener una actitud recta, una vida recta, a eso se refiere la ciencia de la actitud: que va desde la postura física hasta otro tipo de posturas. Hay algo muy simple para poder sostener esto en la vida cotidiana: que es asumir todos los días, con solemnidad, el compromiso de cumplir la tarea que nos corresponde.

   Entonces, yo les voy a decir una oración que yo digo todos los días, y vamos a tratar de analizarla: uno se dice, asumiendo que es el alma y asumiendo ese compromiso con ese sol interior del alma: "Me comprometo, es decir, asumo el compromiso de vivir ya, ahora y aquí, el presente", no pa' pasado mañana que es hoy, "solemnemente", porque lo que no es solemne está desprovisto de ritual: ustedes no buscan el médico en la plaza del mercado ni se van a confesar a un prostíbulo, ustedes escogen cada lugar y ustedes saben que cada persona asume una posición y asume un ritual que es muy importante, ese ritual es la eficacia de lo simbólico; este es un símbolo mágico para ustedes y ustedes creen con él; si ustedes encuentran a un médico en la calle a lo mejor no creen, no saben que es médico, pero si él se pone la blusa, si él asume su rol de médico, ese marco solemne en la relación va a introducir algo sagrado; cuando yo hago un compromiso simplemente así, un poco atolondrado, eso no tiene efecto sobre mi vida, pero cuando yo me hago un compromiso solemne, eso si tiene un efecto sobre mi vida, entonces yo les digo: "Me comprometo solemnemente a cumplir mi parte, es decir, a asumir mi responsabilidad, a asumir mi función". Esa parte la cumplo mirando arriba, es decir, invocando la luz de Dios, la luz del alma, la luz de los Maestros, la luz de la sabiduría, la luz del campo unificado; ayudando abajo, me comprometo a no caer en el mundo de la ilusión, entonces digo: "Me comprometo solemnemente a cumplir mi parte, a mirar arriba y a ayudar abajo, a no soñar ni descansar" -ojo con esto, que es muy importante-: no soñar es mantenerse despierto, es mantener la vigilancia de la conciencia, es no dormirse, es mantener en todo momento la conciencia de sí mismo, es no caer en el espejismo; y no descansar no se refiere a no reposar, sino que se refiere a no perder el ritmo, a coger mi ritmo de trabajo, el ritmo de las acciones y de las pausas, a seguir la ciencia del ritmo: el ritmo de mi respiración, el ritmo del servicio, el ritmo de la comida, todo eso son ritmos, es coger el ritmo. Luego dice: "Trabajar", prometo solemnemente también eso: trabajar, trabajar es laborar, laborar es orar desde el centro de mi cuerpo, en el templo de la Tierra, realizando un Plan que ............. interna con eso: lab-orar. Sembrar: sembrar quiere decir de hecho ya, desapegarse, renunciar a la cosecha, es ése el placer de sembrar, es enterrar mis acciones, es el significado de que mi mano izquierda no sabe lo que hace mi mano derecha, es ése el significado básicamente, es seguir la ley del silencio que es la ley de la germinación de las semillas; pero sembrar significa dejar mis semillas en el lugar correcto, allí donde puedan germinar: yo no le puedo echar un discurso espiritual a un paciente que simplemente le interesa tener un cuerpo físico en condiciones, como no puedo perder el tiempo poniendo un cuerpo físico en condiciones en aquel que lo que necesita es un consejo espiritual, como no puedo utilizar una aguja para resolver un problema emocional, eso no existe: el problema emocional, la aguja no es el instrumento indicado para resolver un problema emocional, eso lo resuelvo desde mi cuerpo emocional o desde el cuerpo mental del paciente o haciendo otro tipo de consideración. Es decir: escoger el instrumento adecuado, arar en la tierra adecuada y sembrar la semilla correcta: la semilla es un láser, es un enema, es un campo magnético, es una mirada, es una oración, es un consejo, pero escoger adecuadamente la semilla y escoger el sitio donde la vaya a sembrar, eso sí, evitar el "tirar perlas a los cerdos", lo que puede sonar muy duro pero simplemente significa que yo no puedo botar mis tesoros que la vida me ha regalado, porque los tengo que poner allí donde puedan ser multiplicados y justamente utilizados; esa es la parábola del sembrador, es la parábola de los talentos: si la vida te dio un talento pues tengo que multiplicarlo todo lo que pueda, esa es la cosecha de la vida; pero si yo me resigno con un talento, me lo consumo, no lo siembro o entrego medio, realmente yo le estoy robando a la vida, estoy afectando toda la cadena de circulación de la energía que le llamamos la cadena del prana. Luego viene servir, que ya lo conocemos, y orar. Orar es elevar el corazón a Dios y es un paso necesario para meditar, si yo no sé elevar mi corazón a Dios, tampoco sé escuchar a Dios en mi corazón; orar es elevar el corazón a Dios y meditar es escuchar a Dios en el corazón, uno se refiere al Dios trascendente y otro se refiere al Dios inmanente. A muchos pacientes yo les he enseñado a orar, a muchos pacientes. Yo oro todos los día, al levantarme, al acostarme, yo oro porque me parece muy importante la oración y no es incompatible con la meditación: eso de que se ore no significa entonces que no se puede meditar o viceversa, son cosas absolutamente complementarias. Hay estudios recientes que demuestran el poder de la oración, hay estudios sobre la epidemiología de la oración: cuando yo creo en algo que me trasciende, en un Dios trascendente, en un Dios total, en un cuerpo en el cual estoy contenido, el propósito de mi enfermedad crónica, cualquiera que ella sea, una hipertensión, un cáncer, un sida, es mucho mejor: el riesgo de mortalidad, de complicaciones es mucho menor en pacientes que creen en una divinidad trascendente, llámenla Dios o campo unificado. Así es que ahora existe la epidemiología de la religión que nos prueba que, efectivamente, la oración es un medicamento imperial. Los grupos de oración son grupos a través de los cuales se está manifestando una de las nuevas emergencias de la medicina Acuariana, eso hace parte de la medicina Acuariana, eso es muy antiguo, pero en este momento se está renovando. Cuando asociamos la fe y la oración más el conocimiento que nos brinda la meditación, es muchísima más efectiva nuestra práctica terapéutica. Cuando yo como terapeuta no sé qué hacer con un paciente, oro por él, y en la noche, en la meditación, le dedico unos minutitos a visualizarlo y a rezar una oración, y yo estoy absolutamente convencido que eso tiene un peso, porque todos los grupos de oración, en un plano interno, se comunican y se refuerzan cuando esa oración se hace para servir a alguien; entonces eso. Luego digo: "Ascender a la cruz", ascender a la cruz no tiene nada que ver con crucificarse, ni con herirse, ni con torturarse; ascender a la cruz es ascender al propio centro, al punto del cruce entre el espíritu y la materia, al lugar donde mi conciencia vertical se encuentra con mi conciencia horizontal: ese es un punto de conciencia; la cruz es el símbolo de la conciencia, y la conciencia es el símbolo de la fecundación que el espíritu provoca en la materia, eso es todo; en ese punto central a donde ascendemos, somos conscientes de la espiritualidad esencial de la materia, y somos conscientes de que podemos llevar en nuestra vida cotidiana una vivencia espiritual; por eso decimos: haciendo la cruz, cuando yo, haciendo la cruz al centro de mí mismo, encuentro el punto de partida, es para emprender el sendero, el sendero, el sendero espiritual es el recorrido a través de mí mismo, de la divinidad que me revela la conciencia, siendo la conciencia la cruz. El símbolo de la crucifixión es el símbolo del ascenso a un centro de conciencia, y ese ascenso a un centro de conciencia me dice quién soy, y si yo sé quién soy, tengo un punto de partida, entonces estoy emprendiendo el sendero; eso es lo que se llama el sendero del discipulado.

   El discípulo es aquel que se matricula en una escuela que es la escuela de la vida, entendiendo que vida es espíritu, no es ser discípulo de ninguna escuela particular, ........ o los otros, sino todos los discípulos del mundo que pertenezcan o no pertenezcan, son personas que han despertado, que han adquirido la conciencia de sí y que adquieren la conciencia de que tienen un papel espiritual. Según .......... tenemos enfermedades: las enfermedades de los discípulos son distintas a las de los aspirantes, las de los aspirantes son distintas a las de la de la humanidad que está simplemente dormida, y todas ellas son distintas de las enfermedades de los iniciados: después de la tercera iniciación se tiene un control más perfecto sobre todos los vehículos humanos, que prácticamente no se sufren enfermedades excepto que como un Cristo o como un Krishna o como un Krishna Murti, se acepte una enfermedad para ayuda en la solución del caso planetario, eso lo hace un salvador del mundo pero no es porque tenga necesidad de hacerlo: Cristo no necesitaba morir, si él había podido bajarse de la cruz, pero él acepta voluntariamente ese sacrificio, sufrir ese sacrificio, porque sabe que a través de eso está contribuyendo en la resolución de un cambio colectivo, y eso es otra cosa muy diferente; es ascender a la cruz y desde allí descender; una vez que yo hago eso, renuncio a todos los apegos, ya puedo renunciar a todos los apegos. La mejor manera de comprender que he renunciado a los apegos, es cuando uno ha renunciado a la recompensa: cuando para mí es muy importante lo que me paguen, la recompensa, es porque no he renunciado a los apegos; cuando yo renuncio a la recompensa soy recompensado a manos llenas, eso es una ley de la naturaleza, de la vida; pero si yo tengo apego a la recompensa realmente le estoy poniendo límites al flujo de la energía cósmica que debe pasar a través de mí, para hacer de mí un servidor. Entonces, eso es una oración, mía: "Me comprometo solemnemente a cumplir mi parte, mirando arriba, ayudando abajo, no soñando ni descansando, me comprometo a trabajar, a servir por algo, ascender a la cruz porque hay que descender y me comprometo a renunciar a toda recompensa, que la vida me dé aquella recompensa que me sirva para mantener el flujo de energía para el servicio".

 
   Bueno, son cosas muy sencillas, pero son un resumen diario de todo un programa de vida que nos permite alinearnos con esa vida. Así tenemos un panorama y una visión. Construimos el carácter, primero. Segundo, revisamos nuestros motivos. Tercero, servimos. Cuarto: asumimos una actitud recta. Cuando hemos hecho todas esas cosas, podemos conquistar la ciencia del ritmo que es la ciencia de la pulsación de la vida, la ciencia del .........., que es la ciencia de la respiración: la gente cree que uno respira mal porque no le han enseñado una técnica, no, la respiración es una consecuencia de la vida: como yo pienso respiro, como yo vivo respiro; cuando mi vida empieza a cambiar, empieza a cambiar mi ritmo y empieza a cambiar mi ritmo respiratorio, mi ritmo respiratorio empieza a entrar en un ordenamiento diferente, entonces empiezo a movilizar el diafragma, cuando movilizo el diafragma y hago respiración abdominal, relaciono mi plexo solar con mi plexo cardíaco y los integro, y empiezo a tener mejor rendimiento energético; no sólo eso sino que en cada respiración, como accedo a la luz del alma -que hacíamos esta mañana para ayudarle a una colega-, estoy recibiendo luz naranja que es la luz de la mente superior, me estoy bañando con la luz del alma toda mi personalidad, de tal manera que eso que he hecho a través de toda la vida empieza a darse automáticamente en cada ciclo respiratorio, y mi aura empieza a llenarse con la luz del alma. La ciencia del ritmo entonces es la ciencia del ............. y se relaciona con la ciencia de la respiración de la vida, no solamente de nuestra respiración sino que absolutamente todo respira, así puedo sincronizar mis ritmos.

   Cuando yo conquiste la ciencia del ritmo -y eso ya lo están haciendo ustedes- no es que uno hace primero eso, después lo otro, no, eso es sincrónico, se da como un desarrollo simultáneo, como un frente de .......... en todos los planos; cuando hago todo esto entonces ya soy capaz de concentrarme, concentrarme es llevar la conciencia al centro, en eso consiste la concentración; la mayoría de nosotros no somos capaces de sostener la atención seguido diez segundos en ninguna cosa: si ustedes se observan, es supremamente raro que la concentración se pueda sostener más de diez segundos, si logramos sostener más de diez segundos la atención en un sitio, es porque ya estamos meditando: la meditación es eso, la meditación no es nada por allá especial, hay muchos métodos, miles de métodos de meditación, ustedes se ................., pero es simplemente poder sostener la concentración, la atención en un punto fijo durante unos diez segundos; qué ocurre cuando yo sostengo la atención en un punto fijo: que construyo un ..........., eso es, construyo un vórtice de energía y de conciencia, y hago que mi conciencia se vuelva un rayo láser, estoy construyendo una estrella de neutrones -esto para los médicos- una estrella de neutrones con mi mente, un vórtice gravitacional. Veíamos esta mañana que lo fundamental de la conciencia es el enfoque, y el enfoque es llevar la luz de la mente a un ente amplificador, ese lente amplificador es la atención sostenida, la atención sostenida por más de diez segundos construye un lente amplificador; la mayoría de nuestros fracasos terapéuticos es porque no centramos la conciencia, porque no enfocamos la conciencia, y como no enfocamos la conciencia, nuestra mente no tiene ninguna acción sobre el paciente aunque estemos utilizando un láser o un campo magnético. O sea, primero: centrar la ......... de la conciencia en un punto, eso es la atención; la atención nos lleva a concentrarnos, a que la conciencia sea interior, y con esa conciencia interior todas nuestras acciones son centradas.

   Una manera de que la conciencia se aleje hacia un sólo punto, se llama abstrayéndola hacia los órganos de los sentidos; entonces si yo retiro la conciencia a los oídos -cierren los ojos un momentito- y concéntrense en el sonido, empiecen a concentrarse en el sonido, en todos los sonidos: los sonidos más cercanos, ahora los sonidos más lejanos; ahora concentrándonos en nuestra respiración y respirar un poco más intensamente, centrando los oídos en nuestra respiración, dentro de unos minutos vamos a hacer un sonido en la respiración; hacemos abstracción de todos los demás sonidos y sólo escuchamos nuestra respiración. (como 3 minutos). Ahora, que la luz de la conciencia alumbre ............ y visualizamos la luz de una llama como si fuera mirando una vela, vamos a tratar de imaginarla, de visualizarla y tratar de compenetrarnos con todos sus aspectos: el color, la esperma, el humo que sale de la llamita; ahora, a través esa llama, vamos a visualizar el rostro de nuestro maestro, de aquella persona que nos acompaña espiritualmente, o por lo menos de aquella persona que amamos más profundamente, vamos a visualizar ese rostro sonriente y radiante de luz; ahora vamos a descender esa imagen a nuestro corazón, como si en nuestro corazón hubiera un altar de luz, y vamos a depositarla en el centro del corazón, seguimos visualizando la misma imagen en el centro de nuestro corazón (como 3 minutos). Muy bien, ahora abrimos los ojos.

   Ese es un pequeño ejercicio solamente, en el cual ustedes hacen una abstracción de la conciencia, llevan la conciencia a un sólo sitio, hacia un sólo punto, hacia un sólo órgano, por ejemplo el órgano de la audición, el órgano de la visión, el órgano sintético del sexto centro o el corazón; en ese momento ustedes se están concentrando, están concentrando la energía en esos sitios, al concentrar la energía y depositarla a esos niveles, están provocando una cascada de energía y de luz que llega hasta ese ...................... por ustedes, eso es lo que se llama la abstracción. Para concentrarse hay que saberse abstraer, cuando aprendemos a abstraernos de los órganos de los sentidos, ................ por ellos: cuando aprendemos a sentir el tacto y luego la visión y luego el sonido, aprendemos también a retirar la energía hacia el órgano sintético que se llama el órgano de la mente, y para hacerlo ponemos la imagen en nuestro entrecejo, desde allí, desde el entrecejo, podemos llevar la imagen a cualquier parte. Es así como el médico hace el procedimiento de sanación, generalmente vincula su corazón, su frente, su alma y emite la imagen a través de la frente, y desde la frente, desde ese centro, como si fuera una fuente de emisión de láser, llega esa imagen de color, de sonido, de una molécula, de un movimiento molecular, de una energía psíquica, la está llevando allí donde el paciente la necesita; puede simplemente bañar al paciente a través de la luz de su alma y en toda su aura, o si ya soy médico conocedor, puedo llevar eso directamente hasta el chakra respectivo del paciente, pero debe ser un médico que ya conozca la anatomía, la ciencia del yoga, la ciencia de los chakras, eso ya es otra cosa. Así entonces desarrollamos la concentración, cuando desarrollamos esa concentración estamos, prácticamente, meditando y podemos desarrollar varias técnicas de meditación. La meditación -ya lo vimos- comienza en la vida cotidiana: consagrándose al servicio, construyendo el carácter, revisando los motivos, alineándose, estando atentos al ritmo y sabiéndose retirar; retirarse no es irse a la cima de la montaña, yo puedo estar incluso en un mercado y retirarme en un sentido o retirarme a otro sentido y concentrarme, es decir, retirarme es renunciar a todo el ruido del medio ambiente para enfocar la conciencia, y al enfocar la conciencia, mi campo magnético, el campo de conciencia se hace mucho más evidente; en eso consiste el retiro.

   Bien. Ahora vamos a hacer un ejercicio, nos vamos a parar, antes de la sanación, y vamos a venir hacia adelante. Todos hacia adelante, aquí que van a hacer filas y ponen sus manos sobre los hombros, en esa forma, como un trencito, eso, que nadie se quede por fuera de la fila. Aquí ya no sólo vamos a sentir sino que vamos a utilizar el órgano de la mente, vamos a hacer que la energía siga al pensamiento; entonces vamos a acompañar cada acción simplemente con nuestro pensamiento, concentrándonos en lo que vamos a hacer. Primero, vamos a empezar a vibrar con las rodillas, los de adelante sueltan las manos, los otros simplemente las dejan en los hombros; vamos a empezar a vibrar, mientras vibramos vamos a imaginar que somos un sólo cuerpo, que es como una gran serpiente que se mueve en sus segmentos y que vibra, hagámoslo con los ojos cerrados para que lo percibamos mejor, los de adelante van a tratar de sentir la vibración de toda la serpiente, como si fueran una sola unidad, un solo animalito extendido; imaginemos cuál es el ritmo de nuestro corazón y tratemos de vibrar todos a ese ritmo, como si fuéramos al mismo ritmo de la frecuencia cardiaca, eso; -algunos van muy rápido: si fuera el corazón tan desbocado se estarían muriendo, háganlo un poquito más despacio algunos, como si fuera el ritmo de su corazón-; ahora bajen las manos de los hombros hasta la mitad de la espalda, entre los omoplatos y las paletas, como si estuvieran tocando el corazón; sigan haciendo lo mismo, vibrando, vibrando; háganse de cuenta que su movimiento está multiplicando el ritmo del corazón, somos como una gran serpiente que se va moviendo al ritmo del corazón,  eso, algunos ya lo han logrado: es como una ola, en cada hilera se ve como una ola, algunos tienen que ir mucho más lento, otros más rápido, otros más lento, otros tienen que cerrar los ojos, concentrarse, y hacer que la energía siga al pensamiento; los de atrás piensan que van a transmitir vibración al de adelante, esa vibración ahora no sólo es la vibración que va hacia el corazón sino que es de luz verde que envuelve el corazón del que está adelante; cada quien siente la energía que entra por su espalda, que se prolonga a través de sus manos y que llega al corazón de la persona que tiene adelante, concéntrense ahora en la transmisión de esa energía mientras siguen al mismo ritmo; todavía hay algunos que van rápido, tomen conciencia rítmica de ir un poco más lento, un poco más lento, que no haya fatiga ni esfuerzo, más lento; es un corazón que va pausado, lento, tranquilo, que transmite paz, esa paz es una vibración de luz verde, es una vibración armoniosa con toda la naturaleza. Imaginamos que somos como unas pequeñas olas silenciosas de un mar tranquilo que se levantan y bajan, llevando esa armonía del color verde, saturando nuestro centro y nuestro corazón, experimentando un sentimiento de unidad; cada uno de nosotros es una ola, es el agua y es el mar, es una vibración y una oscilación de la conciencia más profunda, infinita; es un mar de paz que nos va penetrando. Ahora, aún con los ojos cerrados, nos damos la vuelta y hacemos el mismo procedimiento, seguimos el mismo procedimiento, una vuelta completa y seguimos: manos en los hombros, sigan, sigan trabajando, manos en la mitad de la espalda, muy lento, mucho más lento, muy lento; sienten la energía entrar por su espalda, por los omoplatos, proyectarse a su corazón, a sus manos, sienten la luz verde como un oleaje que va al ritmo de su movimiento actual, pero a la vez sienten un sentimiento de infinita paz, son un solo tren de ondas o de olas que son movidos por una conciencia profunda, que es el mar de la conciencia en ustedes.

   Ahora, van a detenerse, cesan todo movimiento, y van a tratar de experimentar la vibración que pasa a través de las manos, inunda el corazón y pasa al corazón de quien nos antecede en la línea; en la conciencia de que sus manos son como raíces que se hunden profundamente en el campo de energía en la tierra del que está adelante, y que a través de eso alcanzan una conciencia de continuidad y de unidad. Ahora, con infinito amor, van a retirar un poco sus manos, ligeramente, unos dos centímetros más o menos, despegan las manos de la espalda de quien tienen adelante, pero las dejan a dos centímetros, y traten de sentir la misma energía que se prolonga a través de las manos, que pulsa e inunda amorosamente el corazón y hace una sola cadena con todos los corazones. Ahora, los de atrás hacen un masaje a unos dos o tres centímetros a los de adelante, recorriendo todo su cuerpo, sintiendo su cuerpo y a la vez sintiendo que es todo de amor, como si estuvieran dándoles una ducha de amor, relajante, piensan que están retirando toda tensión, toda desarmonía, que están llevando mucha paz, que están reestableciendo la fluidez; se pueden agachar e ir recorriendo hasta los pies si quieren, y se detienen allí donde sientan que tienen que pasar su amor y su energía; háganlo disfrutando, disfruten todo ese amor que están dando, sientan la vibración en su corazón transmitirse a través de sus manos, y recorrer como una ducha fresca todo el campo de energía de la persona que está adelante. Ahora, dense la vuelta y van a hacer el mismo procedimiento a la otra persona, eso, síganlo haciendo todos; los de adelante recogen las manos sobre su corazón, la izquierda y la derecha, la izquierda debajo, la derecha encima, las ponen sobre el corazón y tratan de sentir la pulsación de toda la energía que se depura, se hace transparente y se limpia la energía que viene de atrás.

   En este momento todos van a pensar que están utilizando a su maestro espiritual, a su Dios interno, su Dios impersonal que es la luz del alma, la que fluye a su corazón y desde su corazón a sus manos, y con todo el amor del alma van a hacer eso que es una sanación. No piensen qué energía tienen que entregar, simplemente déjenla que fluya, es un sentimiento amoroso, y el alma de aquel a quien le están haciendo el masaje, sabe a dónde la tiene que captar, dónde la tiene que recibir y a dónde la tiene que enviar. Con infinito amor, como si ustedes fueran el alma, díganse mentalmente: "Yo soy el alma, el alma soy yo, yo doy infinito amor". Ahora, los de adelante se dan media vuelta para que queden en parejas y se miren a los ojos, van a mirarse a los ojos poniéndose las manos sobre los hombros; hay unos que seguramente van a quedar disparejos, que se quedan sin pareja, no importa: ellos se van a quedar en silencio, con los ojos cerrados, sintiendo la vibración del grupo. Se van a mirar a los ojos sin tratarse de preguntar nada, sin tratarse de ver y van a danzar ligeramente hacia adelante y hacia atrás, dejándose llevar por la pulsación, eso, eso; pueden parpadear tranquilos, no se trata de desafiar ni de sostener la mirada, sino de mirar con una mirada transparente como si estuvieran pasando a través de los ojos del otro; ahora sigan como si los ojos del otro fueran espejos y ustedes quisieran verse en ellos, no van a captar sino mucho amor, eso es muy dulce, muy, muy dulce: con la mirada pueden sonreírse, sentir todo ese amor, dar todo ese amor, y mirarse, no importa que lloren, las lágrimas son de ternura, permítanse llorar sin vergüenza, se están viendo a ustedes mismos maravillosamente reflejados en los ojos de la persona que tienen al frente; déjense llevar por esa ternura, expresen esa ternura a través del movimiento y avancen, muévanse un poquito hacia adelante, hacia atrás, eso.

   Ahora, nos separamos, caminamos un poquito ahí donde estamos, con los ojos abiertos y cambiamos la posición, donde estamos; cuando yo les diga, paran; simplemente den vueltas entre ustedes, ahí donde están: caminen los de atrás para adelante, los de adelante para atrás, los de la izquierda para la derecha, vayan intercambiando posiciones sin chocarse, despacio, despacio, sin atropellarse sin tocarse, pero propónganse en esa multitud el estar andando entre la gente y siempre van a encontrar un camino para moverse; el objetivo es que todos cambien de posición permanentemente, nadie puede estar en su sitio, siempre van a encontrar un camino, no se van a chocar; en un momento dado yo les voy a decir: "estatua!", pero yo no les puedo decir todavía, sigan caminando, todos caminamos. Bien: estatua!, todos quietos ahí, estatua!; van a coger la mano de su compañero que tengan inmediatamente a la derecha, yo creo que van a sobrar manos y cuerpos pero organícense ahí, cualquiera que sea que esté a la derecha, muy bien; se van a separar ahora, se van a ir con el compañero de la derecha, una persona escoge a un compañero, el de la derecha, muy bien, ahora se separan, cada uno se va con su pareja a un sitio distinto del salón, lejos, lejos, buscan un lugar donde estén solos, en un lugar donde puedan tener intimidad, es decir, donde puedan conversar solos, reírse (como 5 minutos).

   Muy bien, ahora vamos a hacer este ejercicio: una persona va a asumir el rol del cuerpo y la otra el rol del alma y después se van a intercambiar: una es la personalidad y la otra es el alma; imagínate que esa es el alma que estás conociendo y la otra se compenetra con el papel del alma, no de ella sino del otro, y después la personalidad le va a preguntar al alma: "¿qué consejo tienes para darme?", y el otro va a decir un monosílabo, va a decir un discurso, cualquier cosa, pero va a pensar que va a hablar desde el alma, que es el alma del otro; van a hacer ese ejercicio, algunas veces no se van a atrever a decir nada, otras veces van a llorar, otras veces van a dar un consejo sabio, no importa, no se programen, no tengan ningún temor; van a meterse en la cabeza: "yo soy el alma", el otro en una actitud muy, muy humilde, viendo realmente en el otro, el alma, con devoción a esa alma: va a escuchar el consejo. Vamos a hacerlo, intercambien: háganlo con mucho amor, sin ninguna vergüenza y sin ningún sentimiento de limitación; si tienen simplemente que dar una mirada, den una mirada si es un monosílabo; pero pónganse de acuerdo primero quién es el alma, y después intercambian roles; lo que les fluya desde el alma; uno es el alma y el otro es la personalidad, es decir, ustedes son una sola persona, pero esa persona tiene un ser inferior y uno superior, entonces van a asumir esos roles y después van a intercambiarlos; pónganse de acuerdo quién es primero el alma para que aconseje al otro e intercambian; pero siéntanse, siéntanse primero... Van a hacer tres círculos concéntricos en el medio, un círculo pequeño, luego uno más grande y otro más grande, organícense para que sean tres círculos; el del centro tiene que ser un círculo muy pequeño y van a estar "apapachaditos", es decir, muy cerquita, muy cerquita; a ver, el círculo del centro tiene que ser más para acá, así, muy pequeñito, que quede al centro; hagan otros dos círculos alrededor.

   Bien, algunas personas obviamente que han tenido experiencias muy especiales: algunos han visto luces, colores, han sentido la ola del amor cruzar, han sentido un ataque de risa formidable; es la catarsis, es la energía del bi-encéfalo, toda la energía que empieza a movilizarse, es eso. Entonces, miren, yo no sé cómo vamos a hacer pero necesitamos que ustedes se aproximen unos a otros porque tenemos que caber todos, que se aproximen, no hay cuerpos, no existen cuerpos, aproxímense sin miedo, entren en contacto, no es el cuerpo, es el alma, es la energía infinita que los habita a ustedes la que se va a aproximar. Muy bien. Ahora vamos a dejar que ese gran cuerpo que es como un Sistema Solar con muchas estrellas, planetas, todo lo que un Sistema Solar necesita, dance. Van a empezar a danzar, ustedes empiezan a danzar en un movimiento muy lento, acompasado, traten de buscar que ese movimiento sea totalmente acompasado y empiecen a danzar, sientan la proximidad de sus cuerpos, sientan el movimiento como orbitar en el Sistema Solar, sientan el calor de los planetas, del Sol amoroso central, de las estrellas, siéntanse el Universo en esa danza, sean Saturno o Júpiter o el Sol o un cometa, aquellos que ustedes se imaginen ser y vayan danzando con los ojos cerrados, ya son un planeta que flota en el espacio, déjense llevar, es la inteligencia del Universo la que los hace orbitar; ojos cerrados, toda la paz infinita y felicidad que puede habitar un planeta los habita en este momento y son toda la conciencia armónica e inteligente del Sistema Solar que va girando, que va flotando en el espacio infinito que nos va llenando ahora como almas con la experiencia del amor cósmico, es el amor universal el que emplea sus cuerpos como instrumentos para que la belleza del Plan se exprese. Se van a aproximar más, mucho, más, no hay incomodidad, son como una super-nova, como una estrella, electrones cuyos núcleos se van aproximando, se van aproximando y se van haciendo un vórtice mucho más denso, más amoroso, más sólido: son un solo cuerpo, son todos los planetas y los soles que van confluyendo en un movimiento céntrico que los va aproximando y los va haciendo sentir la conciencia de ser un solo cuerpo, una sola unidad, una sola vida, una sola corriente del río en amor. Ahora, muy lentamente nos vamos separando, sin hacer ruido, cada quien llegue a su puesto, cierren los ojos, traten de mantener centrada su conciencia en esa experiencia de amor cósmico, cambien su puesto, su lugar, ni una sola palabra, no van a dejar escapar esa energía, la van a seguir sintiendo en su corazón; se sientan, ojos cerrados.

   Ahora todos con los ojos cerrados vamos a consagrarnos al trabajo de sanación, ya en este momento somos una sola alma, un alma grupal, aunque no lo percibamos individualmente, nuestra aura es un alma grupal, estamos unificados en nuestra conciencia, podemos actuar como alma, y alma grupal. Entonces, vamos a pensar en aquel grupo o en aquella persona que necesita nuestra ayuda, vamos a llevar a esa persona al núcleo de nuestro corazón, vamos a sentir el amor del Sistema Solar, el amor de los Maestros de la Sabiduría, el amor de Cristo, el amor de todos los hermanos que han compartido con nosotros este Seminario; vamos a recibir unas gotitas que son de Victoria Regia, es una Esencia Floral que no tiene ningún efecto secundario en sí, simplemente nos va a ayudar a experimentar más profundamente esta liberación de amor para morir a la personalidad y trabajar desde el alma; todos mantienen los ojos cerrados, solamente un momentito mientras pasan las gotitas, abren la boca, pero traten de sostener la energía del amor en su corazón, y de no dejarla escapar, no se entretengan en nada más, vivan esa energía cósmica, amorosa en su corazón y llenen con esa energía a la persona a quien ustedes quisieran ayudar a sanarse. Recuerden: sanarse no es curarse, es integrarse, es ser íntegro; entonces, van a escoger a una persona o a un grupo y lo van a adoptar: es el hijo de ustedes, es el hijo del Sol, desde el alma, es como esa personalidad a la que ustedes le van a llevar luz; mucho amor en el centro de su corazón, enmárquenla, vean su imagen; puede ser también una institución o un país, alguien que ustedes escojan con mucho amor, alguien a quien necesiten perdonar, alguien que necesite que les perdone también, cualquier persona que ustedes escojan, la llevan al centro de su corazón y en plena conciencia de que en este momento son el alma del grupo, somos un alma; pronunciándola desde el corazón, vamos a decir la oración que decimos siempre en la sanación, es común en todos los grupos de sanación, que ustedes van a repetir al unísono después de mí; recuerden, las vamos a pronunciar desde el corazón, porque las palabras que se pronuncian desde el corazón son todas mágicas, son milagrosas. Entonces repetimos: "Con pureza de móvil, inspirados por un corazón amoroso, nos ofrecemos como grupo para este trabajo de sanación".

   Ahora visualizamos nuestro corazón llenarse con la luz del alma total, inundar con esa luz toda nuestra aura, enfocamos esa luz en la frente, visualizamos a aquella persona a quien queremos ayudar, limpiamos con infinito amor esa luz; mientras visualizamos esa luz que llega, lo envuelve y lo ama, sin pretender hacer nada más, decimos todos, después de mí: "Que el amor del alma, una, enfocada en este grupo, irradie sobre ti, hermano mío, penetre cada parte de tu ser, sanando, aliviando, fortaleciendo y disipando todo aquello que obstaculiza la armonía en tu salud". Seguimos visualizando la sustancia amorosa de la luz que desciende de nuestra alma, de nuestro corazón, va a nuestra frente y se proyecta a nuestro hermano o hermana a quien le estamos ayudando. Ahora, recogen esa luz en el centro de su corazón y se aprestan a recibir ustedes en el centro de su corazón, la luz amorosa de la sanación, esa luz desciende desde el vórtice de energía del alma grupal, desde todo el corazón del grupo de sanadores magnéticos que manejan la energía del amor en el mundo, los inunda desde el corazón, dirigiendo la energía desde el corazón a aquel aspecto que quieren que sea sanado, ya sea físico, emocional o mental.

   Vamos todos a decir una oración que la dice mucha gente de todas las religiones, de todos los credos, de todos los países del mundo. Podemos abrir lentamente los ojos, y con los ojos abiertos vamos a tratar de decir al unísono: se refiere al Espíritu Santo, a la inteligencia cósmica activa o Brahma, se refiere al amor, el aspecto Crístico, se refiere a la energía del Padre, a la energía de la humildad y su acción en la Tierra. Todos la conocemos como: "La Gran Invocación" y vamos a repetirla en acción de gracias. Todos: "Desde el punto de Luz en la mente de Dios, que afluya Luz a las mentes de los hombres, que la Luz descienda a la Tierra. Desde el punto de Amor en el corazón de Dios, que afluya Amor a los corazones de los hombres, que Cristo retorne a la Tierra. Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida, que el propósito guíe las pequeñas voluntades de los hombres, el propósito que los maestros conocen y sirven. Desde el centro que llamamos la Raza de los Hombres, que se realice el Plan de Amor y de Luz y selle la puerta donde se halla el mal. Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan sobre la Tierra". Que así sea y cumplamos nuestra parte. Ahora todos, con la conciencia enfocada en el corazón decimos AMEN o decimos OM, según nuestras creencias, en acción de gracias. Ese OM lo vamos a decir todos en voz alta, no se trata de que sea muy fuerte o muy despacito, cada quien lo dice con todo el sentimiento que pueda salir de su corazón: OM (prolongado). Bien. Abrimos los ojos y nos conectamos con el ambiente. Muchas gracias, queridos, estuve muy feliz con ustedes.

Fuertes APLAUSOS.